Un solo Griffey no hace pitcheo

Los Rojos fueron una grata sorpresa en el 2002, cuando dieron pelea en el centro de la Nacional. Para esta campaña, Ken Griffey Jr. parece estar en buena forma, pero el cuerpo de lanzadores es una incógnita

Griffey (derecha) pasó todo el receso invernal junto con un preparador físico y ha llegado en una forma impresionante este año. (AP)
Lo último que se le debe preguntar a Ken Griffey hijo es acerca del canje que estuvo a punto de poner fin a su desteñido paso con los Rojos.

Griffey sigue en Cincinnati de carambola y es algo que el estelar guardabosque central resiente.

Los Rojos habían convenido con los Padres de San Diego cederles Griffey por el también jardinero Phil Nevin, pero éste último a una cláusula de su contrato que le permitió vetar la transacción.

Afectado por varias lesiones en la pierna, Griffey ha sido la sombra del pelotero que deslumbró en Seattle y llegó a ser considerado el mejor jugador del béisbol. En tres campañas con los Rojos, Griffey sólo ha conectado 70 cuadrangulares.

Los Rojos necesitan imperiosamente de un Griffey sano para poder ir lejos en la división central de la Liga Nacional.

Todo indica que Griffey quiere reivindicarse en el 2003. Durante el receso, acompañado por un entrenador personal, le puso énfasis al acondicionamiento físico, en un esfuerzo para evitar las lesiones.

Estas son buenas noticias para los Rojos, un equipo que tiene los atributos para dar la sorpresa, aunque también de constituirse en un fiasco en un año en el que jugarán en un nuevo estadio.

El talón de Aquiles está en la rotación, cuya efectividad los dejó en el puesto 13ro entre 16 equipos de la Nacional.

Los Rojos se desprendieron del derecho mexicano Elmer Dessens, su mejor pitcher, mediante un cambio con Arizona, una movida impulsada por razones financieras más que nada.

Ryan Dempster (10-13, 5.38), Jimmy Haynes (15-10, 4.12), Danny Graves (7-3, 3.19) y Paul Wilson (6-12, 4.83 con los Devil Rays) serán los cuatro primeros abridores, mientras que la quinta era todavía una interrogante sin respuesta.

El hombre clave es Graves que hará la transición de relevista a abridor, luego de compilar un mínimo de 30 rescates en cada una de las tres últimas campañas.

Scott Williamson (3-4, 2.92, 8 rescates) regresa en el papel de cerrador tras haberse perdido el 2001 cuando se operó el codo derecho.

El infield de los Rojos es una amalgama de veteranos, un novato y que el inicialista Sean Casey sea otra vez el bateador efectivo de hace un par de años.

Casey promedió 19 jonrones y 91 remolcadas entre 1999 y 2001, pero una lesión en el hombro mermó notablemente su producción el año pasado en la que intervino en 120 juegos, bateando para 261, 6 bambinazos y 42 impulsadas.

Esta podría ser la última campaña de Barry Larkin (245, 7, 47) en las paradas cortas, sintiendo el peso de sus 39 años. Su sucesor sería el boricua Felipe López, quien vino procedente de Toronto dentro del canje por Essens.

Tras desprenderse de Todd Walker, el nuevo intermedista es Aaron Boone (241, 26, 87 y 32 robos), haciendo la transición desde la antesala.

El prospecto Brandon Larson, quien bateó para 275 con cuatro jonrones en 23 juegos el año pasado, recibirá la oportunidad de comenzar la temporada como el antesalista titular.

El trío de jardineros sería sensacional si Griffey (264, 8, 23 en 70 juegos) despierta de su letargo y el guardabosque izquierdo Adam Dunn (249, 26, 71) no vuelva a desinflarse como hizo el año pasado en la segunda mitad.

El hombre a cargo del lado derecho es Austin Kearns (315, 13, 56), quien habría sumado más votos al premio al novato del año a no ser por una lesión en la pierna.

El receptor Jason LaRue tiene un brazo fulminante para sacar hombres tratando de robar, pero nunca ha sido un bateador de grandes números y nunca en su historial en las mayores ha bateado por encima de los 250.

Contra viento y marea, los Rojos (78-84) fueron una grata sorpresa, dándoles pelea a los Cardenales y Astros hasta que el cuerpo de lanzadores no dio más en el mes final. Ese elenco casi es el mismo y algo similar podría repetirse en la temporada que se avecina.

-AP

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