No esperaban bajar a ningún candidato, pero sí demostrar que no están tan lejos del primer nivel, aún cuando de los cuatro candidatos a la corona en Palermo, les tocó cruzarse con los más bravos.

Tanto Chapaleufú II como La Dolfina mantienen vigente una premisa del mítico Coronel Suárez, de los hermanos Harriott y Heguy, por la cual en los partidos por los puntos nunca hay que relajarse, ni aún con el resultado asegurado.

Por eso La Irenita temió un final catastrófico. Ante Indios Chapaleufú II se tenía fe para terminar cerca y perdió por siete goles de diferencia. En el handicap está bien, pero no era lo ideal.

Con La Dolfina el miedo sobrevoló constantemente en la cabezas de sus integrantes. Porque Cambiaso se enchufa y puede igualar su record de 16 tantos en un partido o porque repartiendo responsabilidades junto a los hermanos Merlos y Castagnola pueden señalar la goleada más dura de la historia de este torneo.

Todo comenzó como esa pesadilla, con un segundo período donde los cuatros hombres de La Dolfina encontraron muy poca resistencia para llegar a posiciones de gol, y un Adolfo Cambiaso por momentos exquisito.

Fin del cuarto chukker, con el marcador 10- 4 y olor a partido liquidado. Al segundo domingo de Palermo le iba a sobrar una hora de partido.

Quién pensó esto en parte tuvo razón porque La Dolfina terminó ganando los dos puntos de este encuentro. Sin embargo, lo mejor de La Irenita se vio en esos cuatro chukkers finales con un Matías Mac Donough pujante, que guardó el manual del armador clásico y pasó al ataque con montados que estuvieron a la altura de sus rivales.

Detrás de él creció Juan José Brané, Pablo Mac Donough se olvidó que este recién era su segundo partido en Palermo, y así La Irenita le perdió el respeto a La Dolfina y pasó a dominar.

La ilusión de un gran partido en la Catedral del Polo se hacía realidad, aún sin tener chances de alcanzar una victoria.

Extrañamente, en esos últimos periodos Cambiaso se sintió perdido. "Aburrido", fue su definición tras el partido y pasó a jugar de back, de último hombre y desde ahí para La Irenita fue aún más sencillo atajarlo.

En la otra punta de la cancha el otro back, Martín Garrahan, sin Cambiaso acechándolo manejó otros tiempos para marcar y La Dolfina marcó muy poco, apenas tres tantos de cancha y dos más por penales. En el mismo lapso La Irenita anotó nueve.

El equipo de los hermanos Mac Donough, Brané y Garrahan volvió perder y se despidió de Palermo, pero se fue festejando, porque si bien la lógica se cumplió, era importante saber qué imagen dejaba. Terminar a tan solo dos goles de un grande era algo soñado.