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Pasar tiempo sin la familia, da momento para retiro a Carlos Beltrán

Nota del Editor: Entrevista en inglés de Marly Rivera a Carlos Beltrán.

Después de nueve selecciones al Juego de Estrellas, 435 cuadrangulares, vestir el uniforme de siete equipos y, finalmente, ganar su primer anillo de Serie Mundial, Carlos Beltrán tomó la decisión de retirarse del béisbol profesional.

Su ilustre carrera de 20 años en Grandes Ligas lo vio transformarse de una juvenil estrella a una presencia venerada en camerinos como el de los Astros de Houston, donde fue un ejemplo a seguir para muchas de las jóvenes estrellas que ayudaron al equipo a conquistar el primer campeonato en la historia de la franquicia.

Poco después de anunciar oficialmente su retiro, Beltrán habló en exclusiva con Marly Rivera, de ESPN Digital, sobre lo que le depara en el futuro.

¿Por qué hoy y por qué ahora? ¿Por qué es este el momento adecuado?

Llevo ya un tiempo contemplando esta decisión. En verano, cuando estuve en Houston, el tiempo que estuve solo por allá sin la familia me hizo pensar que ya era el momento. Como pelotero estoy sumamente agradecido por la oportunidad que Dios me ha dado por jugar este deporte por tantos años y yo sabía que en algún momento pue este momento va a llegar. Esto algo que yo lo llevo contemplando con mi esposa Jessica por muchos años contemplando el retiro. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que pues uno no quiere el retiro agarre a uno desprevenido. Uno quiere estar preparado para lo que viene hacia adelante y en este caso este fue el momento adecuado. Honestamente ganar la Serie Mundial fue espectacular. Pero si la ganamos o no la ganábamos pues comoquiera yo iba a tomar la decisión.

¿Entonces haber ganado la Serie Mundial no impactó tu decisión?

No la impactó. Honestamente, no la impactó. Le agradezco a Dios por permitirme poder haberme ido de este deporte como pelotero activo siendo pelotero ganador de la Serie Mundial, una experiencia única, una experiencia espectacular, algo que siempre soñé desde que llegué a Grandes Ligas. Nunca se me había dado (la oportunidad) hasta que ahora que se dio.

A pesar de haber terminado con broche de oro, ¿no fue fácil tomar la decisión?

Sí, porque son 20 años uno metiendo mano, trabajando fuerte, altas y bajas, salud, lesiones, operaciones, trabajar, rehabilitarse, los viajes, dejar la familia atrás. Mi esposa se merece una placa al lado mío si yo llego al Salón de la Fama, te lo juro, porque ella ha sido la que ha mantenido la familia unida. Dondequiera que yo he decidido de mover la cláusula de no cambio, tratando de buscar esa oportunidad de ganar una Serie Mundial, Jessica me dice 'dale, vamos pa' encima. Yo me encargo todo, mete mano, haz lo tuyo que allá vamos a estar (para) apoyarte con el favor de Dios y el apoyo de mi esposa ha sido fundamental en mi carrera. Uno trata de mantenerse fuerte, pero las emociones siempre son algo que es normal y uno tiene que dejarlo que salga. Gracias a Dios me siento bien, estoy tranquilo con mi decisión. No me siento que dejé nada en la mesa. Todo lo que tenía lo dejé en el terreno de juego y ahora pues me toca moverme y seguir apoyando al futuro del béisbol.

¿Qué piensas cuando sabes que ya estás en conversación para el Salón de la Fama? ¿Es algo en lo que pensaste alguna vez?

Pues mira si te digo que sí, te estoy mintiendo. Honestamente, no. Cuando llegas a Grandes Ligas lo primero que te pasa por la mente es buscar la manera de establecerte (como pelotero). Ya una vez logras tener un buen año en Grandes Ligas, que en ese año fui novato del Año en la Liga Americana, me di cuenta que si trabajaba duro y me enfocaba en los pequeños detalles para seguir mejorando en este deporte tenía una posibilidad de jugar este juego a un nivel alto. Yo creo que haber jugado por muchos años me dio la posibilidad de acumular números grandes que yo sé que me ponen en esa conversación. Al final del día, yo no soy quien decido si entro o no entro. Eso les pertenece a los reporteros que cubren a uno durante los años de carrera de uno. Yo personalmente creo que lo que tuve en mis manos lo controlé, ahora dejarlo pues dejarlo en las manos de Dios y estoy tranquilo con la decisión que sea.

