Por otra parte, Hernández viene de su mejor campaña en la cual bateó para .288 con 24 jonrones y 73 impulsadas, para lograr su primer llamado al Juego de Estrellas.

O sea, el balance hace felices a los Rockies de Colorado, club que lo contrató como el flamante tercera base, con la idea de que aporte no sólo poder y defensa sólida, sino versatilidad.

Hernández, de 33 años, fue el campocorto regular de Milwaukee por las dos últimas campañas y ha jugado 737 juegos de su carrera en esa posición. Pero también ha jugado 306 partidos en tercera y ahí es donde los Rockies esperan que juegue al menos que el joven campocorto dominicano Juan Uribe comience a fallar en esa posición, a la cual pasarían a Hernández.

José sí tiene sus preferencias y no tiene miedo a admitirlo.

"Es más emocionante estar en el campocorto que en tercera", dijo. "Va uno hasta los jardines por las pelotas, se hacen doble plays. Tercera base es como aburrido. Si me dan una cama con almohadas, probablemente me quede dormido allí".

"Pero no es gran problema. Lo que quiero es estar en la alineación todos los días. Sé que la tercera base está abierte y que tienen a Uribe en el short. Probablemente juegue tercera, pero de vez en cuando me darán chance de jugar en el campocorto también".

Es por eso que durante los primeros días de los entrenamientos, Hernández ha estado practicando en los dos lugares.

"Al pasar a la tercera base, tengo que hacer un par de cambios, es todo", dijo. "Hay que tener un ritmo distinto. La pelota va más rápido. Algunas veces juegas en la grama y eso es lo que no hace difícil, pero no es gran cosa".

El mánager Clint Hurdle dice que se siente cómodo con Hernández en cualquier posición.

"Va a llenar cualquier vacante que sea necesaria", dijo Hurdle. "Va a jugar algunos juegos en el campocorto. La profundidad que trae a nuestro cuadro, nos coloca en una posición bastante cómoda".

Hernández, quien también ha sido segunda base y jardinero, se ha dado a conocer más por su bate, aunque no siempre de manera positiva.

Lideró las mayores en ponches las dos últimas campañas, con 185 en 2001 y 188 el año pasado, cuando quedó a uno del récord ostentado por Barry Bonds.