Schumi también puede hacerlo solo

En las dos ediciones anteriores del Gran Premio de Austria, el campeón había sido ayudado por su compañero de equipo. Esta vez, demostró que es capaz de ganar sin recibir colaboración. Schumi derrotó a los problemas, logró su 67° triunfo y ahora acosa a Kimi Räikkönen en el Campeonato Mundial

TRES AL HILO
El alemán Michael Schumacher festejando la conquista en el GP de Austria, la tercer carrera consecutiva en el 2003.
(Reuters)
BUENOS AIRES -- Como si recién aprendiera a caminar, Michael Schumacher necesitaba demostrar que podía hacerlo solo. En Austria, el viejo circuito Österreichring remodelado y llamado A1 Ring desde 1997, y quizá usado por última vez, el alemán con cinco títulos mundiales y 34 años debía ratificar que era capaz de vencer sin ayuda, como tantas veces antes lo había logrado en otras pistas.

El estigma le punzaba el orgullo. Hasta el año pasado, Schumi jamás había ganado el Gran Premio de Austria. En 2001 recibió un regalo de Rubens Barrichello, su compañero en Ferrari: el segundo puesto, como ordenó el equipo, para quien mejor colocado estaba en el Mundial. En 2002 fue peor. El brasileño, dominador en el fin de semana, lo dejó pasar en plena recta, a metros del banderazo, para que el alemán ganara.

Los abucheos de la gente, históricos en el Campeonato Mundial, la tensión posterior por las críticas y la multa de la Federación Internacional del Automóvil a Ferrari convirtieron aquella victoria de Schumacher, la primera en Austria, en un recuerdo imborrable por lo bochornoso. Un campeón como el alemán merecía algo mejor.

Quizá haya sido la última carrera en A1 Ring, aunque su nuevo propietario (la empresa de bebidas Red Bull) quiera mantener la fecha en el calendario. La competencia en Austria figura como candidata a perder su puesto en el almanaque debido a las posibles entradas de fechas en China y Barhein. Entonces, Schumacher, el que ha ganado legítimamente en todos los circuitos del Mundial, debía despedirse como corresponde.

MÁXIMA VELOCIDAD
La clasificación -con su 54ª pole position incluida- había sido una demostración del poderío que la Ferrari F2003-GA estrenada con victoria en España, la fecha anterior, tiene en manos del número 1. En carrera, no habría estrategia que pudiera vencer al coche de Maranello que marcha invicto en Fórmula Uno: dos corridas, dos ganadas.

Las dos largadas fallidas -ambas por problemas en el sistema de lanzamiento del Toyota de Cristiano da Matta- no inquietaron al campeón. El salto de Juan Pablo Montoya, del tercero al segundo lugar en la partida, tampoco. Ni siquiera la neutralización del auto de seguridad para quitar al Minardi de Jos Verstappen de un costado de la recta principal. Schumacher les ganó a todos.

Cuando tuvo pista libre, construyó su ventaja hilvanando un récord de vuelta seguido de otro. Una llovizna lo sorprendió luego de la primera docena de giros y el colombiano Montoya, más firme, se le arrimó. Pero enseguida recuperó el ritmo.

La única amenaza real que sufrió la tercera -y consecutiva- victoria de Schumacher este año no ocurrió en la pista sino en los boxes. Fue en la primera de las dos paradas programadas. Barrichello ya había sufrido una demora con el sistema de recarga de combustible. El auto del alemán padeció un principio de incendio cuando le extrajeron la manguera. Estuvo 20s4 detenido, pero logró salir a pista sin daños, apenas un poco sucio por la descarga de los extinguidores de fuego.

MÁXIMA CONFIABILIDAD
Cuando quedó claro que la mayoría había elegido detenerse dos veces (la excepción parecía ser el español Fernando Alonso, que interrumpió su gran avance desde el fondo con un despiste por una falla en el motor), quedó también ratificado que Schumacher viajaba a otro ritmo. Pese al problema en los boxes, estaba tercero, acosando a Kimi Räikkönen y no muy lejos de Montoya, el puntero ocasional.

El colombiano duró poco. El motor BMW P83 empezó a fallar antes de la mitad del recorrido y Montoya fue camino a los boxes. Schumi aprovechó la incertidumbre creada por la rotura del colombiano y pasó -casi en la misma curva en que alcanzó al Williams- a Räikkönen. El 26° Gran Premio de Austria iniciaba su conclusión.

El segundo turno de detenciones les dio su tiempo en punta a Räikkönen y Barrichello, que completaron el cuarteto de pilotos (dos Ferrari, un Williams y un McLaren) que llegaron a encabezar la carrera. Hasta que volvió Schumacher, el mayor, y el último atractivo de la sexta fecha fue la lucha por el segundo puesto que Räikkönen y Barrichello mantuvieron durante la última media docena de vueltas.

En las dos carreras corridas por la F2003-GA, Ferrari cosechó dos victorias y dos terceros puestos con Schumi y Rubinho. Es decir: 36 puntos sobre 32 posibles (el 88,8%). En 20 días, anunció Ferrari, iniciarán el diseño del coche para la temporada 2004. Mientras tanto, McLaren, el único equipo que aún no presentó su auto 2003, espera poder estrenar su MP4/18 en Canadá, la octava fecha, cuando se cierre la primera mitad del año. Definitivamente, lo necesita. Schumacher y Ferrari le están ganando.

MARTÍN URRUTY es periodista especializado en automovilismo desde 1993. Trabajó en el diario Clarín y en Radio Rivadavia y fue co-autor del libro "Formula 1 -50 años- La eterna pasión". Actualmente es redactor del diario deportivo Olé, y además es de columnista del SportsCenter Latino de ESPN, de ESPN Radio en Rivadavia y de ESPNdeportes.com.

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domingo, 18 de mayo