PHOENIX -- No hay una sola manera de reconstruir un equipo de béisbol, y no hay una sola manera de salir de esa reconstrucción y avanzar hacia la contención. Sin embargo, tal vez haya un sentimiento común al inicio de cualquier proyecto de este tipo, expresado hace nueve meses en cuatro palabras por el gerente general de los nuevos campeones del béisbol, los Texas Rangers.
"Estamos hartos de perder", dijo Chris Young en el entrenamiento de primavera en Arizona, respondiendo la pregunta de un periodista sobre cómo y por qué los Rangers adoptaron una postura agresiva hacia la agencia libre el invierno anterior.
Nueve meses después, esa enfermedad se ha curado.
El camino entre esa declaración en febrero y el choque del miércoles por la noche en Chase Field en el centro de Phoenix (a sólo 37 millas de las instalaciones de entrenamiento de primavera donde se pronunció) fue largo, sinuoso y lleno de baches.
Al final, sin embargo, esas cuatro palabras fueron lo suficientemente profundas como para señalar el camino hacia un nuevo destino para los Rangers: el dominio de los campeones de la Serie Mundial.
"Todo el mundo quiere ser un ganador", dijo el relevista de Texas Will Smith. "Así es que quieres ser conocido, por ser un tipo que gana. ... Es mucho mejor que perder".
Smith, dicho sea de paso, sabe un par de cosas sobre cómo ganar. Ahora ha estado en la plantilla de tres equipos campeones consecutivos: los Atlanta Braves (2021), los Houston Astros (2022) y ahora los Rangers.
"Es algo que no doy por sentado, por supuesto", dijo Smith.
No debería. Ganar la Serie Mundial es difícil. Al comenzar la temporada 2023, seis de las 30 franquicias existentes de la MLB nunca habían ganado una Serie Mundial. Los Rangers, que comenzaron su existencia con 11 temporadas mediocres como los neo-Washington Senators, habían jugado alrededor de 1,300 partidos más que cualquiera de los otros equipos sin título. De hecho, si nos centramos en las 51 campañas que Texas jugó en Arlington antes de esta temporada, representa la espera más larga que haya soportado cualquier afición de la Liga Americana por ese primer título de Serie Mundial.
Esa espera, a partir del miércoles, terminó.
No se piensa en los Rangers como perdedores eternos. Han empleado a varios de los managers más importantes que hemos tenido en el béisbol, desde Ted Williams hasta Billy Martin, Whitey Herzog, Bobby Valentine, Ron Washington, Buck Showalter y, especialmente, su actual mánager, el cuatro veces campeón Bruce Bochy. Algunas de las estrellas más importantes del último medio siglo han jugado para los Rangers, incluidos Iván Rodríguez, Nolan Ryan, José Canseco, Alex Rodríguez, Adrián Beltré, Frank Howard (quien murió durante esta Serie Mundial a los 87 años) y Ferguson Jenkins. De hecho, uno de sus antiguos propietarios solía ser presidente de los Estados Unidos.
Sin embargo, de alguna manera, hasta el miércoles, estos elementos nunca se habían unido en forma de campeonato. Incluso, no mucho antes del miércoles, había poca evidencia de que eso cambiaría en el corto plazo. Al comenzar esta temporada, el porcentaje de victorias de los Rangers en cinco años (.417, o 67.5 victorias por 162 juegos) fue el peor de la franquicia desde 1974, su tercera temporada después de mudarse de Washington.
Ahora, después de todos esos veranos recompensados bajo el ardiente sol de Arlington, esa sed de título finalmente se ha saciado. Después de temporadas con 102 y 94 derrotas, los Rangers son campeones. ¿Cómo se produjo tan rápido este cambio del tamaño de Texas?
"*Estábamos* hartos de perder", dijo Young después de que los Rangers finalizaran su victoria de cinco juegos sobre Arizona. "Estos jugadores estaban hartos de perder. Pero Bruce Bochy creía que este era un equipo ganador. Simplemente no puedo describir lo maravilloso que es este sentimiento".
