Juventus y la sana costumbre de ganar

La popular "Vecchia Signora" vuelve, por segundo año consecutivo, a reinar en lo más alto del fútbol italiano, un vigésimoséptimo "scudetto" que llega como mejor homenaje al fallecido patrón Gianni Agnelli

DESDE EL ALMA
David Trezeguet grita el primer gol de la Juventus ante el Perugia
(Reuters)
ROMA -- La Juventus de Turín, la popular "Vecchia Signora", volvió por segundo año consecutivo a reinar en lo más alto del fútbol italiano, tras empatar el sábado ante el Perugia (2-2), lo que unido al empate del Inter de Milán con el Parma (1-1), le ha dado matemáticamente y a falta de dos jornadas del final de la liga, el que es su vigésimo séptimo "scudetto".

Un "scudetto" que llega como mejor homenaje al fallecido patrón Gianni Agnelli, uno de los presidentes honorarios del club, cuya familia sigue siendo la dueña del Juventus y que fue personalmente quien elevó, a base de millones e influencias, a la cima mundial al equipo, el cual siempre reconoció era una de sus grandes pasiones.

Agnelli no ha visto la reválida del "scudetto", que curiosidades del destino ha llegado ante un Perugia que fue hace tres años el "verdugo" de un Juventus que cayó en un inundado terreno umbro, pasando el título a la Lazio.

Ahora, la "Vecchia Signora" ha conquistado el título con suficiencia, cuando faltan dos jornadas para la conclusión liguera, con tiempo suficiente para dedicarse enteramente al complicado y apasionante compromiso europeo con el Real Madrid.

Juventus y Real Madrid son los únicos equipos que optan al "doblete" (liga nacional y Liga de Campeones), pues los otros semifinalistas europeos (Inter y Milán) saben ya que no podrán alcanzar el campeonato transalpino. Eso sí, turineses y madrileños se autoexcluirán.

Pero eso es el futuro venidero. El presente más reciente es que el Juventus ya tiene un "scudetto" más que añadir a su rica historia. Un título que unir a veintiséis más, que renueva el conquistado la pasada campaña. Dos títulos consecutivos obtenidos justo en los dos años sucesivos a la marcha de su entonces gran figura Zinedine Zidane al Real Madrid.

Esto último parece más que extraño, pues resulta curioso que un club gane títulos cuando se desprende de su mejor jugador, de quien ha sido considerado en varias ocasiones el "mejor del mundo". Pero ello indica el espíritu indomable de un club que tiene en no entregarse nunca, en la perseverancia y, sobre todo, en el sentido colectivo su gran fuerza.

Un espíritu y sentido que ha vuelto a tener como gran capitán en el banquillo como entrenador a Marcello Lippi, quien ha dado al Juventus sus cinco últimas ligas. Y es que con el técnico de Viareggio se conquistó el "scudetto" en las campañas 1994-95, 96-97, 97-98, 2001-02 y ahora el 02-03.

Al igual que en la pasada campaña, el título no llega producto del buen fútbol, incluso resulta más sorprendente por cuanto el equipo no se había "super-reforzado" esta campaña y, además, ha sufrido numerosas lesiones: las más notorias la de su goleador francés David Trezeguet y la de su capitán y gran estrella "Pinturicchio" Alessandro del Piero.

Pero el espíritu indomable, el colectivo y un "super Nedved" han bastado. Eso sí, ayudado de forma importante por las irregulares trayectorias de los otros candidatos al título: Inter, Milán y Roma.

Y es que los inicios de la campaña no fueron de buenos presagios para el Juventus e, incluso, llegó a estar algo descolgado en la clasificación. Pero resurgió a fuerza de coraje, de lucha y jornadas después de concluir la primera vuelta del campeonato se agarró a los primeros lugares y al equipo turinés, cuando lo obtiene, ya es casi imposible bajarle de ahí.

Una mención especial en lo individual se lo merece el indestructible centrocampista checo Pavel Nedved. Un jugador que ha redondeado una temporada de altos quilates, que por sí mismo lideró la remontada de su equipo y que une la calidad con un espíritu guerrero fuera de lo común. De él se dice que se entrena en casa antes de ir a cada entrenamiento del equipo, que se acuesta temprano y que ha habido ocasiones en que ha querido jugar pese a estar lesionado y contra el dictamen médico. Desde luego, este "scudetto" lleva su nombre.

Sería injusto a la hora de repartir loas no enumerar la excelente labor del meta Gianluigi Buffon y del defensa francés Lilian Thuram. Ambos han sido pilares en una línea de contención sobre la que, una campaña más, ha cimentado Lippi su juego.

Como también hay que elogiar la primera imita del campeonato del italo-argentino Mauro Germán Camoranesi, jugador llegado calladamente este verano del entonces descendido Hellas Verona y que con su trabajo y rapidez por la banda derecha ha dado muchas alegrías al Juventus. Tantas que le han dado puntos a su equipo y a él la presencia en la selección de Italia, prefiriendo esta ocasión a esperar más meses una convocatoria con la de su natal Argentina.

La llegada y acierto de Camoranesi hizo a Lippi buscar una nueva ubicación a un Zambrota que era quien ocupaba dicha demarcación y que fue retrasado, con acierto, al lateral defensivo izquierdo.

A falta de los goles del continuamente lesionado Trezeguuet, el Juventus encontró en la primera fase los de Nedved y en la última los de Del Piero. El "Pinturicchio", que recientemente ha renovado hasta el año 2008, no es el brillante jugador que antaño admiraba todo el mundo, pero sigue poniendo su sello cuando el equipo lo precisa.

La "Vecchia Signora", fundada el 1 de noviembre de 1897, que entonces lucía una camiseta de color rosa y, en cambio, desde hace décadas es conocida por su camiseta "cebra" (rayas verticales negras y blancas", ya tiene su vigésimo séptimo "scudetto".

A ellos une dos Copas de Europa, 2 Intercontinentales, 1 Recopa, 3 Copas de la UEFA, 9 de Italia, 3 Supercopas Italianas y otras 2 europeas. Es, sin duda, uno de los clubes mas laureados del mundo y de él se dice que es quien más seguidores tiene en todo el planeta. Hoy, desde luego, habrá sumado algunos más.

-EFE


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