Será del 29 de noviembre al 1 de diciembre en una ciudad y superficie todavía por designar, pero el conjunto francés puede darse el lujo de elegir cualquier tipo de pista, habida cuenta de la calidad y la versatilidad de sus jugadores.

Francia, que el pasado año se llevó el título tras salir airoso de la encerrona australiana en Melbourne (colocaron una pista de hierba en un pabellón cubierto), ha demostrado que con Guy Forget en la capitanía, y con jugadores como Sebastien Grosjean y Arnaud Clement puede aspirar a todo, y que incluso su reinado en la Copa Davis puede acercarse a sus época gloriosa, la de los "cuatro mosqueteros" cuando ganaron seis títulos de forma consecutiva (1927-1932).

De momento, esta final será la decimoquinta de su carrera, con nueve triunfos: 1927-1932, 1991,1996 y 2001. De ganar este décimo título, Francia desharía el empate con Inglaterra y se colocaría en la tercera posición de naciones triunfadoras en Copa Davis detrás de Estados Unidos (31 títulos) y Australia (27).

Laa tercera ocasión de lograr la victoria es emotiva para Rusia, pero no fácil. El equipo ruso ha sufrido dos grandes decepciones cada vez que ha luchado por un título, y ambas en casa. En 1994 Suecia, con Stefan Edberg, Magnus Larsson y Jonas Bjorkman, les venció por 4-1. Y al año siguiente un potente equipo estadounidense formado por Pete Sampras, Todd Martin y Jim Courier les doblegó, en el mismo escenario de Moscú por 3-2.

Para el ex campeón de Roland Garros y del Abierto de Australia Yevgueni Kafelnikov un título de la Copa Davis sería el brillante final de su carrera, pero su sueño puede quedar destrozado, tal y como ha sucedido con el doble campeón del US Open y doble finalista en Wimbledon Patrick Rafter.

Los jugadores rusos lo saben, luchar contra Francia en su casa, puede ser un suicidio, pero tampoco un imposible. Marat Safin, que disputará su primera final de Copa Davis, así lo expresó tras conseguir el tercer punto que clasificaba a su país.

"Será realmente duro", señaló Safin al respecto, "el equipo francés puede jugar en cualquier superficie y tiene jugadores suficientes para elegir. Pero nosotros no tenemos nada que perder y acudiremos con confianza. Quién sabe qué puede suceder", se preguntó Marat.

"En el 2000 Yevgueni y yo no jugamos bien y fuimos derrotados, en el 2001 estuve lesionado en la espalda cuando caímos contra Suecia. Este año creo que podemos convertir nuestra oportunidad", señaló.

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