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Alex Cora tiene los ingredientes para confeccionar una dinastía en Boston

BOSTON - Los Red Sox de 1912 ganaron 105 partidos de temporada regular, más que cualquier otro equipo profesional en la historia de la ciudad de Boston, pero no lo lograron con la eficacia dominante de béisbol protagonizado por juveniles con el que lo está haciendo este equipo de 2018.

Hace más de 100 años, liderados por el jugador-dirigente Jake Stahl, de apenas 32 años, Boston se coronó campeón de la Liga Americana en 1912 con una ventaja de 14 juegos. Era un equipo, al igual que esta edición, con un plantel joven, incluidos los futuros inmortales Tris Speaker y Harry Hooper, ambos de 24 años, y un "Smoky" Joe Wood, de 22.

Los Medias Rojas sorprendieron a los New York Giants en siete partidos para alzarse con un anillo de Serie Mundial y cerrar con broche de oro la campaña inaugural del histórico Fenway Park. Ese fue también el año en que Speaker se cimentó como superestrella, bateando para .383, robándose 52 bases y conectando 10 jonrones.

Esta versión 2018 de los Medias Rojas ya aseguró su pase a postemporada, y cuenta con una ventaja de 11 juegos y medio sobre los Yankees de Nueva York (al martes) al tope del Este de la Americana. Además, con un número mágico de 2, una sola victoria sobre sus archirrivales les valdrá para asegurar el banderín divisional, con 12 partidos restantes.

Este parece ser el año en que Mookie Betts, de 25 años, cimentará su condición de superestrella, siendo el favorito para ganar el premio de Jugador Más Valioso de la Liga Americana al ser el líder de Grandes Ligas en promedio de bateo (.337) y WAR (8.5), ubicándose segundo en carreras anotadas (118), porcentaje de embasarse (.431) y OPS (1.049), y tercero en slugging (.619).

Pero ahí es donde deberían terminar las comparaciones entre ambos equipos.

Los Medias Rojas de 1912 conectaron un total de 29 jonrones en la llamada 'Dead Ball Era' (época de la pelota muerta) y anotaron un total de 799 carreras en una campaña que abarcó 154 partidos. Su competencia también se limitó a los otros siete equipos en la Liga Americana, de un total de 16 equipos de Grandes Ligas, y mucho antes de la integración racial del béisbol.

Los Medias Rojas de 2018 han dominado con una ofensiva formidable, liderando a las mayores en casi todas las categorías, ayudados por el poderoso toletero JD Martínez (39 cuadrangulares). Pero con Xander Bogaerts y Rafael Devers en el cuadro interior, y Mookie Betts y Andrew Benintendi en los jardines, lo han logrado con algo muy poco común para la franquicia en equipos destinados a playoffs: un núcleo de talento joven cultivado en casa.

Esta podría ser una nueva fórmula exitosa para los Medias Rojas, no sólo este año, sino también en años venideros. Y esos cuatro peloteros podrían tener un largo futuro por delante jugando bajo el dirigente novato Alex Cora.

"Vamos a ser buenos los próximos años porque somos jugadores jóvenes, bajo control del equipo, ese tipo de cosas. Y definitivamente, a veces te pones a pensar en las posibilidades los próximos años", explicó Betts en un aparte con ESPN Digital.

Esos peloteros de 25 años o menos desarrollados en la finca de los Medias Rojas se han combinado para jugar más de 500 partidos esta temporada. En cualquiera de los tres años previos donde se coronaron campeones de la Serie Mundial (2004, 2007 y 2013), la mayor suma de partidos donde participaron peloteros de 25 años o menos desarrollados en la finca de los Medias Rojas fue 257 (2007).

Y aunque esos cuatro jóvenes peloteros pasaron muy poco tiempo juntos en ligas menores, todos han soñado con el tipo especial de éxito que viene de ser parte de un núcleo tan singular.

