Un cántico poco familiar irrumpió en la brillante nueva arena de los Milwaukee Bucks en la noche del lunes: Buuud-en-hol-zer. Buuud-en-hol-zer.
Los aficionados más bulliciosos de Milwaukee expresaban su aprobación al nuevo responsable táctico del equipo, Mike Budenholzer. Y, ¿por qué no habrían de hacerlo? El triunfo más reciente sobre los Toronto Raptors hizo que los Bucks de convirtieran en el único equipo invicto que aún queda en la NBA. Se ven fantásticos, como si fueran un animal diferente: en la cima de la pizarra de la Conferencia del Este.
Sí, es tonto reaccionar con excesiva efusividad a pequeños muestreos, pero, vaya, estos Bucks parecen ser buenos. Y algunos de los cambios fundamentales implementados por Budenholzer al sistema parecen ser sostenibles en el tiempo.
Arquitectura ofensiva de Budenholzer
El ascenso de Milwaukee del undécimo puesto en eficiencia ofensiva en la anterior campaña al sexto tiene que ver con jugadas más inteligentes que desembocan en encestes más inteligentes. Los Bucks están convirtiendo un asombroso promedio de 45.5 por ciento de sus disparos desde la línea de 3 puntos, un incremento sustancial con respecto al 30 por ciento de la temporada anterior, lo cual es mucho mayor al promedio de la NBA (de hasta un 35 por ciento en la actual campaña).
Los Bucks con nuevo diseño se encuentran entre los cinco equipos veloces que colocan encestadores eficientes a los extremos de su ofensiva. Apartando a Giannis Antetokounmpo, virtualmente cada jugador de este equipo puede encestar triples y lo hará efectivamente. Además, prácticamente todas sus jugadas ofensivas están diseñadas para crear espacios en los cuales estos hombres de los rincones pueden atrapar y encestar.
Y está funcionando. Los Bucks son líderes de la NBA en producción de triples, con jugadores de la talla de Khris Middleton, Brook López, Eric Bledsoe y Malcolm Brogdon aprovechando los beneficios de jugar en la tierra de maravillas del “atrapar y encestar” creada por Budenholzer.
La nueva ofensiva de Milwaukee está creando la mayor cantidad de triples en espacios abiertos de la liga, con promedio de 22.6 intentos de este tipo por encuentro en la actual zafra, mucho mejor que el tímido 14.3 ostentado por los Bucks en la pasada temporada.
Entonces, ¿qué están haciendo los Bucks de forma distinta? El balón vuela por el perímetro y lo que es igual de importante, cuando éste cae en las manos de un encestador, se espera que éste dispare inmediatamente. Las jugadas en Milwaukee están diseñadas de forma expresa a fin de crear espacios abiertos. La nueva orden: dispara si lo tienes.
Oh, además cuentan con Giannis, quien está evolucionando aceleradamente hasta convertirse en uno de los creadores de triples más feroces de la liga. Con todo respeto a Daryl Morey, la generación de triples no es precisamente ingeniería aeroespacial. Muchos de los espacios más claros de la liga comienzan con una súper estrella de la talla de LeBron James o James Harden atacando la pintura y absorbiendo la defensiva. Antetokounmpo tiene el mismo don.
¿Recuerdan aquellos viejos tiempos cuando podían dejar a López sin marcar en el perímetro? No, ya no lo pueden seguir haciendo:
Brook Lopez knocked down FIVE triples en route to 21 points in last night's win!!#FearTheDeer pic.twitter.com/An6K7zjauQ
— Milwaukee Bucks (@Bucks) 25 de octubre de 2018
López es uno de los pocos puestos 5 que pueden encestar lo suficientemente bien como para hacer que los gigantes rivales salgan de la pintura, facilitando así el camino de Antetokounmpo al aro. Pregúntenle a Joel Embiid y los Philadelphia 76ers, que aprendieron esta lección por las malas cuando López convirtió cinco triples contra Filadelfia la pasada semana. Antetokounmpo hizo asistencias en cuatro de ellas y Embiid trataba de engañar a Giannis en cada asistencia. Los ejecutivos de los Bucks están encantados con la mejoría de Antetokounmpo en los pases. A medida que desarrolle esta destreza clave y aumente su química con López, la ofensiva se hará cada vez más difícil de detener.
Una mirada somera a la tabla de encestes de Antetokounmpo en la pasada temporada nos revela que ya era un monstruo en la pintura antes de la llegada de López. En la pasada temporada, solo dos jugadores convirtieron al menos 500 tiros de campo en el área restringida: Giannis y LeBron James. Uno de ellos tiene solamente 23 años y su sendero hacia el aro está más claro que nunca.
