El Mundial de 1998 era su primera participación en una Copa ya que Francia no había clasificado a las últimas dos finales. Para Zidane era una gran oportunidad de demostrar sus habilidades y no desperdició ese chance.

Las cosas no comenzaron muy bien para Zidane, ya que fue suspendido por dos partidos tras patear al capitán de la selección de Arabia Saudita en la primera ronda. El francés tuvo que perderse el partido de la segunda ronda ante Paraguay.

Los franceses, que no contaban con un goleador de renombre, sufrieron hasta que Laurent Blanc anotó el gol de oro a siete minutos de haber comenzado el tiempo suplementario.

Zidane regresó en los cuartos de final pero fue silenciado por los italianos, que defendió muy bien, pero como siempre perdieron en los penales. En las semifinales fue cuando se comenzó a ver lo mejor de Zizou, y Francia derrotó a Croacia con dos goles de Lilian Thuram.

Muchos dudaban de la capacidad de Zidane para dirigir a la ofensiva francesa, pero en la final tomó la iniciativa y anotó dos goles de cabeza para eliminar a Brasil. El partido se ganó en el medio campo y Zizou fue la clave del éxito.

Durante la Euro 2000, Zidane confirmó su condición de jugador estrella al llevar a Francia al triunfo en ese torneo. Tras el campeonato Zidane se fue al Real Madrid por un pase récord.