Moyá, quien siempre dice que no le gusta estar más tiempo del necesario en la pista, necesitó sólo una hora y 24 minutos de juego para alzarse con el triunfo, aunque antes tuvo que salvar una bola de set en la primer manga.

El ruso Marat Safin frustró la final española después de ofrecer toda una lección de tenis para eliminar al español Juan Carlos Ferrero (6-4 y 6-3), quien vio rota de esta manera su racha de diez victorias consecutivas en el circuito.

Safin fue una máquina perfecta de jugar. Con un servicio insuperable, una derecha letal y la ventaja de conocer a Ferrero de tiempos pasados, ya que ambos compartían entrenamientos, el ruso pudo incluso lograr un resultado de escándalo, ya que ganaba por 6-4 y 5-0 cuando sólo se habían disputado 50 minutos de partido.

Ferrero aguantó mientras su primer saque funcionó. El valenciano, que venía de ganar en Montecarlo, jugó un buen tenis en el primer set, pero en la primera ventaja que cedió a Safin sobre su saque, el moscovita la aprovechó y firmó el primer set (6-4) en 35 minutos.

Después se vio al mejor Safin. Su tenis recordó al del jugador que se encumbró en el escalafón mundial en noviembre de 2000 y con un tenis sin fallo encadenó cinco juegos consecutivos sin que Ferrero tuviera opción alguna.

Tanto es así, que en los primeros cuatro juegos de la segunda manga, Safin rompió dos veces el saque del rival y Ferrero sólo pudo sumar un punto.

Con el 5-0, Safin tuvo una pelota de partido, pero una leve reacción del español le permitió acercarse hasta el 5-3. Ahí acabó todo, porque el ruso solventó con dos saques directos el partido en apenas una hora y siete minutos. EFE