De paso por Buenos Aires, y mientras vigila la marcha del mundial, Acosta se da tiempo para todo, para hablar a su favor y de aquellos que ayudan al negocio, y, por supuesto del deporte mismo.

- Si me equivocaba con la elección de la Argentina como sede del Mundial, me cortaban (sus rivales dentro de la FIVB) la cabeza. Es más, algunos la pedían antes de confirmar a este país como sede.

- ¿ Por qué ?
- Y...porque varios países me pidieron cambiar la sede, y hasta incluso quisieron posponer el Mundial. Algunos de los colaboradores que tengo en Francia y Suiza me decían que le sacara a la Argentina la sede, por la conflictiva situación que vive el país, pero yo les dije que el pueblo argentino no se iba a amotinar y hacer disturbio durante los partidos. La gente sabe diferenciar muy bien a sus héroes deportivos, de los políticos.

- Y no se equivocó.
- Tenía confianza en el pueblo argentino, sabía que no me iban a fallar. Además fue muy importante la colaboración de mucha gente, de los dirigentes del voleibol y del Secretario de Turismo (por Daniel Scioli).

- ¿ A qué se debieron los corto circuitos que surgieron con los dirigentes argentinos ?
- Creo que de parte de ellos hubo una falta de comprensión de las reglas de la organización, pretendían que la FIVB les diera cosas que realmente no podíamos darle.

- ¿ Le gusta este Mundial ?
- Es un torneo fantástico, tiene un mejor nivel de lo esperado. Fue muy grato ver el nivel mostrado por Francia, Portugal, Grecia, equipos que sin la ayuda de la Liga Mundial no hubieran tenido ese nivel. Ese es otro de los cuestionamientos que me hicieron algunos dirigentes. Ellos decían: ¿cómo vamos a jugar un Mundial tan cerca del final de la liga? Y creo que no me equivoqué, mire el caso de la Argentina. No jugó una buena liga y todos decían que iba ser un mal torneo, pero el jugar la liga le permitió descubrir errores y corregirlos.

- ¿ Quién es su candidato a quedarse con el título ?
- Yo no puedo tener favoritos, pero el país organizador debe estar dentro de la pelea, eso es normal. Sino llega a cuartos de final, o a semifinales, el público no acompaña tanto lo que queda del torneo.