Invierno 2021
A partir de los fichajes de Corey Seager, Marcus Semien y Jon Gray durante la temporada baja de 2021-22 por parte del ex ejecutivo principal Jon Daniels, los Rangers, en esencia, habían comenzado a dar los toques finales a un trabajo cuyos lineamientos aún no estaban claros.
Ciertamente, había esperanzas de que el sistema de desarrollo de jugadores comenzara a generar contribuyentes clave, y así ha sido. Pero cuando Seager y Semien se comprometieron con los Rangers, les vendieron una visión, no un historial.
Daniels estaba tomando las decisiones en la oficina principal en ese momento, con Young como su principal lugarteniente, pero incluso cuando la reconstrucción anterior estaba fallando, una versión más nueva, más rápida y, seamos realistas, más cara estaba en marcha.
"Conocer a los Texas Rangers y escuchar a Chris Young definitivamente se alineó con lo que quería hacer como jugador", dijo Semien a ESPN en septiembre. "Dijo que también quería pitcheo. Ha hecho todo lo que dijo, y Ray Davis, nuestro propietario, también ha estado a bordo. Cuando juegas para una organización que está avanzando y quiere ganar, ahí es exactamente donde quieres estar".
Todas las adquisiciones clave de los Rangers en la agencia libre, más Bochy, fueron en esencia suscribirse a una visión porque el equipo en el campo no había estado ganando. Todos ellos se apresuran a señalar a Young, conocido en todo el deporte como C.Y., como la clave para vender esa visión, no solo por su perspicacia perfeccionada en Princeton, sino por la forma poco ejecutiva en que lleva sus emociones cerca de la superficie. Es algo que se destaca en una industria donde muchos de los principales tomadores de decisiones del juego son difíciles de diferenciar de un director ejecutivo de tecnología debido a su jerga corporativa.
"Gran parte fue C.Y.", dijo Seager. "Sólo la forma en que lo presentó, cómo lo presentó. No se escondió de nada. No rehuyó nada. Sabía dónde estaban y sabía adónde querían ir. Es simplemente increíble. Esta es la visión, ¿verdad?"
Bochy tuvo que maravillarse mientras estaba en el podio de entrevistas después del partido cuando le leyeron la lista de entrenadores legendarios que han ganado cuatro o más Series Mundiales: Joe McCarthy, Casey Stengel, Connie Mack, Walter Alston, Joe Torre y, ahora, Bruce Bochy. Todos los demás son miembros del Salón de la Fama, como lo será algún día Bochy. Sin embargo, incluso él se apresura a señalar a Young, con el apoyo de los dueños, por liderar el camino.
"Eso es un crédito para Chris Young y el propietario, Ray Davis", dijo Bochy. "Estaban decididos a devolver el béisbol ganador a los Texas Rangers. Y cuando nos conocimos, hablamos de eso, de eso me hablaron a mí. E hicieron todo lo que dijeron que iban a hacer".
Si hay una conclusión para otros equipos del repentino éxito de los Rangers, es que si crees en tu sistema, no tienes que esperar para invertir en la plantilla.
"Hasta cierto punto, fue para acelerar la reconstrucción", dijo Young en septiembre. "En un mercado de este tamaño, creo que nuestros fanáticos se lo merecen. No deberían tener que pasar por una reconstrucción de cinco, seis o siete años.
"Parte de esto se debió a que nos sentíamos muy bien con nuestro sistema de desarrollo de jugadores y el grupo de jugadores que teníamos al umbral de las grandes ligas, y sentimos que acelerar su desarrollo sería facilitado si contábamos con los jugadores veteranos adecuados".
Invierno 2022
A pesar de 94 derrotas en 2022, los Rangers contaban con los elementos necesarios para una ofensiva sólida, en gran parte gracias al éxito de Seager y Semien. Texas terminó octavo con 198 jonrones y carreras anotadas a un ritmo muy por encima del promedio de la MLB, y esos dos jugadores dieron ejemplo a los Rangers más jóvenes que surgieron del sistema.
