Batistuta fue suspendido el pasado martes con dos jornadas por el juez deportivo de la Liga Profesional, que hizo uso de las imágenes televisivas para ver una agresión a un rival que no había sido sancionada por el árbitro del partido Inter de Milán-Reggina (3-0), del pasado domingo.

La acción aconteció en el primer tiempo, con el marcador 1-0, en la disputa de un balón en la banda alzó el brazo y donde Batistita golpeó con el codo al jugador visitante Ivan Franceschini.

La acción no fue sancionada por el árbitro De Santis, quien no la consideró punible. Sin embargo, de ella se quejó al término del partido en entrenador del Reggina, Luigi de Canio.

Batistuta, en cambio, dijo que no había sido intencionado y que le golpeó al darse la vuelta, en el intento de hacerse con el balón, sin haber visto a Franceschini.

Tras conocer la sanción, el Inter de Milán presentó ayer el correspondiente recurso de urgencia a la Comisión Disciplinaria, ante la que hoy mismo se ha presentado el propio Batistuta para prestar declaración.

Al término de su comparecencia Batistuta dijo a los medios informativos que había hablado poco porque lo acontecido era una "cosa simple": "No deseaba hacer daño y ha sido una acción normalísima".

Batistuta acudió acompañado del abogado Adriano Raffaelli y estuvo en la sede de la "Lega" cerca de hora y media.

"He venido para explicar que fue una acción del juego y, por tanto, he hablado del hecho meramente futbolístico. Hemos presentado pruebas filmadas. He tenido la sensación de que el árbitro De Santis había visto lo acontecido y que no lo dio importancia. Pero hoy sólo me he referido a lo que estaba yo intentando hacer en esa acción de juego", comentó Batistuta.

El argentino, asimismo, ha indicado que durante su comparecencia no hizo referencia alguna a otros casos similares no sancionados, como uno anterior del checo Pavel Nedved (Juventus).