El "proyecto" Florentino Pérez-Jorge Valdano puede verse truncado el próximo miércoles en el estadio de los Alpes con un solo gol de los muchachos de Marcelo Lippi (derrotados en la ida por 2-1), quien acaba de hacerse con un nuevo "scudetto".

El conjunto madrileño, que en un momento determinado de esta temporada llegó a tener serias opciones en tres competiciones (campeonato español, Copa del Rey y Liga de Campeones), se está apagando de forma paulatina.

Vicente del Bosque, entrenador del Real Madrid, es "envidiado" por el resto de los técnicos. Cuenta en su plantilla con los mejores, pero ese "regalito" es envenenado como quedó demostrado en la última jornada de la liga española.

El entrenador madridista tuvo que echar mano de los "suplentes", algunos de ellos de auténtico lujo, y éstos no dieron la talla ante un equipo como el Recreativo de Huelva (el decano del balompié español) que lucha por salvarse del descenso.

El desfase que existe entre el equipo "A", denominado por algunos "galáctico", y el "B" es tan evidente que muchos expertos ya dictaminaron que las expectativas del Real Madrid en los torneos que disputa en estos momentos no son nada halagüeñas.

El juego del equipo blanco con los R-R-R (Ronaldo, Raúl, Roberto Carlos), los Zinedine Zidane y los Luis Figo más el laborioso Makelele llegó a ser en algunos momentos de la actual temporada espectacular, pero las bajas por un motivo u otro dejaron con menos brillo al firmamento.

Los "reivindicativos" suplentes no estuvieron a la altura de las circunstancias cuando su concurso se hizo necesario y, es más, demostraron que el "banquillo" ha secado de raíz las cualidades, innegables, de muchos de ellos.

Ahora un Deportivo de La Coruña fuerte y que supo rentabilizar su eliminación en la Liga europea, y una Real Sociedad precisa y regular que ya se cree lo que en principio sólo era una ilusión, la de ganar la Liga, dejaron al Madrid de tercero en discordia.

La vuelta de Raúl González, apartado de la actividad por una inoportuna apendicitis, es una de las escasas bazas a las que se aferran los seguidores madridistas para mantener en alto sus esperanzas.