Narváez busca su mayor alegría

Omar Narváez, uno de los proyectos más serios de Argentina y con sólo 11 peleas profesionales, combatirá este sábado por el título de los moscas de la Organización Mundial de Boxeo (OMB)

POR EL TÍTULO
Omar Narváez tendrá su chance en el Luna Park
(Gentileza FAB)
BUENOS AIRES - Hasta hace menos de dos años, Omar Andrés Narváez era considerado un emblema entre los deportistas argentinos aficionados. Su participación en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata 1999 y los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y Sydney 2000 así lo ratificaban.

La excelente campaña realizada de la mano del entrenador cubano Sarbelio Fuentes no tuvo la coronación que tanto esfuerzo y dedicación se merecían.

Entonces, a fines de 2000 llegó la hora de convertirse en profesional. Muchos argumentaban que un paso tan dilatado por el amateurismo condicionaría la carrera rentada de este chubutense de 26 años.

Sin embargo, en menos de un año y medio el "Huracán" se convirtió en uno de los proyectos más serios del boxeo argentino y con sólo 11 peleas profesionales le surgió una posibilidad por la que la mayoría de sus colegas luchan por conseguir durante años.

Este sábado, Narváez (10-0-0-1 s/d, 7 KOs) enfrentará al nicaragüense Adonis Rivas (18-2-0-1 s/d, 10 KOs), quien realizará la primera defensa del título de los moscas de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

Pero, además, en esta época de vacas flacas para el pugilismo nacional, al cual le ha quedado un solo monarca mundial, la fiesta puede llegar a ser completa, ya que el combate marcará la reapertura al boxeo del legendario estadio Luna Park, después de 13 años de ausencia.

Por eso, este sábado Narváez seguramente vivirá una noche mágica. En esta charla con ESPNdeportes.com, el chubutense radicado en Córdoba desde hace un año revela cómo se ha preparado para la gran oportunidad de su vida y cuenta cómo vive íntimamente los días previos.

-- ¿Cómo se vive interiormente los días previos a la oportunidad más grande de tu vida deportiva?
-- Ser el protagonista de una gran velada boxística es algo muy lindo. Sobre todo, porque se trata de la reapertura del Luna Park, que es el estadio más grande que dio la Argentina. Se me están dando dos sueños. Por un lado, siempre me sacrifiqué y me esmeré mucho para estar ante una chance como ésta. Y, por el otro, ser el protagonista en la noche de la vuelta al boxeo del Luna es algo increíble.

-- ¿Te imaginaste algo así en algún momento de tu vida?
-- No, ni en mis mejores sueños. Cuando comencé a boxear, en 1993, el Luna ya había cerrado sus puertas al boxeo. Siempre me imaginé peleando por un título, pero nunca en el Luna Park.

-- ¿Cómo fue el momento en que te confirmaron que la pelea se hacía?
-- Estábamos en una confitería y cuando me dieron la noticia sentí cosquillas en el estómago. También sentí nervios, pero ahora ya no los tengo. Estoy preparado y he trabajado mucho para que todo me salga bien.

-- ¿Qué imágenes se te cruzan por la cabeza con respecto a la pelea del sábado?
-- A veces sueño despierto con mi entrada al ring. Y luego se me pasa la imagen de la consagración, cuando me colocan el cinturón. Creo que ese es el sueño de todo pibe, que se imagina la ovación del público al convertirse en campeón mundial. También imagino a toda la gente feliz.

-- ¿Qué cambió en el plano deportivo a partir de saber que ibas a pelear por un título del mundo?
-- Por un lado, creo que estuve preparado toda mi vida para esta pelea. Pero, por otro, comencé a entrenar con mucho mayor entusiasmo, porque se me acercaba la hora de la verdad. Por suerte, todo el proceso de entrenamiento fue normal y no tuve ningún inconveniente, así que llego muy bien preparado. Después de haber entrenado muy duro, ahora estamos en la etapa de mantenimiento.

-- ¿Qué sabés de tu rival?
-- Vi tres peleas de él, de las cuales dos fueron contra zurdos. Creo que es un rival respetable, que da todo arriba del ring. Pero no es un boxeador que te impresione. Es guapo, pero nada de otro mundo. Además, creo que su estilo frontal es el que más me conviene, ya que lo mío es el contragolpe.

-- ¿Si ganás el sábado será una revancha por las frustraciones en los Juegos Olímpicos?
-- Siempre pensé en tomarme desquite de las derrotas en los Juegos Olímpicos. Siempre creí que si no se me daba en ese entonces, sería en alguna otra oportunidad. Pero ahora estoy tranquilo y espero que se me de este sábado.

-- ¿Íntimamente, pensás "no voy a tener otra oportunidad como ésta"?
-- Sí, seguramente. Esta es la gran cartelera para poder mostrarme y quedar bien ante mi gente. Pero no me desespero, porque eso me jugaría en contra. En realidad, desde mis días como aficionado estoy acostumbrado a estar en la mira de la gente. Pero esta vez hay un respeto especial por tratarse del Luna. Por eso, digo que me intimida más el Luna Park que mi rival.

-- ¿Cuándo subas al ring, vas a pensar en el pueblo argentino, especialmente después del duro golpe que significó el fracaso en el Mundial? ¿O, simplemente, peleás por tu propia gloria?
-- Siempre soñé con alegrar a la gente. Hoy en día la gente necesita de alegrías deportivas, sobre todo por la gran frustración que nos llevamos con el deporte que más nos representa. Espero que esta vez sea el boxeo pueda darle una sonrisa al pueblo, que se la merece por todo lo que está pasando.

-- ¿En quiénes pensarás cuando estés a punto de subir al cuadrilátero?
-- En mi mamá, María Beatriz Gutiérrez, que hace 10 años que no la tengo conmigo y siempre la necesité. Pero también en toda mi familia, que siempre me apoyaron para que pudiera seguir adelante con esta carrera tan difícil. Además, me gustaría poder ganar para llevar un mensaje positivo a todos los boxeadores que se entrenan con seriedad en la Argentina.


SEBASTIÁN CONTURSI es redactor especial de ESPNdeportes.com.

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