"Todavía no me he acostumbrado a la idea del retiro", dijo el mejor saltador en alto de todos los tiempos durante una fiesta privada en su honor la noche del domingo en esta capital.

Entre los invitados figuraron Maradona, quien tiene dos años en Cuba para un tratamiento por su adicción a las drogas, y grandes astros del deporte local como Félix Savón e Iván Pedroso.

"Digan lo que digan Sotomayor es el más grande de todos los tiempos", señaló Maradona. Sotomayor hizo el anuncio oficial de su retiro hace exactamente un año en ocasión de su cumpleaños 34 y luego de que salió a la luz que había dado positivo a la nandrolona en una competencia en Tenerife, España, el 14 de julio del 2001.

El cubano, dueño del récord mundial de salto en alto, aseguró que jamás se dopó, pero de todos modos fue suspendido por dos años, a pesar de que por entonces estaba alejado de la alta competencia.

En 1999 Sotomayor fue suspendido también por dos años tras hallársele cocaína en un control durante los Juegos Panamericanos de Winnipeg. En esa ocasión la sanción fue reducida a la mitad en honor a su trayectoria y Sotomayor pudo competir en los juegos olímpicos de Sydney, donde ganó la medalla de plata.

Al año siguiente se tuvo que conformar con el cuarto lugar en el mundial de Edmonton, Canadá, donde se despedió de la alta competencia. Pero hoy Sotomayor añora más que nunca sus saltos.

"Por más de 20 años entrené todos los días; hoy siento un vacío muy grande cuando me despierto por la mañana y no tengo que prepararme para ir al estadio", señaló "El Soto", como lo llaman popularmente en la isla.

Tomó una pausa y agregó: "Extraño mucho los escenarios deportivos. Siento como una nostalgia, un remordimiento, cuando veo imágenes de competencias o sencillamente cuando paso por el estadio".

A Sotomayor lo acompañaban en la fiesta su esposa María del Carmen y el mayor de sus dos hijos, Javier. También el astro del fútbol Maradona, quien llegó con varios amigos.

"Javier lo demostró en el terreno y eso es lo que vale por encima de todo", expresó. "Pueden inventar lo que quieran (aludiendo a los exámenes positivos de consumo de drogas), él ha establecido marcas que van a ser muy difíciles de superar".

Sotomayor ganó una medalla de oro olímpica en Barcelona en 1992, así como dos preseas doradas en mundiales al aire libre en Stuttgart'93 y Atenas'97. Su récord mundial de 2,45 metros lo logró en una competencia en Salamanca en 1993.

"Lo más grato, o al menos lo que más me hizo llorar, fue mi primer récord mundial en 1988", en los Centroamericanos y del Caribe en San Juan, Puerto Rico, comentó. Luego pulverizó ese mismo récord en 1989 y cuatro años después en Salamanca.