"Cuando tus mejores jugadores, los jugadores con los que más cuentas, como Seager y Semien, trabajan muy duro y se preocupan profundamente, tu equipo siempre tiene la oportunidad de alcanzar su techo", dijo el asesor principal de operaciones de béisbol de los Rangers, Dayton Moore, arquitecto de un equipo ganador del título de los Kansas City Royals. “Semien y Seager son jugadores de los más comprometidos con quienes he estado. Al observarlos durante toda la temporada, su ética de trabajo es increíble".
En el lado de pitcheo, el club de Young necesitaba más cariño, donde los Rangers estaban entre los 10 últimos por ERA+. En respuesta, Young adquirió al derecho Jake Odorizzi en un canje a principios de la temporada baja. Luego, con la bendición de Davis, Young se esforzó mucho en la agencia libre en la primavera, consiguiendo, en orden, a Jacob deGrom, Andrew Heaney y Nathan Eovaldi. Ese cuarteto, junto con los remanentes de 2022 como Gray, Martín Pérez y Dane Dunning, le dieron a los Rangers una de las rotaciones más profundas y exitosas de las mayores.
"Entramos en la temporada baja sabiendo que necesitábamos mejorar nuestro pitcheo abridor", dijo Young durante la Serie de Campeonato de la Liga Americana. "Fue una gran limitación para nosotros el año pasado. Sabíamos que habíamos anotado carreras y que íbamos a tener prácticamente el mismo equipo ofensivo de vuelta. Así que la clave para que seamos un buen equipo iba a ser mejorar nuestro pitcheo abridor. Obviamente éramos muy activos en el mercado de agentes libres".
Basándose únicamente en esas adquisiciones, la proyección básica de victorias de Texas se movió al rango de .500, y eso sin considerar la noticia de finales de octubre de que Bochy había firmado para regresar al dugout y guiar al equipo.
El mayor impacto en la lista de adquisiciones fue deGrom, posiblemente el mejor lanzador del béisbol cuando puede permanecer en el montículo. Desde el comienzo de la temporada 2018, deGrom tiene una efectividad compuesta de 2.08 con 290 ponches por cada 162 juegos. Eso no es simplemente material de excelencia, son cosas de Cooperstown.
Los Rangers llegaron al entrenamiento de primavera con su nueva rotación y su legendario mánager, y luego la plantilla comenzó a reducirse incluso antes de que comenzara la temporada. Odorizzi sufrió una lesión en el hombro que terminó requiriendo una cirugía que puso fin a su temporada.
Fue sólo el primer desafío de este tipo para los Rangers.
Primavera 2023
Perder a Odorizzi dolió, pero los Rangers aún tenían buena profundidad en la rotación cuando comenzó la temporada. Todavía tenían un doblete de ensueño en octubre con deGrom y Eovaldi, siempre y cuando pudieran llegar a octubre.
Luego, el 28 de abril, durante una victoria sobre los New York Yankees, deGrom hizo su último lanzamiento de la temporada y se retiró temprano debido a dos palabras temidas: tensión en el antebrazo. Intentó recuperarse, lanzando una sesión de bullpen a finales de mayo. En junio se sometió a una cirugía Tommy John.
DeGrom había sido el último agente libre destacado en ser cortejado no sólo por los dólares de Davis sino también por los planes de Young de construir un contendiente sostenible. Él era una gran parte de ese plan, un componente irremplazable, si se perdía, de la rotación de cualquier equipo.
Incluso cuando el plan de creación de plantilla es perfecto, hay cosas que salen mal. La cualidad inefable de un equipo campeón es otra cosa, algo más esquivo. Ese algo puede llamarse química en el clubhouse o cultura de equipo o lo que los jugadores podrían llamar la "mentalidad del siguiente hombre". Es difícil decir cómo se crea o incluso cómo se define, pero invariablemente, un equipo campeón lo tendrá.
