Jugando la Temporada Británica, Horacito recibió un bochazo y perdió la visión en su ojo derecho.

Como en un cuento de película 113 días mas tarde, aquel hombre estaba nuevamente dentro de una cancha de polo jugando un torneo importante junto a sus hermanos.

Nada hizo que claudicara y en un final "Holliwoodense", Indios Chapaleufú, con su formación intacta se consagró campeón del Abierto Argentino. La realidad una vez mas era mucho mas que cualquier ficción.

Doce meses más tarde llegaron nuevamente a la final del Abierto Argentino, pero aquella vez no pudieron con sus primos.

Por primera vez desde sus enfrentamientos con La Espadaña, Indios Chapaleufú se iba vencido en una final de Palermo.

Ya en 1997 volvió a entrar en juego otra historia muy particular: los Mosqueteros volvieron a arribar a la definición del Abierto Argentino, aunque en su cabeza los perturbaba saber que papá Horacio tendría su ultima oportunidad para abrazarlos tras un triunfo.

La victoria fue ajena en un partido que paso a la historia por ser la primera de las finales de Palermo que requirió de un periodo extra.

Menos para los golpes del destino, uno cree estar preparado para todo, y en el 2000, un accidente camino a su campo en La Pampa se llevo a Gonzalo Heguy.

Los Mosqueteros fracturados en su alma salieron a jugar tal cual lo hubiera querido su hermano, pero su paso por Palermo fue el mas fugaz en sus 18 años de competencia. Obviamente, esta recorrida de los últimos tiempos de Indios Chapaleufú no dice ni como, ni porque le ganaron a sus primos de Indios Chapaleufú II.

Sin embargo ayuda a entender un sentimiento. Ese que hace que la gente ame a este equipo y que lo acompañe como a ningún otro.

Existe un amor incondicional de los fanáticos de Indios Chapaleufú, que ahora sus integrantes intentaran retribuir en una nueva final de Palermo.

EL OTRO FINALISTA
Catorce goles en una semifinal no es cosa de todas los días, a menos que uno se llame Adolfo Cambiaso.

El muchacho de los record apareció nuevamente por Palermo, no para señalar un nuevo registro, pero realizando lo suficiente como para darle el pase a la final a su equipo de La Dolfina.

De cara a la final no es mucho lo que Cambiaso, Castagnola y los hermanos Merlos puedan extraer de su choque ante Ellerstina, que por características de juego está mucho más cerca de Chapaleufú II, que sus amigos de Indios Chapaleufú.

A La Dolfina le costó mucho trabajo abrir el juego y llevarlo a un terreno mas propicio para ellos; mientras que para la sangre joven de los Novillo Astrada y Gonzalo Pieres (h.), el terreno de la lucha y un juego en pocos metros fue ideal.

Recién al final del sexto chukker La Dolfina comenzó a sonreír, pero donde aflojó Ellerstina volvió a ponerse a tiro y Cambiaso entendió una vez más que debía marcar el destino de su equipo.

Así llega la final del Campeonato Argentino Abierto, con los dos equipos más ofensivos del mundo enfrentados. Con seis de los ocho protagonistas que se repiten entre la final de 1997 y la de este año.