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Medias Rojas anhelan despedirse de Big Papi ganando la Serie Mundial

NUEVA YORK - Un muy prometedor Xander Bogaerts apenas acababa de cumplir 21 años cuando jugó en sus primeros partidos de postemporada en 2013.

Dos meses más tarde de su añorado debut en las Grandes Ligas, el torpedero arubeño compartía su primer anillo del 'Clásico de Otoño' con David Ortiz tras vencer a los Cardenales de San Luis en seis juegos.

A una semana del inicio de la postemporada, Bogaerts, que en la Serie Mundial de 2013 tomó control de la titularidad como el campocorto de los Medias Rojas, piensa que no hay mejor manera de que Ortiz cabalgue hacia el crepúsculo que con su cuarto título de una condecorada carrera de 20 años.

"Nosotros sabemos que está teniendo una tremenda temporada", afirmaba Bogaerts en entrevista con ESPN Digital en medio de una estridente celebración en el camerino visitante de Yankee Stadium la noche del miércoles, a pesar de que los Yankees le habían denegado la oportunidad de celebrar el título de la División Este de la Liga Americana, remontando un déficit de tres carreras gracias a un grand slam de Mark Teixeira que decretó la victoria 5-3 .

"Él está en la conversación para el premio del Jugador Más Valioso y tú nunca sabes lo que pase. Llegamos a los playoffs. Esa era la meta en 'spring training'".

En lo que incuestionablemente es el último año de Ortiz en las Grandes Ligas, la figura simpática de 40 años le ha dado suficiente razón a sus compañeros para que traten de cambiarle su razonamiento.

El 'Big Papi' batea para un promedio de .316 con 37 jonrones. Lidera las Mayores con 48 dobletes y está en el tercer puesto con 124 carreras impulsadas, su mejor marca desde que remolcó 137 en 2006.

Pero dos décadas en la gran carpa son suficientes para Ortiz, que ha compilado un average de .295 con 17 cuadrangulares y 60 remolcadas en 82 juegos de postemporada.

En el caso de Mookie Betts, 11 victorias en estos playoffs que se avecinan van más allá de los regalos que les han obsequiado los equipos rivales a Ortiz en 2016.

Que mejor regalo que otro anillo para Ortiz, quien ha tenido que capear el temporal de dos consecutivas temporadas en las cuales los Medias Rojas han terminado en el sótano del Este.

En las tres Series Mundiales que el 'Big Papi' ha disputado, el futuro miembro del Salón de la Fama batea .455 con tres jonrones y 14 carreras impulsadas.

"Definitivamente será especial. Esa es como nuestra meta", indicó Betts a ESPN Digital. "Queremos despacharlo con una anillo de Serie Mundial. Eso sería como nuestro regalo de despedida para él".