Veracruz golea al Necaxa y conquista la Copa Corona MX

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VERACRUZ (ESPN Digita) -- Los Tiburones merodeaban con sigilo por el Luis 'Pirata' Fuente. Había mucha hambre de triunfo. Estaban en su entorno y ante sus condiciones. No había razón ni motivos para fallar. Se saboreaban a su víctima para terminar con la Copa en las manos. La trampa funcionó y como auténticos depredadores, se devoraron a unos Rayos indefensos. El título se quedó en el puerto.

El Veracruz no especuló. Si le dio la seriedad necesaria toda la temporada, en la Final era más que obvio que iba a seguir esa tendencia. Carlos Reinoso no se guardó nada y mandó su 11 de gala a la cancha. Lo demás era responder en el terreno de juego.

El problema inicial fue que Necaxa no lo puso nada fácil. Su resistencia fue brutal en el primer tiempo y se cayó por completo en el complemento. En los primeros 45 minutos los Rayos no regalaron un palmo de terreno. Se defendieron en cada sector. Más que ganar, la mente estaba puesta en frustrar al Veracruz. Y lo consiguió en un inicio.

La primera etapa se escurrió sin mucho para la anécdota. Pocas llegadas, mucha tensión, dos equipos que chocaban en cada sector y sin goles en el marcador. El cazador era el local y no sabía la manera de llegar. O al menos no explotaban todas sus fuerzas.

Pasado el descanso, los Escualos salieron desatados. Tanto en emociones como en ganas de salir victoriosos. Ya no hubo facilidades ni frustraciones. Lo dejaron todo para inclinar la balanza y definir la batalla. Con un gol se abrió la cloaca y el resto fue puro festejo.

Hugo Cid apareció al 48’ para poner el primero sobre la pizarra. Necaxa intentó sin mucho ímpetu, pero aprovechó la euforia desbordada de los Tiburones para igualar las condiciones en menos de cuatro minutos. Jorge Sánchez fue el responsable de ello.

El depredador despertó de repente. Atacó en el momento adecuado y no dio más vida a los Rayos. Julio Furch, su referente, apareció para dar con las redes y cazar a sus rivales. Al minuto 58 volvió a inclinar la balanza y Veracruz no volvió a distraerse.

Noya y de nueva cuenta Furch pusieron de su cosecha para finiquitar la batalla. El Veracruz vio el campeonato de cerca y no lo soltó ante su gente. El Necaxa, como víctima, tampoco opuso mucha resistencia al verse inferior. El campeonato ya estaba definido.