El promedio salarial de Posada es de 10,2 millones de dólares al año, comparado con los 13 millones anuales de Mike Piazza, de los Mets, y por encima de los 10 millones anuales que gana Jason Kendall, de los Piratas de Pittsburgh.

Pese a jugar con un hombro lesionado toda la campaña pasada, el catcher boricua de los Yankees bateó para .277, con 22 jonrones, incluyendo tres con las bases llenas, y 95 empujadas. Posada bateó .287, con 28 jonrones, y empujó 86 carreras tras asumir la receptoría de los Yankees en el 2000.

Tras la campaña del 2001, Posada se operó el hombro derecho, pero los Yankees dicen que deberá estar listo para iniciar la temporada.

Posada puede dar por terminado el contrato tras jugar los tres primeros años, por 21,5 millones de dólares, y declararse agente libre tras la campaña 2004. Nueva York tiene una opción para un año adicional, que elevaría el total del contrato a 65 millones.

El contrato de Posada incluye una bonificación de firma de 15 millones de dólares, 1,5 millones a ser pagados este año, 2 millones en el 2003, 3 millones en el 2004, 4 millones en el 2005 y 4,5 millones en el 2006.

Posada recibirá salarios anuales de 4 millones en el 2002, 5 millones en el 2003, 6 millones en el 2004, 8 millones en el 2005 y 9 millones en el 2006.

La opción de los Yankees para el 2007 es por 12 millones de dólares, y el salario estaría garantizado si Posada totaliza 330 intervenciones como catcher en las campañas 2004, 2005 y 2006.

Con la firma del contrato, Shane Spencer es ahora el único jugador de los Yankees en proceso de arbitraje salarial, y su audiencia ha sido fijada para el miércoles. Spencer, que ganó 320.000 dólares la campaña pasada, pidió 1,2 millones y le ofrecieron 750.000 dólares.