Entonces, ¿cómo respondieron los Rangers? Para el 12 de junio, fecha de la cirugía de deGrom, Texas poseía la segunda mejor efectividad de rotación en el béisbol (3.38), liderando a todos los equipos en entradas de los abridores y ocupando el cuarto lugar en aperturas de calidad.
Todas esas medidas se mantuvieron firmes durante el receso del Juego de Estrellas, en parte porque Eovaldi y Gray estaban lanzando como All-Stars y porque Dunning, quien ocupó el lugar de deGrom en la rotación, tenía una efectividad inferior a 3.00.
"Algunos muchachos caen, pero tendrás que enfrentar un poco de adversidad en la temporada para tener éxito", dijo Eovaldi, un miembro clave de los Boston Red Sox, campeones de 2018. "Siento que esa fue una de nuestras principales cosas este año, tuvimos muchos jugadores clave, no sólo lanzadores, pero muchos muchachos dieron un paso al frente cuando uno de ellos cayó y cumplió bien el papel".
No fue sólo el cuerpo de lanzadores. En abril, Seager apareció con un dolor en el tendón de la corva que lo mantuvo fuera de la alineación durante varias semanas. Con deGrom también enfermo, los Rangers estaban presionando hacia adelante en el accidentado Oeste de la Liga Americana sin su lanzador y bateadores más talentosos.
¿Y que pasó? El novato Josh Jung, tercera base de todos los días de Bochy desde el principio, floreció, registrando 12 jonrones y 37 carreras impulsadas a finales de mayo y lanzándose por el campo en defensa, haciendo la mejor imitación que pudo de su héroe histórico, Brooks Robinson. Semien también bateó, y los Rangers tuvieron marca de 20-13 durante la larga ausencia de Seager, con el utility Ezequiel Durán bateando .305/.342/.533 durante ese tiempo. El siguiente hombre, de hecho.
Para el receso del Juego de Estrellas, los Rangers lideraban las mayores en carreras anotadas.
"Simplemente somos resistentes", dijo Seager. "Hemos hablado de eso todo el año. Simplemente jugar buen béisbol, tratar de ganar series y tener una mentalidad de pasar el testigo. No tienes que ser el tipo todas las noches. Simplemente se traduce para nosotros".
Verano 2023
Eovaldi se encendió a medida que la temporada avanzaba hacia el receso del Juego de Estrellas, estableciéndose como un probable contendiente al premio Cy Young de la Liga Americana.
No sorprende que esa racha comenzara inmediatamente después de la lesión de deGrom. El 29 de abril, Eovaldi lanzó una blanqueada de tres hits contra los Yankees. Desde ese juego hasta el 18 de julio, su primera apertura de la segunda mitad, Eovaldi tuvo marca de 9-1 con efectividad de 1.97. Cosas de as. Cosas de Cy Young.
Luego Eovaldi también resultó lesionado. Durante esa salida del 18 de julio, lanzó seis entradas en blanco contra los Tampa Bay Rays, pero su velocidad disminuyó. Se saltó una salida. Se reportó una distensión en el antebrazo. No volvió a lanzar hasta septiembre.
Cuando Eovaldi cayó, Texas estaba 19 juegos por encima de .500 y lideraba la división por 4½ juegos con la fecha límite de cambios acercándose a dos semanas de distancia. Y entonces todo empezó a cambiar.
La rotación sedienta de estrellas comenzó a sufrir y los Rangers sangraron carreras a un ritmo alarmante. Texas perdió sus últimos tres juegos antes de la fecha límite. Su ventaja sobre su archirrival Houston se había reducido a un juego.
Entonces, ¿qué pasó? Young duplicó y triplicó gastos en una rotación que ya era costosa, negociando por Max Scherzer y Jordan Montgomery. En lugar de confiar en el talento, Young convirtió a los Rangers en uno de los claros ganadores de los acuerdos de plazo límite.
