Consciente de lo que se jugaba, el plantel de Alex Ferguson se lanzó a la ofensiva desde los primeros instantes del partido, con ganas, técnica y jugadas medidas que culminaron, en el primer cuarto de hora en dos espléndidos tantos de Ruud Van Nistelrooy y de David Beckham.

Comenzaba la fiesta para los de Ferguson. El goleador holandés aprovechaba de modo magistral un rápido pase que le lanzaba su compañero, el medio Paul Scholes, para burlar sin dudarlo al meta húngaro, que no pudo evitar el formidable disparo desde dentro del área de Van Nistelrooy y que tan sólo suponía un aviso de la tormenta que se avecinaba.

El sueño europeo del técnico Peter Bozsic empezaba ya a adquirir matices de pesadilla. Los visitantes, que aún casi ni se habían repuesto del primer susto, tenía que encajar todavía la segunda sorpresa, esta vez de la mano del capitán de la selección.

David Beckahm obsequiaba a los presentes con el segundo de los tantos, un disparo perfecto, que se le colaba al atónito Ilic por lo alto de la escuadra.

Si el once inglés ganaba en confianza y enlazaba una ocasión con otra, la zaga de entrenador húngaro parecía quebrarse y todavía, en la primera parte, debía padecer la tercera invasión en su área, protagonizada ahora por Paul Scholes.

Tras desaprovechar un par de oportunidades, y contribuir de modo crucial en los tantos anteriores, el centrocampista veía ahora su ocasión clara de marcar y no perdió el tiempo.

Conseguido el 3-0, el United volvía ahora a respirar y se preparaba para disfrutar en la segunda parte del partido, en la que terminaron por redondear la goleada.

SÍNTESIS DEL PARTIDO

MANCHESTER UNITED (5): Roy Carroll; Phil Neville, Rio Ferdinand (John O'Shea, m.68), Lauren Blanc, Mikael Silvestre; David Beckham (Diego Forlán, m.72), Roy Keane, Juan Sebastián Verón, Paul Scholes (Ole Gunnar Solskjaer, m. 50); Ryan Giggs y Ruud Van Nistelrooy.
ZALAEGERSZEG (0): Ilic (Turi, m.74); Csoka, Urban, Budisa, Szamosi, Babati, Darko Ljubojevic, Molnar, Vincze, Kenesei, Egressy.