En la otra semifinal, Italia y Eslovaquia empatan 1-1 su serie.

Conchita Martínez abrió el certamen ante la número dos del equipo austríaco, Patricia Wartusch, y el encuentro no pudo comenzar de mejor forma al anotárselo la aragonesa en blanco (6/0), después de romper el servicio de la rival en tres ocasiones.

La oscense deleitó con un juego muy completo, variado en golpes y en aproximaciones a la red, con profundidad en las acciones, salpicadas de algunas dejadas para cortar el ritmo de Wartusch, quien nunca se encontró cómoda en la pista.

El descontrol de la austríaca se constató en el inicio del segundo set al equivocarse de lado en la pista. Sin embargo, Patricia mejoró su rendimiento de forma ostensible y la española perdió la concentración cuando fue pitada por aficionados austríacos.

Wartusch defendió su saque y pudo romper el de la española en el tercer juego. Martínez reaccionó a la primera oportunidad y con buenos golpes de revés puso el marcador en un esperanzador 5-2.

La española, que ocupa el puesto 35 del ránking WTA, dispuso de una pelota de partido con 5-3 en el marcador y después de remontar un 15-40, pero dos acciones afortunadas de la austríaca elevaron la emoción del choque con otro inesperado "break".

Patricia Wartusch igualó el partido a cinco juegos y todo parecía indicar la necesidad de un tercer set por la forma en la que entraban sus golpes de derecha. Cuando peor estaba la situación, Conchita Martínez recurrió a la magia de su tenis para anotarse los dos juegos siguientes (7/5) ante el júbilo del público -escaso aunque muy entregado con el equipo español- y después de 87 minutos intensos.

El triunfo de Arantxa Sánchez Vicario ante la número uno de Austria, Barbara Schett, fue más trabajado y sufrido. Así, el partido comenzó con color visitante y defendiendo cada tenista su saque hasta el parcial 3-3.

El séptimo juego fue clave para el desarrollo del set al romper Arantxa el servicio de la austríaca, porque luego ganó con facilidad su saque -determinante para la suerte del enfrentamiento- y logró otro "breack" que le daba el set en el noveno (6-3).

Después de 40 minutos muy duros, la segunda manga comenzó con Schett bastante tocada anímicamente y Sánchez Vicario muy inspirada, especialmente con los golpes de revés a dos manos. La barcelonesa volvió a romper el saque de su rival en el sexto juego (4-2) y con su servicio dispuso de una pelota para acaricia el triunfo.

Con 40-30 en el electrónico la bola tocó la cinta de la red y se quedó muerta en el lado español. Arantxa no pudo reaccionar a ese infortunio y cedió su saque.

Schett igualó el set a cuatro juegos antes de que la catalana dispusiera, con 5-4, de sus tres primeras pelotas de partido. El saque de Barbara la oxigenó para prolongar la emoción, y en el duodécimo juego volvió a salvar otras dos bolas para el 2-0 de la eliminatoria.

Sánchez Vicario no se amilanó por la mejor racha de juego de Barbara ni por un 2-5 en el decisivo "tie-breach". El aliento del público le ayudó a anotarse cinco puntos consecutivos (7-5), después de 140 minutos de partido.

El viernes, a las 11.00 horas, Conchita Martínez se enfrentará a Barbara Schett y Arantxa Sánchez Vicario a Patricia Wartusch. La eliminatoria concluirá con el dobles de Magüi Serna-Virginia Ruano, que se enfrentará al dúo que integran las dos primeras jugadoras de Austria.

ITALIA Y ESLOVAQUIA ESTAN IGUALES Los equipos de Italia y Eslovaquia completaron la jornada inaugural de las semifinales de la Copa Federación de tenis femenino con un empate a un punto, en el Palacio de Congresos de Maspalomas.

En el primer encuentro, la italiana Francesca Schiavone se impuso contra pronóstico a la eslovaca Daniela Hantuchova, número uno de su equipo que, a sus 19 años, es la octava jugadora en el ránking WTA.

Schiavone ganó el primer set en la muerte súbita por 7-1 (7/6), y en la segunda manga desapareció Hantuchova (6/1), en todo momento afectada anímicamente por la pérdida del desempate.

La sorpresa tuvo continuidad en el primer set del encuentro que enfrentó a la número uno de Italia, Silvia Farina-Elia, con la eslovaca Janette Husarova, ya que ésta última asumió la iniciativa con una mayor agresividad en el juego (6/4).

En la segunda manga, Husarova se mantuvo fiel a su rendimiento, sin que la mayor veteranía de su rival pudiese alterar ni su acierto ni su concentración y empató la eliminatoria con un justo 6/3.