"A mí me es indiferente si viene Beckham o no. No me preocupa nada. Tengo tres años más de contrato y si me quieren echar tendrán que hablar conmigo, porque yo decidiré mi futuro, siempre será así. Yo decido mi futuro", dijo Figo, en declaraciones a la prensa deportiva española.

El portugués, que está concentrado en Oporto con la selección de su país para el amistoso del próximo sábado contra Brasil, indicó en tono de broma que con un trueque Figo-Beckham entre Real Madrid y Manchester "saldría perdiendo el Madrid".

"Es normal que salgan nombres y seguro que no será el último, aparecerán otros mil. Pero me da que el negocio está cambiando. En el fútbol hay poco dinero en estos momentos. Hay crisis y el negocio en general ha cambiado. Creo que los grandes fichajes se han acabado. No veo posible que ningún equipo se embarque en una historia parecida", agregó el madridista.

Tras admitir que Beckham le "gusta como jugador", Figo calificó de "rumor" las informaciones relativas a la posible llegada del inglés y "los rumores buscan desestabilizar al Real Madrid porque ven que la trayectoria del equipo es buena y puede hacer grandes cosas esta temporada".

"Creen que nos van a alterar, pero se equivocan. Todos los años por estas fechas pasa lo mismo. No quiero comentar nada sobre este tema, porque es dar más énfasis a todos los que están interesados en hablar de ello. Si viene, ya hablaremos, pero si no está ¿para qué hablar?", apuntó el portugués.

Figo insistió en que está "muy tranquilo y centrado en el Real Madrid y en la selección" a pesar de las informaciones aparecidas en España y las palabras del propio Beckham, quien dijo sentirse muy halagado por el interés de un equipo como el conjunto blanco.

"Lo más importante es que me siento muy querido en el Real Madrid. Tanto el entrenador, como los compañeros, como la gente del club, como la afición me aprecian y me quieren y eso es definitivo. Tienen confianza en mí y lo demuestran cada día. ¿Dónde voy a estar mejor que en el Real Madrid?. Imposible ¿verdad?", añadió.

El centrocampista portugués, que fue el primer fichaje del presidente Florentino Pérez cuando accedió a la presidencia del Real Madrid en julio de 2000 y dejó el Barcelona para incorporarse al eterno rival de los azulgranas, insiste en que no es un jugador de los que suelen "cambiar cada año de equipo".