¿Qué es lo más que te emociona de retirarte?

Me emociona compartir con mi familia; tener la oportunidad de pasar tiempo con los hijos de uno. Hacer cosas que, por ejemplo, yo no sé lo que es un verano, desde que firmé como pelotero profesional en el 1995, me emocionan esas cosas y quiero compartirlas con la familia. Poder viajar. Poder conocer el mundo. Poder pasar tiempo en la escuela de Puerto Rico con los muchachos. No es que me estoy tampoco yendo del béisbol, así que no me voy a desaparecer y nadie va a saber de mí. No, el béisbol es parte de mi vida, es parte de mi carrera. Dios me dio esta oportunidad y esta bendición y de alguna manera u otra yo quiero seguir impactando el juego, pero sí en un ámbito diferente.

¿Qué es lo próximo para ti? Has dicho que te gustaría ser dirigente algún día, ¿considerarías hacerlo de inmediato?

Bueno fíjate, yo le digo a Jessica que si la oportunidad aparece que sea una oportunidad que uno no pueda decir que no, le dije que sí me gustaría hacerlo. Si es una oportunidad especial y uno dice 'guao esto se me dio, esto es increíble', pues sí, yo metería mano. Al final del día, mi esposa quiere que yo siga teniendo una vida productiva; que siga activo en cuestiones de lo que es el béisbol, que es mi pasión. Yo soy loco con este deporte. Yo lo que no voy a jugarlo más. No voy a ponerme los spikes. No voy a ir al parque a tirarme a las bases por eso. Pero a mí me encanta de hablar del deporte, me encanta ayudar, me encanta contribuir de una manera positiva.

Uno de los puestos de dirigentes más importantes en Grandes Ligas está vacante, en una organización con la que tienes una muy buena relación, que son los Yankees de Nueva York. ¿Si el gerente general Brian Cashman te llama, vas a la entrevista?

Bueno uno tiene que considerar todo. Yo personalmente pienso ese es un puesto fenomenal; un puesto de impacto increíble. No solamente para los peloteros que ya yo tuve la oportunidad de compartir con ellos, sino para uno seguir haciendo cosas positivas en verdad. Al final del día, sí. Uno tiene que escuchar, porque no todos los días esa vacante está disponible para buscar manager en las Grandes Ligas. Imagínate, Joe (Girardi) estuvo ahí 10 años. Uno nunca sabe, las oportunidades que Dios nos brinda, y si tengo (la oportunidad de entrevistar), no la voy a descartar.

Has vestido el uniforme de siete franquicias, ¿con qué equipo es el más que te identificas?

Yo me identifico mucho con los Reales, por supuesto, porque fue la organización en la cual juegue, me firmaron, crecí en esa organización, llegué a las Grandes Ligas, jugué casi siete años con ellos. Pero también me identifico con los Mets porque también tuve un contrato de siete años con los Mets ahí en Queens y tuve tremendos años de mi carrera. Esos son dos equipos que básicamente pasé la mayor parte del tiempo. Pero el tiempo mío en San Luis para mí fue un tiempo perfecto, porque fue un tiempo en que dos años consecutivos fui una estrella, fuimos a los playoffs. Los tres años de los Yankees vi otra cara de jugar en Nueva York, cuando jugué en Queens y ahora cuando jugué en el Bronx. Pero con los más que me identifico, por el tiempo que jugué más, son los Reales de Kansas City y los Mets de Nueva York.

¿Cuál es tu mejor recuerdo como jugador?

