Este será uno de los choques más desiguales entre los dos equipos más relevantes de la Liga de los últimos años. No obstante, el clásico español por excelencia siempre ha echado mano de otras dimensiones, además de la deportiva, para estimular el choque y a sus protagonistas.

Por este motivo, el Barcelona deberá recurrir a una sobredosis de moral para crecer futbolísticamente ante un Real Madrid claramente superior, en juego, en eficacia y en uno por uno con los jugadores barcelonista.

Pero nunca un choque entre ambas entidades ha sonreído por definición al equipo que mejor jugaba a fútbol en el momento. El clásico ha sido, en una gran mayoría de ocasiones, para quien más lo ha necesitado. En este caso, la ansiedad, aunque expresada con diferente intensidad, la tienen los dos equipos: uno, por salir del pozo de la clasificación (Barcelona), y el otro, por consolidar su liderato (Real Madrid).

El Real Madrid afronta el choque desde la atalaya de la clasificación, mientras que el Barcelona atropellado por los malos resultados, aunque refugiado en piel de cordero, atemorizado por su futuro incierto en la Liga y muy alejado de las primeras posiciones (duodécimo).

Sólo les une que en la jornada anterior perdieron sus respectivos partidos por 4-2, aunque el tropiezo madridista en San Sebastián le restó ventaja en el liderato, mientras que la derrota del Barca contra el Deportivo le condujo de la novena a la duodécima posición, y casi le quitó todas las posibilidades de acabar entre los seis primeros, al tiempo que le acercó un poco más al grupo que lucha por evitar el descenso.

Sin duda, el escenario en el que se mueve el Barca podría haber parecido inimaginable al comienzo de la temporada, en cuyo arranque acostumbra, junto al Madrid, a salir como candidato para competir por las cotas de éxito más elevadas en todos los torneos. Pero este año, la trayectoria del Barcelona, desigual en los escenarios que ha participado (Liga, 'Champions' y Copa), le ha llevado a una situación de 'ko' en la Liga, donde ha estado coqueteando con las posiciones bajas en demasiadas jornadas.

La llegada de Radomir Antic pareció ser el revulsivo que esperaba el Barca, pero en las últimas jornadas la dirección del técnico no ha ayudado en exceso a relanzar al equipo catalán hacia la zona donde se pelea por una posición europea.

En cambio, en la Liga de Campeones, el Barcelona llegó a los cuartos de final después de pulverizar un récord de partidos ganados consecutivamente, al conseguir once triunfos seguidos.

La trayectoria del Madrid tiene algo de similar en la Liga de Campeones, competición en la que sin tanta contundencia se ha colado también el cuartos, pero en la Liga su paso firme y contundente le ha catapultado hacia el liderato, también aprovechando un momento de flaqueza que mostró la Real Sociedad hace unas semanas.

El equipo que dirige Vicente del Bosque ofrece, sobre el papel, toda la fiabilidad que le falta al Barcelona para acometer sus objetivos. El Real Madrid, que sólo ha caído en la Copa del Rey (frente al Mallorca), vuelve a estar en la posición más ventajosa para sumar el doblete (Liga y 'Champions'), objetivo que con el nuevo formato de la Liga de Campeones aún no ha conseguido.

El éxito del Madrid, además de su calidad jugador por jugador, estriba en haber logrado una racha incontestable de seis triunfos consecutivos en el momento en que flaqueó la Real; arrancó con el 3-1 al Valladolid y finalizó cinco partidos después con otra victoria contra el Rayo (3-1), en una tarde memorable de los jugadores número '12' como son Portillo y Morientes.

Ante el partido contra el Barcelona, el pronóstico del clásico de la Liga sonríe claramente a la entidad madridista, sobre todo porque llega mucho más sobrado de fuerzas que su rival y su efectividad no encuentra parecido en el bando barcelonista.