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LeBron e Irving, en cancha como si fueran las Finales

El tramo final de la temporada regular reflejó a la perfección cómo funcionan las constantes vitales de Cleveland Cavaliers. Cuando LeBron James, Kyrie Irving y Kevin Love dejaron de jugar por descanso o recuperación, el equipo lo notó y, sobre todo, desfalleció. Fue tal el descalabro, que perdieron ritmo y acabaron cediendo la primera posición de la Conferencia Este a Boston Celtics con cuatro derrotas consecutivas.

Obviamente, el caso contrario provoca un efecto opuesto: cuando el trío está sobre la duela, los Cavaliers son muy buenos, muy buenos, aunque no dan la sensación de que sean invencibles. Tyronn Lue está apostando fuerte por sus jugadores más importantes en esta primera ronda de la postemporada ante Indiana Pacers (2-0) y es tal la utilización y el peso de su responsabilidad que el riesgo de cara a la series posteriores -en caso de pasar- es real.

La tentación es irremediable. James e Irving están especialmente acertados, y el sábado anotaron o asistieron en 89 de los 117 puntos que alcanzaron los Cavs. Sus números e influencia en el marcador son más propios de las Finales que de una ronda inicial. Durante el Juego 5 y 6 de la última ronda ante Golden State Warriors combinaron 97 y 92 puntos/asistencias. En ese momento apenas quedaban balas en la recámara y no había otra que ir a por todas, en la actualidad, restarían dos meses de partidos para alcanzar la ronda final. Hasta el momento, LeBron fue utilizado 41 minutos de media en estos dos juegos, Irving, 38 MPJ y Love 35 MPJ (una cifra más acorde).

Aun registrando esos números, Indiana estuvo a punto de propinar un golpe certero a los Cavaliers en el Juego 1, también estuvieron muy conectados en el segundo compromiso. El conjunto de Ohio está agarrando la medida a los playoffs y por ahora el camino hacia las Finales de Conferencia no está siendo tan llano como el año pasado.

La filosofía del 'o LeBron, o nada' cada vez tiene más peso. En el primer partido ante los Pacers, los Cavs intentaron 21 tiros de campo originados por pases suyos. Según datos del departamento de estadísticas de ESPN, la cifra supera en 10 a la de cualquier otro jugador en el partido y quedó a una asistencia (13) de empatar con su récord en playoffs. Además, anotó o asistió en
63 puntos de su equipo. Su repertorio sigue siendo de lo más variado y las penetraciones a canasta están siendo su arma más letal: 20 puntos de 16 intentos en la pintura durante el Juego 1.

Sus números son estratosféricos y aunque no sea firme candidato para lograr el premio al Jugador Más Valioso sigue considerado como el mejor jugador de la liga; el más dominante. Y sí, hay que usarle, y mucho, así como a Irving y Love. Lo preocupante para Lue es que tenga que hacer falta que ambos estén jugando a un nivel de Finales de la NBA para sacar adelante una primera ronda que debería ser solventada con menos esfuerzo. El trío debe llegar a tono a los compromisos de mayor nivel y tener la energía suficiente para solventarlos.

La sensación es que esta postemporada está llena de equipos que pueden darle un dolor de cabeza mayor a los Cavaliers. La estrategia de Lue es la cerrar las series lo antes posible y que sus estrellas no se quemen en series eternas. Con los dos primeros partidos ante los Pacers en el bolsillo, parece que el esfuerzo de los suyos están dando sus frutos. ¿Serán capaces de mantenerlo? Probablemente sí. ¿Será suficiente para cumplir su sueño por segundo año consecutivo?

Eso es lo que está en el aire.