Yo tengo dos, en verdad. Cuando gané Novato del Año en 1999 fue una cosa increíble para mí porque yo dije 'guau, todos los novatos que jugaron en las Grandes Ligas y me hayan escogido', fue espectacular. Me fue espectacular ese año. El segundo fue la primera experiencia en los playoffs cuando me cambian en el 2004 para Houston. Que tuve la oportunidad de llegar a los playoffs (por primera vez). Cuando uno experimenta playoffs dices esto hay que jugarlo todos los años; hay que trabajar duro para llegar a este momento y eso fue una experiencia espectacular en mi carrera.

Me parece curioso que no menciones haber ganado tu primer anillo de Serie Mundial después de 20 años...

La Serie Mundial para mí en verdad es una bendición que Dios me haya dado esa oportunidad. Y no es que uno no añora poder llegar a ese momento, pero creo cuando estás comenzando la carrera como pelotero, esos momentos del principio de tu carrera se quedan más plasmados en uno porque es el comienzo. Llegar a la Serie Mundial es algo especial porque no todo el mundo tiene ese privilegio, pero el comienzo para mí es parte (crucial) de llegar a este punto final.

¿Hay algo que consideres el peor recuerdo?

Para mí los momentos más duros fueron las lesiones. Cuando me lastimé la rodilla que estaba jugando para los Mets de Nueva York en el 2010 y los doctores me dijeron que básicamente mi carrera se iba (acabar); que ellos entendían que no podían hacer nada por la situación de la rodilla. Irónico que me retiro en el 2017. Si me hubiera dejado llevar por la opinión de los doctores, pues a lo mejor mi espíritu se hubiera caído. Yo personalmente soy una persona fuerte. Soy trabajador y no iba permitir que una opinión de un doctor pues básicamente bajara esa intensidad que yo tenía como pelotero. Tomé unas decisiones, buscar otros doctores, de buscar otras opiniones. Gracias a Dios conocí este doctor en Vail, Colorado, (Dr. Richard) Steadman, y cuando me hace la cirugía, él me dice muchacho tú estás bien, tú vas a jugar como siete u ocho años más, tranquilo. Eso me ayudó mucho espiritualmente y seguí trabajando. Creo que las lesiones son lo más duro para un pelotero, saber que tienes que pasar por un proceso y no sabes cuál será el resultado. Pero en el caso mío creo que la fe, el trabajo y la dedicación pues me ayudaron a sanarme más rápido.

Vas para Puerto Rico esta semana, ¿qué significará para ti regresar a casa habiendo tomado esta decisión y habiendo ganado un campeonato, especialmente después de todo lo que ha sucedido en Puerto Rico?

Yo lo que quiero es llevarle alegría a mi gente. Ya yo lágrimas las boté cuando decidí retirarme, cuando ganamos la Serie Mundial. Cuando pasó la situación con lo (del Huracán) María en Puerto Rico pues eso me afecto grandemente, lloré mucho por mi gente y traté de tomar acción y gracias a Dios eso es lo que hemos hecho, no hemos parado desde que surgió esta catástrofe en Puerto Rico. Nuestra fundación ha esta activa todos los días en Puerto Rico, llevando ayuda, suministros. Inclusive ya tenemos un warehouse con más de casi $10 millones de dólares en suministros para llevarle al pueblo de Puerto Rico porque la necesidad; da lástima decirlo, verdad, pero van casi 50 y pico de días de que surge este huracán y todavía hay gente en necesidad de agua y comida y para mí esa es una tristeza increíble. Yo lo que quiero es el tiempo que este allá llevarle alegría a mi gente. Si yo sé que van a ver momentos en que me voy a emocionar, no tengo dudas de eso. Yo soy una persona que las cosas a mí me emocionan, pero sí estoy feliz, estoy feliz y loco por estar allá en verdad.

¿Cuán importante fue para ti representar a Puerto Rico en cuatro Clásicos?