"Cuando llegamos a la fecha límite, necesitábamos reorientar nuestra rotación, así que eso es lo que hicimos", dijo Young, su tono práctico implica que cada equipo sale y cambia por dos titulares All-Star a mitad de camino.
Los Rangers ganaron en el día límite, la primera de ocho victorias consecutivas. Ganaron 12 de 14 partidos en total para colocarse 24 juegos por encima de .500, el máximo de la temporada, para mediados de agosto. Las cosas iban bien, con el nuevo orden sugerido por la fuerte primera mitad de los Rangers aparentemente restaurado por la agresión característica de Young en la fecha límite.
Al final resultó que, la montaña rusa de los Rangers apenas estaba comenzando a rodar. Después de alcanzar ese punto culminante el 15 de agosto, Texas perdió nueve partidos seguidos (incluidas dos veces ante los Arizona Diamondbacks, el equipo al que acaban de derrotar en el Clásico de Otoño). Cayeron en un empate en lo que se había convertido en una lucha de tres equipos con los Astros y los Seattle Mariners.
La crisis siguió empeorando. Desde el 16 de agosto hasta el 8 de septiembre, Texas perdió 16 de 20. Durante esos juegos, el personal de los Rangers logró una efectividad de 6.33. Sólo cuatro equipos tuvieron un OPS más bajo en el plato. Lo que parecía un lugar seguro para los playoffs ya no estaba asegurado.
Nada hacía clic. El cuerpo de lanzadores de Bochy estaba con las pilas vacías. Todo llegó a un punto crítico durante lo que Young llama "la serie desastrosa".
Houston estaba visitando. A pesar de la mala racha de los Rangers, todavía estaban en buena posición, y una serie fuerte contra los Astros no sólo pondría a Houston en un hoyo importante, sino que podría restaurar parte del impulso anterior de los Rangers.
Durante los siguientes tres días, a pesar del regreso de Eovaldi a la acción y de un enfrentamiento importante que enfrentó a Scherzer contra Justin Verlander, Houston superó a los Rangers 39-10, una diferencia aterradora que luce aún peor si se considera que Texas lideró el primer juego 3-0 en un punto.
Las lesiones (incluidas las de Jonah Heim y Jung) jugaron un papel importante en el derrape, pero Texas parecía un equipo que había caído en una espiral irreversible.
No hubo un momento específico que lo sacara. Texas comenzó a ponerse más saludable, al menos en la ofensiva, aunque Scherzer se perdió por una lesión en el hombro que todos pensaban que pondría fin a su temporada. Young subió al mejor prospecto Evan Carter. Eovaldi empezó a recuperar su forma. Montgomery se desempeñó como el abridor superior de la rotación que Texas tanto necesitaba. Los Rangers ganaron seis partidos seguidos y recuperaron su liderazgo en la División Oeste de la Liga Americana.
"Creo que tuvimos que lidiar con más cosas este año que en cualquier otro año que haya tenido que ser el mánager", dijo Bochy. "Y eso es lo que también me hace sentir orgulloso de estos muchachos, cómo se concentraron en eso además de, oye, centrémonos en ir adelante. Y siguieron haciendo eso".
Carter fue una revelación casi desde el principio, bateando .306/.413/.645 en la recta final mientras mostraba más velocidad en las bases y en la defensa en los jardines. El sistema por el que había apostado Young estaba dando sus frutos nuevamente.
También la cultura emergente de la casa club de los Rangers, donde en una sala poblada por algunas de las estrellas más importantes del juego, novatos como Carter y Jung y refuerzos como Durán y Travis Jankowski se sentían como en casa. El siguiente hombre, sí, pero también era cada hombre.
"Esto demuestra que no importa a quién tengamos en el campo, vamos a competir", dijo Carter. "Un equipo como nosotros, tenemos a los Corey, los Marcus que están tan arriba en el mundo del béisbol, que es fácil pasar por alto a las otras personas que son realmente buenos contribuyentes. Obviamente, Corey y Marcus son grandes razones para nuestro éxito, pero al mismo tiempo, tuvimos gente que vino y aportó de muchas maneras".
