CHICAGO - Medirse a los Cachorros de Chicago será la prueba más grande que tendrán los Gigantes de San Francisco no sólo toda esta campaña, sino incluso desde que ganaron el primero de sus últimos tres anillos de Serie Mundial en 2010.
"Es una de las series más difíciles que vamos a tener en todos los años que hemos estado en esta instancia", dijo el jardinero venezolano Gregor Blanco sobre el inicio de la serie divisional, la cual arranca este viernes en Wrigley Field.
"El equipo de los Cubs es un equipo bastante completo, que tiene pitcheo, defensa, bateo, fuerza Y corren. Nosotros ahorita estamos bastante unidos que es lo más importante y va a ser una serie bastante reñida".
Los Cachorros superaron a los Gigantes en prácticamente todos los renglones ofensivos principales durante la pasada campaña regular.
Sus 199 cuadrangulares fueron la segunda mayor cantidad en el nuevo circuito, con los Gigantes estando limitados a 130 vuelacercas. Los Cachorros tuvieron un promedio de bateo global de .275, en comparación con .258 para San Francisco, además de tener más carreras impulsadas (767 a 675) y anotadas (808 a 715).
La ofensiva de Chicago es muy superior a la de San Francisco, en particular trabajando conteos profundos, además de contar con el mejor porcentaje de embasarse en todo Grandes Ligas con .343.
La rotación abridora también tiene la ventaja en efectividad, con un promedio de 2.97 en comparación con 3.17 para San Francisco. Los Cachorros cargan con tres de los mejores abridores en términos de ERA en la Liga Nacional, el líder Kyle Hendricks (2.15), Jon Lester (2.44) y Jake Arrieta (3.10).
Pero aunque en teoría los Cachorros son amplios favoritos para pasar a la próxima ronda, el jugador de cuadro dominicano Eduardo Núñez afirma que los Gigantes cuentan con un factor particular que los hará dominar la serie, el hecho que han estado a jugando a un nivel muy alto las últimas dos semanas.
"[Enfrentar a los Cachorros] es una prueba emocionante y difícil a la vez, pero nosotros llevamos jugando playoffs hace tres semanas atrás ya", explicó Núñez, quien fue incluido en el plantel para la serie divisional después de perderse el juego por el comodín por molestias en la corva.
Mientras los Gigantes estuvieron peleando por un puesto en postemporada las últimas semanas de la temporada regular, los Cachorros reclamaron su primer banderín de la División Central de la Nacional desde 2008 con 16 juegos restantes en la temporada, y aseguraron ventaja como dueños de casa tan temprano como el 24 de septiembre.
La teoría de Núñez es que haber tenido que jugar intensamente cada partido las últimas dos semanas de septiembre, al igual que su emocional victoria en el juego de vida o muerte contra los Mets de Nueva York, es algo que sabrá favorecer a los Gigantes.
"Cada juego de nosotros era un playoff", destacó el dominicano. "El ritmo de los peloteros, el calor de la competitividad, la tenemos lo más alto que podemos tenerla. Ellos no la tienen así, porque estaban tranquilos".
Y mientras muchos han estado listos para coronar a los Cachorros desde principios de temporada, los Gigantes saben muy bien que ellos son el modelo perfecto de lo que Chicago quiere lograr. Ningún equipo ha sido más exitoso que San Francisco las últimas seis temporadas, con tres campeonatos en un lapso de seis años.
Los Cachorros llevan 108 años esperando por un anillo.
Así que si bien Chicago será el desafío más grande para San Francisco, no cabe duda que si hay un equipo que puede revertir el libreto, como lo han hecho cada dos años desde 2010, esos son los Gigantes.