Eso fue espectacular. Como pelotero de Grandes Ligas tú siempre representas a la organización por la cual juegas, pero haber tenido la oportunidad de jugar en esos Clásicos con muchos peloteros puertorriqueños que muchos de ellos llegaron antes que yo a Grandes Ligas y yo poder ser compañero de equipo de todos ellos fue una experiencia espectacular. Representar a mi gente y representar mi cultura fue uno de los momentos también más bonitos de mi carrera. Este año fue uno espectacular también, estuve jugando básicamente con la nueva generación de peloteros puertorriqueños que van a estar representándonos por muchos años en las Grandes Ligas con el favor de Dios. Mi mensaje en una de esas ciudades que estuvimos era que siempre nos mantengamos unidos y busquemos apoyarnos mutuamente aunque juguemos en equipos contrarios, que somos pocos puertorriqueños que estamos representando en las Grandes Ligas. Yo lo que quise crear en ese equipo fue unidad, que entendamos que todos estamos representando sí a los respectivos equipos, pero que no se olviden que estamos representando algo más importante, que es la tierra de donde vinimos.

¿Cómo crees que has sido una inspiración para los niños en Puerto Rico?

Uno no piensa en eso cuando uno está activo. Uno se mantiene pensando en la carrera de uno, en qué tengo que mejorar. Yo lo que espero es haber impactado a los jóvenes puertorriqueños de una manera positiva. Que ellos me hayan visto a mí trabajar duro, que me hayan visto pasar por momentos difíciles y haberme levantado. Mantenerte en este juego por 20 años es algo bien difícil y que sea de motivación para los muchachos. Que si tú lo quieres de corazón, tú los sueñas, tú te lo vives y lo visualizas en tu mente, tú puedes lograrlo. Tienes que tener la mente clara y una visión positiva y no dejar que nada ni nadie, por ningún comentario negativo, afecte ni tu manera de pensar ni tu ética de trabajo.

Este año, tus compañeros en los Astros elogiaron mucho tu impacto en el camerino. ¿Qué se siente pasar de ser un pelotero estrella a un ser líder-mentor?

Algo que yo he hecho toda mi carrera ha sido ayudar a mis compañeros. Eso no es algo nuevo, siempre como pelotero he tratado de enfocarme en ayudar. Tú compartes una información con una persona, esa persona la aplica a su juego. De repente esa persona tiene éxito, eso para mí me llena de un orgullo increíble. La diferencia es que este año todos esos muchachos que yo he compartido la información con ellos, todos han decidido hablarlo públicamente. Y si hay algo que yo quiero decir que me recuerden por algo en este juego es por yo haber sido un buen compañero de equipo. Para mí eso fue fundamental, siempre buscar la manera de impactar a mis compañeros de una manera positiva. Yo no lo hago por el crédito, lo hago porque entiendo que es importante para mí y para mi espíritu y yo siempre sentí mucho orgullo por eso. Y este año surge que voy a Houston como pelotero veterano y todos estos muchachitos que están allí, de 22, 23, 24 años, compartí mucha información con ellos. Ganamos la Serie Mundial y todos ellos salen públicamente y hablan del impacto que yo fui en sus carreras y en sus vidas. Me llena de orgullo pero al final del día les doy el crédito a todos ellos porque cogieron la información, creyeron en mí, creyeron que mis intenciones eran genuinas y tuvieron buenos resultados y eso es lo que vale para mí.

¿Qué lección en específico esperas que se hayan llevado esos jugadores jóvenes, especialmente peloteros estrella como José Altuve y Carlos Correa?

Lo que yo les digo a ellos es que yo sé que ellos van a ser buenos jugadores por muchos años, eso no hay duda de eso, el talento es increíble y las habilidades son espectaculares. Pero les dije que sientan orgullo por ser buenos compañeros. Para mí eso es lo más importante y ese el mensaje que les quise pasar. A pesar que uno tiene la responsabilidad todos los días de ir al parque de trabajar y meter mano y poner números, también uno tiene la responsabilidad de ir al parque e impactar a compañeros de una manera positiva, compartiendo información, ayudándolos, metiéndose a ver videos con él, sintiendo compasión por los demás. Si sientes compasión por tus compañeros, de eso se trata; se trata de un equipo que está unido todo el año trabajando fuerte. Ese fue el mensaje que les quise dejar, y ellos son muchachos sumamente buenos, sumamente humildes, y lo que más vale en este juego es la humildad.