Esta frase ha sido suficiente para que la 'Beckhamanía' se instale entre los aficionados y para que el asunto salte a las portadas de los periódicos deportivos madrileños.

La llegada de Florentino Pérez a la presidencia del Real Madrid y los fichajes sucesivos de Figo, Zidane y Ronaldo, en las tres últimas temporadas, han hecho junto a las declaraciones de Valdano que el asunto adquiera unas dimensiones inusitadas.

El parón liguero en España, por los compromisos de las distintas selecciones nacionales en busca de una plaza para la Eurocopa de Portugal 2004, los rumores de malestar existentes entre el jugador inglés y su entrenador, Alex Ferguson, y el 'glamour' del Real Madrid en el perfecto matrimonio que mantiene con la Liga de Campeones en los últimos años han sido un buen caldo de cultivo.

Beckham no ha tardado en saltar a la arena para no decir nada. "Es un honor que el Real Madrid se fije en mí, pero ya estoy en un gran club, uno de los mejores del mundo". Las mismas palabras, más o menos, que con anterioridad dijeron Zidane o Ronaldo antes de abandonar el Juventus de Turín y el Inter de Milán.

En contra de todo parece estar la incompatibilidad de Figo y Beckham, ya que ambos juegan de lo mismo y, además, el portugués fue la primera apuesta del presidente madridista, que en múltiples ocasiones ha declarado que "Figo no se moverá del Real Madrid hasta que acabe su contrato".