Betts ya se había establecido como un pelotero de calibre de MVP en su cuarta temporada completa en Grandes Ligas, pero como se ha señalado, ha subido a un nuevo nivel. Bogaerts cuenta con el mejor promedio de slugging de su carrera (.519) y ha generado una impresionante cantidad de 76 extrabases, acercándose a las 100 carreras impulsadas. Benintendi ha mejorado su promedio, su porcentaje de embasarse y su slugging en su segunda temporada completa. Y a pesar de lesiones de la corva y el hombro en su primera campaña completa en Grandes Ligas (con sólo 21 años), Devers sigue dando indicios de su gran potencial como toletero con 17 cuadrangulares.

"Con suerte, jugaremos muchos años más juntos", dijo Bogaerts, quien cumple 26 años el 1 de octubre, el más 'viejo' de los cuatro. "No jugué con Devers (en las menores), ya que él es el más joven ni con 'Benny'. Tampoco jugué con Mookie, yo estaba en Clase A baja y él llegó para una prueba y lo vi justo antes de que firmara. Sabía que iba a ser bueno, con un swing corto y rápido, ¡pero jamás estos números de PlayStation! Pero ahora estamos todos juntos".

"Aquí tenemos a muchos muchachos de la finca que subimos en diferentes momentos", explicó Betts. "Pero todos pasamos por la organización, así que todos tenemos algo en común. Si miras a tu lado sabes que ese jugador ha pasado exactamente por lo mismo que has pasado tú. Y es especial en el sentido de que todos hemos pasado por lo mismo y todos estamos aquí ahora".

"Es muy especial", agregó por su parte Benintendi. "Somos muy afortunados de estar en esta organización. Y jugadores jóvenes como Mookie y Bogey (Bogaerts), hasta parece ahora que han estado (en Grandes Ligas) por mucho tiempo. No hay egos. Ha sido muy divertido".

La alineación de postemporada de los Medias Rojas el año pasado contó con siete jugadores desarrollados en la finca del equipo, su número más alto desde 1988. Hasta siete jugadores de posición firmados y desarrollados por los Medias Rojas podrían participar en estos próximos playoffs: los jardineros Betts, Benintendi y Jackie Bradley Jr. y los receptores Christian Vázquez y Blake Swihart (todos seleccionados en el draft colegial), y Bogaerts y Devers (firmas internacionales de Aruba y República Dominicana, respectivamente).

Y aunque el fichaje de agentes libres como el de Martínez, David Price y Mitch Moreland, entre otros, y los canjes por Chris Sale y Craig Kimbrel también han sido esenciales para los Medias Rojas, el hecho de que tantos de los peloteros de la finca estén produciendo a un nivel élite ha ayudado a ubicarlos donde están hoy por hoy, y podría ayudar a mantenerlos al tope del Este de la Americana por los próximos años.

Los Medias Rojas de 2018 lograron su centésima victoria de la campaña en su partido número 146, lo más rápido que lo han logrado en la historia de la franquicia. Y establecerán un nuevo récord de de victorias en una sola temporada cuando consigan su triunfo número 106. Además, van al paso de concluir la temporada regular con 111 victorias, la mayor cantidad desde que los Seattle Mariners igualaron el récord histórico de 116 en 2011. Serían sólo el séptimo equipo en la historia de las mayores en ganar 110 juegos o más en una sola temporada.

"Estaba tratando de pensar y ni siquiera recuerdo haber perdido tres juegos de forma consecutiva", dijo Benintendi con una sonrisa. Y dice mucho de la temporada de los Medias Rojas el hecho que hayan sufrido sólo tres rachas de tres derrotas consecutivas y que sean el único equipo que no ha perdido cuatro partidos al hilo en toda la temporada.

Gran parte de la razón por la cual los Medias Rojas cuentan con un equipo relajado y exitoso es la presencia de su nuevo dirigente, el puertorriqueño Alex Cora. Tras 14 años en Grandes Ligas (1998-2011), Cora trabajó como analista en ESPN hasta 2017, cuando fue contratado como coach de banca de los eventuales campeones de la Serie Mundial, los Astros de Houston. Ahora con sólo 42 años de edad, Cora ha proporcionado gran estabilidad y optimismo dentro del camerino, todo basado en sus experiencias dentro y fuera del terreno de juego y en el trato con la prensa.

