Porto ha corrido tanto, 108 carreras mundialistas (107 en 250 tras aquel debut en Argentina 94, como invitado en 125 cc), que parece un veterano. Es un experto de sólo 24 años. Porto ya ganó, en Brasil 2002, y subió otras cuatro veces al podio con una moto del segundo pelotón: la Yamaha del disuelto equipo malayo que sostenía económicamente la petrolera Petronas. Con ritmo de punta, sólo le falta la máquina capaz de mantenerlo en ese lugar. Que sea, entonces, la Honda NSW250 provista por la fábrica japonesa.

EL RENACIMIENTO
Un año atrás, cuando la campaña sin timón de Porto parecía encallar definitivamente, confluyeron las necesidades que reinstalaron al argentino en el Mundial del cuarto litro. Aquella promesa en la que Sebas se había convertido al ganar el competitivo Campeonato Europeo, en 1996, no se revalidó a tiempo. Casi siempre escaso de fondos, saltando entre equipos de nivel medio y arañando -sin llegar a tocarla- la ansiada moto oficial, al rafaelino se le pasaron los años sin hacer pie.

Entre el abatimiento y la desesperación, Porto llegó a pensar en volverse de Europa y dedicarse a correr en autos en el Argentina. Pero los promotores del Mundial, la empresa Dorna que encabeza el español Carmelo Ezpeleta, entendieron la necesidad de tener un piloto hispanoamericano -al cabo, el único con continuidad desde hace varios años- capaz de mantener la atracción por las motos en Sudamérica. Y acomodaron las fichas para que Porto siguiera en 250, con una buena moto. Fue la Yamaha con la que terminó quinto (su mejor ubicación histórica) en el campeonato 2002.

LA ERA MODERNA
En un ejercicio impensado años atrás, cuando el futuro se resolvía sobre la hora, ahora Porto analiza a largo plazo. Su representante, el abogado español Paco Sánchez (manejador del catalán Alex Crivillé, campeón 1999 de 500 cc, y de varios patrocinantes europeos), firmó el contrato que vincula a Porto con el equipo de Alberto Puig por 2003, con la opción de un posible salto a MotoGP en 2004. A Sebas lo sedujo el porvenir.

Entre las ofertas que manejaba el argentino, Aprilia era una realidad y Honda, una incógnita. La marca de Noale acaba de lograr 1-2 en el campeonato, con el italiano Marco Melandri y el español Fonsi Nieto. La insignia del ala, en cambio, no ganó carreras en 2002 y terminó tercera en el torneo de pilotos, con el italiano Roberto Rolfo.

Sin embargo, en Motegi (Gran Premio del Pacífico), presentó un prototipo de su moto para 2003. La NS250, guiada por el novato local Yuki Takahashi, fue tercera en la pista japonesa. Esa moto es la base de la que los ingenieros japoneses están construyendo para Porto y Rolfo, quien seguirá con la marca, pero atendido por otra escuadra.

El peso del apellido Puig en Honda garantiza el mejor material posible para Porto. Puch, como pronuncian los catalanes el apellido Puig, fue piloto de la marca durante mucho tiempo y en 1995 se convirtió en el primer español en ganar una carrera en 500 cc, derrotando a figuras como Michael Doohan y Luca Cadalora. Se retiró temprano y, a los 35 años, se dedica a formar pilotos jóvenes en 125 cc. El próximo año será el primero suyo en 250 cc y con un piloto exigente como Porto.

Las dos marcas con representación oficial en el cuarto litro de cilindrada serán Honda y Aprilia. En la marca italiana permanecerán los españoles Nieto y Toni Elías (subcampeón y cuarto, respectivamente, este año). Honda, quedó dicho, tendrá a Porto y a Rolfo.