Los Cachorros de Chicago han sido el mejor equipo de la temporada del 2016 y uno de los más completos de Grandes Ligas en los últimos años, pero en ruta a su pronosticada primera aparición en la Serie Mundial desde la II Guerra Mundial se encuentra un gigante obstáculo: San Francisco.
Chicago, que lideró las ligas mayores con 103 victorias -- la mayor cantidad de la franquicia desde que apiló 104 victorias en 1910 -- recibirá a los Gigantes de San Francisco en Wrigley Field el viernes, en el inicio de las Series Divisionales de la Liga Nacional. Chicago ganó la División Central con una cómoda ventaja de 17.5 juegos y San Francisco tuvo que dejar en el camino a los Mets de Nueva York en el juego de comodines para llegar a esta instancia.
Hay muchos argumentos para pensar que una serie de primera ronda no debería ser un gran inconveniente para Chicago. Después de todo, sus lanzadores lideraron las ligas mayores en efectividad (3.15), su defensa en carreras salvadas (107) y su ofensiva superós a sus rivales por 212 carreras (808 a 556) en ruta a rebasar el centenar de victorias por sexta ocasión en 141 años de existencia.
San Francisco, que tuvo la mejor foja de ambas ligas mayores en la primera mitad de la temporada (57-33), se desplomó ofensivamente en los últimos tres meses del año, para terminar con el cuarto peor récord desde el Juego de Estrellas (30-42). San Francisco, sin embargo, dió algunas señales de vida y logró superar a los Cardenales de San Luis St. Louis Cardinals en la batalla por el último puesto a la postemporada del viejo circuito.
Los Gigantes fueron blanqueados nueve veces y apenas conectaron 55 jonrones en la segunda mitad de la temporada. En el choque de comodines contra los Mets, cuando fueron rescatados por un jonrón de tres carreras de Conor Gillespie en la novena entrada, pasaron ocho episodios sin poder hacer contacto duro con la pelota.
Mientras Joe Maddon tuvo suficiente tiempo y ventaja para alinear la rotación de lanzadores a placer y descansar a principales jugadores diarios de los Cachorros, Bruce Bochy no podrá tener a su mejor lanzador, el zurdo Madison Bumgarner, al menos hasta el tercer juego. Bumgarner blanqueó a los Mets el miércoles en el Citi Field.
Maddon anunció al zurdo Jon Lester y los derechos Kyle Hendricks, Jake Arrieta y John Lackey para los primeros cuatro partidos. Bochy tendrá al estelar derecho dominicano Johnny Cueto, quien ganó 18 juegos en su primera temporada con el club, y luego al derecho Jeff Samardzija.
La ofensiva de los Cachorros, que incluye a dos candidatos al premio Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, el inicialista Anthony Rizzo y el antesalista Kris Bryant, anotó 800 por primera vez desde el 2008 y apenas por cuarta ocasión en la historia del club.
"Bueno, lo único que puedo decir es que me gusta lanzar cuando está todo vendido y todo el mundo está gritando para mí o contra mí. Esa clase de cosa me motiva", dijo Cueto, quien tiene marca de 9-8, 3.34 contra los Cachorros y 5-5, 3.07 en el Wrigley Field.
Sin embargo, los Gigantes tienen a su favor que saben jugar en octubre -- ganando la Serie Mundial en los tres años pares desde el 2010--, que tienen a Bumgarner cuando vayan a casa y la triste historia de los Cachorros en postemporada.
Chicago no gana un campeonato desde 1908, no avanza a la Serie Mundial desde 1948 y apenas ha ganado dos de sus últimas 15 series de tres o más partidos en playoffs.
Incluyendo el juego de comodines, San Francisco tiene 7-2 en sus últimos nueve compromisos y ha anotado al menos siete carreras en cinco de esos encuentro. Un buen desempeño de Cueto en el primer juego podría ser la diferencia a favor de los Gigantes, que aspiran a dividir en Wrigley Field y entregarle la serie empatada a Bumgarner.
"Ellos son buenos. Ellos saben cómo hacer esto. Tengo una tonelada de respeto por Bochy a quien conozco durante mucho tiempo", dijo Maddon. "Se pudo ver lo bien que reaccionaron [contra los Mets] la última vez. No solo Bumgarner, todo el grupo. Ellos sólo saben cómo hacer esto. Son formidables y esta serie será interesante", agregó.
En el papel, Chicago debería superar sin apuros la primera ronda, pero en realidad, enfrentan un obstáculo gigante en el inicio de su pregonado peregrinaje hasta la Serie Mundial por primera vez desde 1945.