"Si está nervioso (en su primer año como dirigente) definitivamente no lo está mostrando", dijo Betts sobre Cora tras iniciar la temporada. "Él está muy tranquilo. Incluso cuando los juegos están bien cerrados, no hay pánico ni nada de eso. Todo es positivo; todo está más relajado. Cuando ves a alguien relajado de esa manera es contagioso para todos".

"Él sabe de pelota", dijo Bogaerts. "Y él fue jugador de cuadro, así que realmente sabe de lo que está hablando y puede relacionarse con nosotros. Y habla los dos, inglés y español, así que puede comunicarse con nosotros directamente. Él es más como un hermano mayor. Y se preocupa por nosotros".

"Ha pasado por ese tipo de presión, y no es que es igual como un mánager, pero se ha visto bien comunicativo en esas situaciones. Nos da la confianza y eso nos ha ayudado bastante a nosotros", agregó el receptor venezolano Sandy León. "Del Spring Training hasta ahora ha sido el mismo. No ha cambiado nada. Siempre la misma confianza, la misma rutina; comunicativo".

Así es como no sería una locura pensar que es posible que llegado el mes de noviembre estemos llamando a estos Medias Rojas "El mejor equipo de béisbol en la historia de Boston". Y ese cuarteto de jóvenes jugadores les da la bienvenida a las expectativas de que su buen momento esté apenas comenzando.

"Tenemos un grupo especial en este momento, pero creo que no lo apreciaremos hasta más adelante o quizás hasta que terminemos de jugar", destacó Benintendi.

La agencia libre moderna hace que sea muy difícil para los equipos contendientes replicar el gran éxito del ilustre cuarteto de los Yankees que ganó unos históricos cinco campeonatos de Serie Mundial, conocido en inglés como el "Core Four": Derek Jeter, Mariano Rivera, Andy Pettitte y Jorge Posada.

Si reconocemos el hecho que el dirigente arribó después de los peloteros en este caso, existe la posibilidad de que este cuarteto pueda ser considerado la respuesta bostoniana a los 'Baby Bombers', una especie de "Cora Four" que sirva para quizás establecer los cimientos de una nueva dinastía en el Este de la Americana.

"¡Todos quisiéramos jugar juntos hasta que nos retiremos!", señaló Bogaerts. "Pero la pelota (ahora) es diferente. El potencial está aquí y ojalá podamos seguir clasificando a la postemporada todos los años. Pero primero tenemos que llegar y darnos una oportunidad".

"Se gane o se pierda, aquí no hay pánico ni presión", dijo Benintendi. "Estamos bajo un microscopio todo el tiempo, pero creo que he aprendido que puedes controlar sólo lo que puedes controlar, y eso es tu nivel de esfuerzo y que te estés divirtiendo".

"Sería muy bueno", observó Devers. "Creo que nos va bien porque todo el mundo, no importa la edad que uno tenga, me tratan igual. No porque tenga 21 años me van a tratar diferente. Aquí tratan a todo el mundo igual. Para mí es algo que no te deja que te montes más presión sobre ti mismo. El equipo es bastante joven y tenemos bastantes condiciones y confianza en nosotros mismos".

"Todavía falta para conseguir nuestro objetivo final", sentenció Betts. "Hemos tenido esta gran temporada, y si llegamos a playoffs... entonces puede pasar cualquier cosa. Pero una vez termine la temporada, creo podemos dar un paso atrás y decir que tuvimos una temporada genial. Pero no es cuestión de pensar si esta es una 'temporada especial'. Por eso es que tenemos éxito, porque en vez de estar pensando a largo plazo, los Medias Rojas nos preparan para un partido a la vez".