Real Madrid avanza a 8avos de final con más fortuna que aciertos

Nacho confía en Cristiano y todas las figuras de Real Madrid para cobrarse venganza.
Nacho confía en Cristiano y todas las figuras de Real Madrid para cobrarse venganza.
Getty Images

Paola Núñez | Corresponsal

MADRID (ESPN Digital) -- Un tanto de Nacho en la primera parte puso al Real Madrid como líder de su grupo en la Champions League gracias a una victoria por 1-0 sobre el PSG en un encuentro en el que tuvo más fortuna que acierto disputado este martes en el Santiago Bernabéu.

El conjunto francés se había tomado en serio la misión de asaltar la capital española. Comenzó por sembrar miedo y desorden, a tal punto que hasta Luka Modric se veía desbordado. Y con qué agresividad iban por cada balón. Diez minutos duró Isco antes de tener que abandonar momentáneamente el terreno con la cabeza sangrando. El malagueño recibía puntos de sutura en el túnel de vestuarios y el Bernabéu temblaba. Los de Laurent Blanc ganaban en todo; en intensidad, en la presión, por aire, en la media... Si el Madrid había tenido algún acercamiento había sido en fuera de lugar. Hasta los tiempos medía mejor el rival.

Pero la suerte no se le acaba a este Madrid que sigue imbatido sin saber bien cómo, y mientras aguantaban con diez a que volviera Isco, PSG perdió su medio más talentoso. Marco Verratti tuvo que ser sustituido por Rabiot debido a problemas en un tobillo. El alivio fue superficial; la visita había llegado con un arsenal y había encontrado por dónde avanzar.

La falta de costumbre del cuadro merengue a las visitas insignes se traducía a veces en estupor y a veces en impotencia. Matuidi ponía pelea a Modric y ganaba más de lo que perdía. Danilo simplemente no podía con Cavani y Maxwell juntos. Marcelo y Kroos enloquecían con Di María. A la mala comenzaban a comprender los blancos que Las Palmas no es París.

La grada aguantaba la respiración cada que Ibra le caía a Casemiro para presionar. El sueco ganaba todas, y cada balón que pasaba por sus pies acababa en ocasión para los franceses. Ya sufría el cuadro merengue, que se había tenido que replegar, cuando a la media hora de juego perdió al único hombre sin recambio natural. Marcelo.

Pero otra vez intervino la suerte. Nacho, que había entrado por el lateral brasileño, se encontró con la oportunidad de tranquilizar. Fue fortuito; un error de Thiago Silva, pero igual cuenta. Toni Kroos intentó el disparo de larga distancia. El defensa brasileño metió la pierna para bloquear el tiro, pero el balón le rebotó en la pierna y salió en parábola hacia el área. Nacho sólo tuvo que estar atento para prenderlo y de primera marcar el 1-0.

Fue un duro golpe para las filas de Blanc. Les acababan de echar a perder un partido que hasta ese momento tenían bajo control. La frustración alimentó su ímpetu y se fueron al frente a intentarlo con todo. Madrid se hacía cada vez más pequeñito y París soñaba. Lo malo es que Ibra estaba muy ocupado abriendo espacios y tuvo que dejar la tarea de rematar a Cavani y cuando éste no fallaba de manera inexplicable - desperdició hasta cuatro ocasiones cantadas - al tico lo ayudaba la buena estrella.

El partido empezó a perder intensidad pasada la hora de juego. PSG había optado por la frialdad en los movimientos para abrir a los merengue, pero ya no llegaba tano a la portería de Keylor y perdía más balones, si bien repelía a los locales con la misma agresividad. Isco tuvo que ser atendido de nuevo cuando se le abrió la herida después de un encontronazo con David Luiz.

El equipo de Rafa Benítez esperaba. Al error de los parisinos, la inspiración de Cristiano, que aunque en modo latente, estaba en la cancha, un chispazo de Isco, que terminó dejando su puesto a Kovacic. A otro golpe de suerte. Robó algún balón, que no supo o no pudo aprovechar, pues la única clara que tuvo, un disparo de Kroos, fue repelida con habilidad por Trapp. Para entonces ya se había agotado la reserva de energía de los de Blanc, que seguían en control, pero ya no encontraban como abrirse camino hacia la portería de Keylor. Como si se estrellaran con un muro invisible. Cuando la fortuna se pone de su lado, no hay manera de acabar ni con la versión más frágil del Real Madrid.