El nombre del nuevo bólido "rosso" sigue la tradición de los últimos años, en donde figura la "F" de "Ferrari" seguido del año en curso (2003), pero incorpora, como homenaje al "Avvocato", las siglas de su nombre y apellido "GA".

Se trata de un vehículo que sigue la misma filosofía en cuanto a concepción de las dos últimos modelos que le han precedido, y arrollado en el mundial, pero presenta nuevas soluciones técnicas y un nuevo motor, más ligero y más potente.

También, durante la presentación realizada en la "Nueva Logística" de Maranello (sede de la escudería), ha sido bautizada como el modelo "más bello" de todos los anteriores. El chasis es a nido de ave con fibra de carbono, el cambio es longitudinal Ferrari con diferencial autoblocante, siendo semiautomático secuencial a control electrónico.

El "F2003-GA" mide 4545 milímetros de largo, 1796 de ancho y 959 de altura. Su peso (con agua, aceite y piloto) es de unos 600 kilogramos, mientras que las ruedas anteriores y posteriores son de 13 pulgadas.

El nuevo motor, denominado "052", en un 10 cilindros a "V". Tiene 40 válvulas, su cilindrada es de unos 2.997 cc, y tiene 850 CV.

Durante la presentación, lógicamente, se recordó al recién fallecido patrón Gianni Agnelli, cuya familia es propietaria de "FIAT" y "Ferrari". Y es que ha sido la primera presentación de "Ferrari" en la que el "Avvocato" no ha estado ni presente ni al teléfono, tal y como aconteció en las últimas ocasiones.

"Así como el pasado año hemos dedicado a Enzo Ferrari nuestro vehículo más innovador y extremo, con conmoción y gratitud dedicamos el de este año a una persona que ha estado muy, muy cercana y que personalmente me faltará mucho", dijo, emocionado, el presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo.

"Gianni Agnelli ha sido el punto de referencia de mi vida durante 35 años y no le olvidaré nunca", añadió el presidente de Ferrari, "desde 1992 a 1999 hemos trabajado mucho para llevar esta escudería al éxito en la Fórmula Uno y su apoyo ha sido siempre fundamental. Nos faltará".

En el multitudinario "estreno", lógicamente, estaban presentes todos los mandos de "Ferrari", al frente con su presidente Cordero di Montezemolo, y los dos pilotos oficiales, el alemán y campeón mundial Michael Schumacher y el brasileño Rubens Barrichello, quienes llegaron a bordo de una "575 Maranello" conducida por el suramericano.