No será el mismo Mariano

El taponero panameño de los Yankees estaría aprendiendo nuevos lanzamientos esta primavera, según algunos de sus compañeros de equipo

Rivera se dispone a trabajar en la que será su séptima campaña con el uniforme de los Yankees. (AP)
TAMPA, Florida - Tras un año con una de cal y otra de arena, Mariano Rivera se apresta a su séptima temporada como el estelar taponero de los Yankees, repuesto de sus dolencias en el hombro y con algunas novedades en su arsenal.

Rivera logró el año pasado convertirse en el cerrador de los Yankees con más salvamentos (243), pero fue una temporada desafortunada, ya que tuvo dos meses en la lista de lesionados por molestias en la ingle y en el hombro. Solo pudo salvar 28 partidos, su número más bajo en los últimos seis años.

El panameño, oriundo del pequeño poblado pesquero de Puerto Caimito, aseguró que la primavera del 2003 lo encuentra muy bien física y anímicamente.

"Estoy contento de estar aquí una vez más", manifestó a la AP. Rivera formuló sus declaraciones poco después de haber lanzado un episodio en un reciente partido de exhibición ante los Astros. El panameño fue saludado con un imparable, pero enseguida ponchó a los siguientes tres bateadores.

El derecho de 33 años dejó entrever que esa es una señal de que anda bien en la loma.

Rivera dijo que está enfocado en los mismos lanzamientos de los últimos tiempos: Su recta de fuego, el slider y el "cutter", un pitcheo que usa generalmente contra los zurdos y que le ha dado buenos dividendos.

Rivera le está enseñando ese pitcheo a los mexicanos Antonio Osuna y Juan Acevedo. Osuna será relevo con los Yankees este año y Acevedo intenta ganarse un lugar.

"Estoy haciendo bien mis lanzamientos en este momento", expresó Rivera. "Me siento bien. No estoy débil".

Algunos de sus compañeros, como el boricua Bernabé Williams, comentaron a la AP que Rivera está ensayando otras variantes en la pretemporada.

"El está trabajando en algunos lanzamientos que le van a dar mucha más versatilidad", explicó Williams, jardinero central de los Yankees y muy amigo de Rivera.

"Mariano siempre ha dominado con sus pelotas rápidas, cortadas, pero ahora está desarrollando con la misma velocidad un pitcheo rompiente al lado opuesto... y trabaja en el cambio de velocidad", detalló el puertorriqueño. "Creo que él va a tener el mejor año de su carrera. Va a ser uno de los lanzadores más dominantes de su época", añadió.

Rivera ya escribió una página importante en Nueva York. El año pasado superó la marca de más partidos salvados con los Yankees que ostentaba Dave Righetti, de 224.

Es actualmente el cerrador con más triunfos en postemporada, con 25, y el tercero con más salvados en una temporada en la Liga Americana, con 50.

A Rivera no le gusta hacer alarde de ello, aunque admite que se siente orgulloso de alcanzar esos números en un club como los Yankees.

Rivera, quien en su natal Panamá está muy compenetrado en actividades religiosas, solo le pide a Dios que lo mantenga fuera de las lesiones y que las oportunidades le sigan llegando.

Este año Rivera no tendrá la compañía en el bullpen de su compatriota Ramiro Mendoza, quien pasó a los Medias Rojas.

"Lo voy a extrañar", manifestó. "Yo le deseo suerte. El tendrá que hacer su trabajo y yo el mío".

Rivera y Mendoza ganaron cuatro anillos de Serie Mundial con los Yankees. Ahora se verán en bandos contrarios.

Aparte de la felicidad por estar saludable, Rivera vive actualmente un momento especial en su familia: En noviembre pasado nació su tercer hijo, al que bautizó como Jaziel.

El panameño se dedicó en el receso de temporada a cuidar a su esposa Clara, a Jaziel y a sus otros dos hijos Mariano y Jafet.

-AP

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