De luchar por el número uno de la Argentina, el jugador de Rufino pasó a ocupar un lugar cercano al 200 en el ranking mundial. Ahora la realidad lo devuelve al punto de partida original del 2001.

Ahora, ya más maduro mental y tenísticamente, Coria está decidió a dar el salto que algunos le reclaman y otros esperan pacientemente. "Sería ideal terminar el 2003 entre los diez primeros", tiró con decisión Coria cuando se le preguntó por el próximo objetivo.

"Sé que todavía me falta mejorar muchísimo. Creo que dentro de 2 o 3 años voy a estar en lo máximo por eso tratar de estar entre los top-20 sería fantástico, pero lo ideal sería ser top-ten", le dijo Coria a la revista "Tenis Sports".

Enseguida llegó la autocrítica del jugador de Rufino, Santa Fe, aceptando que su vida, dentro y fuera de la cancha, cambió muchísimo desde el episodio del doping positivo.

"Antes no le daba tanta importancia al tenis. Entrenaba sin dar todo y me quejaba bastante. Pero el tiempo que estuve parado estaba desesperado por jugar y ahora lo valoro más", aceptó el jugador de 20 años, 45 en el ranking internacional. A la hora del balance, Coria aclaró de movida que "dar tres meses de ventaja no es fácil. Estuve parado 7 meses y me tuve que poner en ritmo enseguida porque si no perdía fácil".

Para luego completar: "Hice una final en Bahía con 'Guga' (Gustavo Kuerten, el brasileño) y perdí ahí nomás. Tuve triunfos muy buenos y terminé en el lugar que quería. Mi meta era estar entre los 50 y lo hice en el puesto 45 y jugando muy bien".

Coria destacó a "Tenis Sports" que está haciendo una pretemporada "fuerte" para el año que viene "para estar bien en lo físico y no tener ningún tipo de lesiones".

Por último y con relación a su postergado debut en la Copa Davis, Coria fue realista y aceptó que no se ve en el equipo que enfrentará a Alemania entre el 7 y 9 de febrero del 2003 en River Plate.