Octubre 2023
Los Rangers tuvieron un final de temporada regular con altibajos y perdieron la oportunidad de ganar la División Oeste de la Liga Americana al perder un juego 1-0 en Seattle en el último día de la temporada. Empataron a los Astros en el liderato de la división, pero Houston tenía el control del desempate (en parte debido a la serie desastrosa).
En lugar de descansar en casa en la ronda de comodines, Texas abordó un avión en Seattle, soportando uno de los vuelos más largos del béisbol: a través del continente para una serie en la que el ganador se lo lleva todo contra los Rays en San Petersburgo, Florida.
Los Rangers ganaron dos seguidos y barrieron a los Rays y luego ganaron dos como visitantes contra los Baltimore Orioles en la siguiente ronda. Para el Juego 3 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, los Rangers habían jugado sólo un partido en casa y habían ganado todos los partidos fuera de casa que jugaron en otras tres ciudades.
Hubo aún más reveses al final del camino de los Rangers. Adolis García, quien junto con Seager impulsó la ofensiva de Texas en octubre, se perdió por una lesión en el oblicuo sufrida en el Juego 3 de la Serie Mundial. Scherzer, quien sorprendentemente regresó durante la Serie de Campeonato de la Liga Americana, sufrió un bloqueo en la espalda en el mismo juego.
Ambos jugadores fueron eliminados del roster de Texas simultáneamente antes del Juego 4 contra los Diamondbacks.
¿Y que pasó? Respaldados por un emotivo discurso prepartido del devastado García, los Rangers derrotaron a Arizona 11-7 en el Juego 4 y acabaron con los Diamondbacks en el Juego 5. Lesión tras lesión, revés tras revés, esta fue una reconstrucción rápida que no se iba a negar.
Young, nativo del área de Dallas y ex jugador de los Rangers, había conseguido el primer título de la franquicia. Bochy había ganado su cuarto. Si bien se pueden mirar los llamativos fichajes de agentes libres y las estrellas adquiridas a través de intercambios, movimientos que hicieron que Seager, Semien, Eovaldi, Scherzer, deGrom y García bailaran en la misma casa club con Jankowski, Jung, Carter y todos los demás, lo que quizás sea lo más impresionante no es la rapidez con la que se reunió el talento, sino la rapidez con la que ese elemento esquivo (química, camaradería, cultura, el elemento del siguiente hombre o como quieran llamarlo) se convirtió en el maná de este equipo, el combustible que ayudó a los Rangers a superar más de su parte justa de obstáculos.
Si todos los demás elogiaban a Young, él parecía demasiado ocupado elogiando a los demás como para darse cuenta.
Fue la visión de Ray Davis y Jon Daniels la que puso esto en marcha", dijo Young. "Y luego, a partir de ahí, el resto va a estos jugadores y al cuerpo técnico.
Fue el equipo que Young construyó, en su primera temporada completa como ejecutivo principal de Texas. No es un mal trabajo para un tipo que lanzaba en las mayores hace apenas unos años. Incluso cuando todavía lanzaba para los equipos de Moore en Kansas City, capturando una corona de la Serie Mundial en 2015, el gerente general ganador del título de los Kansas City Royals sabía que Young tenía escrito futuro ejecutivo sobre él.
"Todo el mundo habla de lo inteligente que es C.Y., pero también tiene inteligencia emocional", dijo Moore. "Tienes que tener un amor y una pasión naturales por este juego, lo cual él tiene. Tienes que tener sabiduría en el béisbol, lo cual él tiene. Y luego también tienes que amar a la gente. Él tiene las tres cosas y tiene una gran ética de trabajo. Creo que tiene la oportunidad de hacer esto con éxito durante mucho tiempo".
Young y su equipo tendrán una tarea difícil después del miércoles, pero una cosa es segura: No se cansarán de ganar en el corto plazo.