Con su victoria de hoy, Coria se convirtió en el segundo argentino que gana este torneo, después de Guillermo Vilas en 1978. Su compatriota Guillermo Cañas logró también la victoria en el Masters Series de Toronto el pasado año.

Además Coria entrará por primera vez entre los diez primeros, y a solo una semana de Roland Garros, se convierte en uno de los principales favoritos.

Pero gran parte del éxito de Coria en esta final se debe al trabajo del fisioterapeuta Juan Regue a quien hoy el argentino recordó en la entrega de premios.

Coria había acabado su partido de semifinales del sábado con calambres en las piernas, y se mantuvo en el mismo gracias a los cuidados de Regue sobre la pista.

"Ha obrado un milagro, y sin él no hubiera sido posible estar ahí hoy", comentó con agradecimiento.

Coria combinó una serie de dejadas con efectivas voleas para desarmar a Calleri, quien a pesar de que nunca bajó los brazos, no pudo con la seguridad de su compatriota, que ya había sido este año finalista en el Masters Series de Montecarlo contra el español Juan Carlos Ferrero.

El torneo de Hamburgo pasará a la historia porque por primera vez los cuatro semifinalistas eran del mismo país.

"Es algo histórico", dijo Coria, y es formidable dar a nuestro país algo para disfrutar", comentó.

"Desgraciadamente ha habido demasiadas malas noticias desde Argentina y creo que nuestros deportistas pueden dar a nuestros compatriotas algo más para pensar en positivo y poder olvidar las cosas negativas", añadió.