Entre el dominio interior de Giannis y la arquitectura perimetral de Budenholzer, se sientan las bases de la ofensiva de Milwaukee. Sin embargo, a pesar de lo óptima que se muestra esta ofensiva, la defensa podría ser aún mejor.
Una defensiva frustrante y poco convencional
Si el enceste de triples es la tendencia ofensiva que define la nueva NBA, pues los cambios en asignaciones defensivas es el estándar al otro lado de la cancha. La defensiva comandada por Budenholzer está rompiendo con dicha tendencia. No cambian por nada y mis amigos, está funcionando muy bien hasta ahora.
Cuando se consigue un doctorado de la Universidad Gregg Popovich (Budenholzer fue su aventajado alumno), se aprende con respecto a la importancia de una gran defensiva. También se aprende una cosa o dos sobre cómo armarla. Se requiere de talento, táctica y trabajo en equipo. Durante las últimas temporadas, Milwaukee solo contaba con talento.
Siempre supimos que había una defensiva terrorífica escondida en toda esa longitud fenomenal y capacidad atlética en la plantilla de los Bucks, pero los cuerpos técnicos previos nunca fueron capaces de encontrarla. Durante el año pasado, los Bucks se ubicaron en el puesto 18 en la categoría de eficiencia defensiva. Ahora se encuentran en el segundo lugar y si la presente tendencia continúa, ganarán muchos partidos gracias a su habilidad de detener a los rivales.
A medida que la dieta ofensiva de los Bucks los ha hecho meterse en la caminadora de la NBA moderna, los espacios de sus rivales parecen estar encima de una alfombrilla. Consideren este par de estadísticas asombrosas:
Durante la pasada temporada, los Bucks toleraron la mayor cantidad de cestas en el área restringida (19.5 por partido) de todos los equipos en la NBA. En lo que va de campaña, han tolerado menos que nadie (14.1 por encuentro).
Los rivales de los Bucks ostentaban apenas 14.3 disparos a rango medio por encuentro durante la zafra anterior, cuarto menor registro de la liga. Esa cifra ha ascendido ahora a 19.3, para colocarlos en el segundo lugar de la categoría en la NBA.
Milwaukee está frustrando a las ofensivas acostumbradas hasta ahora a aprovechar los beneficios causados por los enfrentamientos desequilibrados que se crean en cada oportunidad que una defensiva hace cambios frente a una cortina. Sin embargo, los bases y escoltas de los Bucks están luchando frente a los picks de forma efectiva y persiguen a quien maneja el balón, mientras sus gigantes protegen, patrullan la pintura y defienden el aro. No están combatiendo contra las cortinas al punto de ataque.
Pueden ver a López como irrumpe contra el Orlando Magic:
Brook Lopez knocked down FIVE triples en route to 21 points in last night's win!!#FearTheDeer pic.twitter.com/An6K7zjauQ
— Milwaukee Bucks (@Bucks) 25 de octubre de 2018
Hablando de rebotes: Los Bucks en la actual temporada se ubican en el octavo puesto en porcentaje de rebotes defensivos después de terminar en el último puesto en 2017-18. Milwaukee también está en el segundo puesto en disparos bloqueados. Eso se debe en parte a que estos esquemas mantienen a los gigantes cercanos al aro y a los rivales lejos de la cesta.
Esta defensa se muestra completamente diferente, aunque aún faltan 75 partidos por jugar y es válido preguntarse si su éxito es sostenible en el tiempo. El sistema implícito parece ser sólido y con un personal alineado. Los esquemas de Budenholzer se amoldan a las fortalezas de sus jugadores a ambos lados de la cancha. López es un perfecto ejemplo: los principios del equipo potencian los espacios ampliados a la ofensiva mientras minimizan los peligros de su inmovilidad a la defensiva. Mientras tanto, los escoltas, bases y aleros atléticos pueden luchar contra las cortinas a la defensiva, mientras comparten el balón y sus puestos a la ofensiva.
Pocos pensaban que los Bucks surgirían en la Conferencia del Este, pero también es cierto que pocos vaticinaban que sería el último equipo en quedar invicto en la NBA, como líder de la liga en muchas métricas clave. ¿Son los Bucks legítimos contendores para jugar en junio? Solo el tiempo lo dirá, pero hay una cosa muy segura: fueron los mejores de la liga en el mes de octubre.