Sin partidos de entre semana por la Copa Libertadores de América, Bianchi evalúa los factibles ingresos del habilidoso enganche Ezequiel González y del siempre desequilibrante delantero Guillermo Barros Schelotto, en lugar del juvenil Carlos Tévez y del atacante Raúl Estévez.

Con estas variantes respecto a la formación con que se impuso 2-0 en la ciudad de La Plata, frente a Estudiantes, el conjunto xeneize jugaría ante San Lorenzo con su mayor potencial, en procura de superar a los líderes Racing Club y Rosario Central.

Si bien el calvo y exitoso DT aún no lo confirmó, el resto del equipo sería el mismo que el pasado domingo le ganó a Estudiantes. En consecuencia, uno de los escoltas de los punteros (el restante es Vélez Sarsfield) sería visitante de San Lorenzo con Roberto Abbondanzieri; Hugo Benjamín Ibarra, Nicolás Burdisso, Diego Crosa, Clemente Rodríguez; Javier Villarreal, Raúl Cascini, Diego Cagna; Ezequiel González; Barros Schelotto y Marcelo Delgado.

Tras el primer lunes de descanso, después de 21 días sin ninguna licencia, los jugadores de Boca retornaron el martes a la mañana con buen humor a las prácticas. Cuando finalizó el entrenamiento en Casa Amarilla, en el plantel boquense coincidieron en que "el equipo todavía tiene mucho que mejorar".

"Estamos bien en el torneo y en la Copa, pero sabemos que nos falta. No estamos para regalar mucho, así que por eso seguimos trabajando con todo para mejorar", dijo Abbondanzieri.

El arquero no ocultó el "respeto" que Boca tiene por San Lorenzo, un adversario "que a mi me tiene de hijo desde la época en que jugaba Silas, cuando me hicieron cuatro goles". "Con Racing, en las últimas temporadas nos hicieron la vida imposible", enfatizó con indisimulable amargura.

Asimismo, Marcelo Delgado acotó que "si bien es un equipo que no empezó bien el torneo, tiene buenos jugadores y van a querer ganarnos a toda costa. Con ellos, nunca hay que confiarse".