El '5' milanista, que pese a sufrir un proceso febril ha sido incluido por Carlo Ancelotti en el equipo titular ante el Lokomotiv Moscú, disputó su último partido europeo en la final de la Liga de Campeones 1999-2000, jugado en las filas del Real Madrid ante el Valencia, en París, con triunfo del equipo madrileño, por 3-0. Fue el 24 de mayo de 2000.

Redondo, que con anterioridad jugó en Argentinos Juniors y el Tenerife, participó con el Real Madrid en cuatro ediciones de la UEFA Champions League, en las que logró dos títulos, en la 1997/98 y en la 1999/2000, tras imponerse en las finales al Juventus (1-0) y el Valencia, respectivamente.

Redondo fue traspasado el 27 de julio de 2000 por el Real Madrid al Milán y no pudo tener más mala suerte en su nuevo periplo, ya que una grave lesión de rodilla convirtió su etapa milanista en un túnel del que empezó a ver la luz a finales de 2002.

El argentino no olvidará el fin del pasado año y el principio de este, porque ahí, tras mucho trabajo, dejó atrás veintiséis meses de lesión con su reaparición en partidos oficiales de la Copa y la Liga italianas.

El pasado 3 de diciembre saltó como titular en el partido Ancona-Milán (1-1), de ida de los octavos de final de la Copa de Italia. Y lo refrendó el 2 de febrero en el Milán-Roma (1-0), en el que jugó los últimos seis minutos.

Su presencia en la Copa de Italia venía a romper interminables meses de penuria, de duro y callado trabajo para derrotar unos pronósticos que, a sus 33 años, le daban ya casi como ex jugador.

Un negro periodo iniciado en la pretemporada 2000-01 con el Milán, en concreto en septiembre, cuando la rodilla derecha de Redondo cedió. Fue el 19 de agosto, en un entrenamiento, cuando se lesionó gravemente en el ligamento cruzado anterior.

El 3 de octubre fue intervenido quirúrgicamente por el doctor Paolo Cherubino, en la clínica de la Universidad de Varese. Se le practicó una reconstrucción del ligamento cruzado, ya que en la artroscopia se evidenció una rotura parcial del ligamento cruzado anterior.

Su recuperación se calculó en cinco o seis meses. No fue así. Recaídas, nuevas visitas médicas y al quirófano (uno de ellas en Madrid por el doctor madridista Alfonso del Corral, para una limpieza interna de la zona lesionada). Y se puso muy en duda su vuelta a los terrenos de juego.

Tras un duro proceso de rehabilitación en Milán, Madrid y Buenos Aires, con nuevos aplazamientos de su vuelta, el pasado julio se presentó en Milán para empezar los entrenamientos con el resto de sus compañeros ante la próxima campaña.

Sin embargo, la rodilla derecha siguió dándole problemas. Fue sometido a nuevas visitas médicas por parte de diversos especialistas europeos.

Acudió a Amberes para ser examinado por el doctor Martens, quien, entre otros, operó con éxito hace años al holandés Ruud Gullit. Viajó a París a la consulta del doctor Gerard Saillant, quien intervino en dos ocasiones al brasileño Ronaldo.

Tras estas consultas se decidió que Redondo no debía ser nuevamente operado. Se marchó a Bélgica a entrenarse bajo la supervisión de Martens y se ejercitó sobre la arena y en el agua.

El pasado 7 de octubre Redondo volvió a los terrenos de juego, en Zagreb, con motivo del partido homenaje al croata Zvonimir Boban, ex milanista. El argentino, con el número "6" a la espalda, estuvo cuarenta minutos sobre el campo. Ya estaba en el buen camino.

Redondo regresó a Bruselas. Volvió unos quince días después a Milán, ya a entrenarse junto a sus compañeros. Ya veía la luz al final del túnel.

Redondo, con el "5" en la espalda y con el uniforme blanco (segunda equipación milanista), saltó el martes 3 de diciembre al terreno del estadio "Del Conero", de Ancona, como titular. Apenas 102 segundos después del silbido inicial tocó su primer balón. Su primer toque en partido oficial tras veintiocho meses. Jugó un tiempo.

Y el sábado, en el minuto 84 del partido Milán-Roma (1-0), el "Giuseppe Meazza" se puso en pie para recibir a Redondo, que saltó al campo en sustitución del ucraniano Andriy Shevchenko.

La salida de Redondo, asimismo, fue recibida con aplausos por parte de los jugadores de ambos equipos. El que más cerca suya estuvo al salir fue el holandés Clarence Seedorf, su compañero en el Real Madrid cuando conquistaron la "Séptima" Copa de Europa ante el Juventus de Turín.

Pero a Redondo le quedaba su tercer gran sueño: debutar con el Milán en la UEFA Champions League, y este ha llegado en el gélido estadio del Lokomotiv.

Redondo lleva la UEFA Champions League muy dentro, como demostró en los años como madridista. Para el recuerdo, por ejemplo, quedó la magnífica jugada que protagonizó en Old Trafford contra el Manchester United y que acabó en gol de Raúl González y en un triunfo histórico, así como otras grandes actuaciones claves para los éxitos de su ex equipo.