Los goles del conjunto "sabalero", uno en cada etapa, fueron convertidos por Alcídes Píccoli y César Carignano. Durante la primera etapa, muy pobre por cierto, Colón logró ser un poco más ordenado, y favorecido por el tempranero gol de Píccoli consiguió inquietar un poquito más, pero sin dominar. En ese lapso el partido fue malo, también el piso de la cancha no ayudó demasiado. Jugaron en una franja de 40 metros del sector medio, y lógicamente, corrieron más de lo que jugaron.

Estudiantes no tuvo vuelo futbolístico, con los debuts del arquero Nacho González (sin culpa en los goles) y la de los defensores paraguayos Edgar Balbuena y Juan Cáceres, reiteró errores defensivos, además siguió con una exasperante lentitud, sobre todo por el lado del juvenil Colotto. Tampoco funcionó su mediocampo, y mucho menos los de arriba donde el Tecla Farías de a ratos debió ser un espectador de lujo porque no le llegó una sola pelota. Colón abrió el marcador en la primera aproximación seria, a los 4 minutos, cuando un tiro de esquina desde la derecha enviado por Parodi fue cabeceado en primera instancia por Pereyra y en segundo término por Píccoli haciendo valer, una vez más, ese viejo axioma que reza "dos cabezazos en el área es gol".

Recién a los 9 respondió Estudiantes con una contra perfecta iniciada por Farías y el posterior disparo del "Chino" Aquino que Tombolini alcanzó a desviar al córner. Un minuto después un bombazo de Cardozo salió apenas alto en lo que fue lo único en materia ofensiva del equipo platense durante el primer tiempo.

Colón, no hizo demasiado. Además del gol, sólo puso en aprietos a Nacho González en dos ocasiones, a los 35 y 37, pero nada más de un primer tiempo para el olvido. Lo más rescatable llegó en el segundo tiempo porque Estudiantes adelantó sus lineas, apareció Pompei con la pelota y así Tombolini tuvo dos atajadas fundamentales antes de que el local estirara las diferencias con esa contra perfecta de Carignano, aunque vale resaltar la mediocridad de las acciones. En plena "mejoría" pincharrata Tombolini tuvo mucho que ver para que los de Malbernat no llegaran a la igualdad.

A los 20, se lo tapó a Farías después de una contra encabezada por Pompei y a los 30, el ex Central le ahogó el grito a Pavone al desviar con mucho esfuerzo un bombazo del juvenil delantero platense. Ese mejor andar "pincha" se cortó abruptamente a los 34 cuando Carignano inició una contra en tres cuartos de cancha, se llevó las marcas y metió un zurdazo que fue atajado a media por González, el rebote lo capitalizó el goleador para anotar el segundo y definitorio tanto.

SINTESIS DEL PARTIDO