Carlos A. Nava | ESPN Digital 6y

El 2017 ha sido un año de altas y bajas para Kike Hernández

CHICAGO -- Enrique 'Kike' Hernández ha vivido un año de contrastes en el que ha ido de la alegría a la tristeza profunda y de nuevo a la felicidad, una que ni siquiera había imaginando jamás.

El jardinero puertorriqueño de los Dodgers de Los Angeles pasó del subcampeonato en una gesta con el resto de la selección de su país en el Clásico Mundial de Béisbol en marzo en su estadio en Los Angeles, a la angustia de ver a su isla en medio del desastre provocado por el huracán María en septiembre.

De una temporada ofensiva bajo par, en la que bateó apenas para .215, de vuelta a la felicidad de saber que su histórico desempeño en el partido definitivo de la Serie de Campeonato fue fundamental para conseguir la primera corona en la Liga Nacional con sus Dodgers en 29 años, y con ella, el pasaje de su equipo al Clásico de Otoño.

"Obviamente jamás soñé algo como esto", reconoció Hernández. "Uno como niño siempre sueña con jugar en Grandes ligas y llegar a una Serie Mundial... Pero lo qué pasó esta noche no tengo muchas palabras para explicarlo, algo sumamente especial, y la verdad ni me imaginaba que podía tener un juego así".

Hernández se convirtió en el primer pelotero en la historia de la postemporada con tres cuadrangulares y siete carreras producidas en un partido. De hecho, las siete anotaciones que empujó ya empataban la marca en las Mayores para un juego de playoffs.

Es apenas el quinto jugador en las Grandes Ligas que conecta tres vuelacercas en un mismo partido que potencialmente podía amarrar una serie.

Su nombre se colocó junto a los de personajes como George Brett y Reggie Jackson, quienes habían conectado tres cuadrangulares en juegos de Serie de Campeonato y Serie Mundial, respectivamente.

O incluso a los de Babe Ruth y Lou Gehrig con partidos de multiples jonrones en el mítico estadio Wrigley Field.

"Hoy fue su noche para brillar", dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts.

Pero la prioridad para Hernandez, afirmó en medio de las celebraciones en el camerino de los Dodgers, fue llevar una alegría a su amado Puerto Rico, al que ha tratado de ayudar en todos aspectos, dentro y fuera del terreno de juego.

Es uno de varios atletas boricuas que ha organizado recolectas para las víctimas del huracán, del que tambien sufrió con su familia por allá.

"Me alegro por la gente en Puerto Rico que está pasando por un tiempo bien difícil y darles algo porque sonreír y porque festejar significa el mundo para mi", manifestó casi al borde de las lagrimas cuando la mayoría de sus compañeros cantaban y bailaban por el banderín obtenido.

"Es bien difícil estar lejos de nuestra casa", añadió, "pero saber que en el terreno de juego podemos darles algo de alegría es sumamente importante y no se... es sumamente especial y la verdad es difícil explicarlo con palabras".

En toda la temporada regular, Hernandez, el 'súper utility', como le llaman en Los Ángeles, apenas si había sacado 11 pelotas del parque y producido 37 carreras apenas, un año después de que tuvo que apoyar a su padre en la lucha contra el cáncer.

"Muchas cosas pasaron por mi mente, pero número uno solo quería que el partido terminara para salir corriendo a darle un abrazo a mi papá", dijo Hernandez sobre su padre, quien estaba en el estadio el jueves por la noche, como estuvo durante toda la serie contra los Cachorros de Chicago. "De no ser por él, yo no estaría aqui".

"Se sacrificó demasiado por mi para que yo llegara hasta acá", agregó. "El año pasado tuvo que batallar contra el cáncer y pateó el cáncer hacia afuera".

Apenas hace un mes, dijo que tuvo que ir al funeral de su abuelo en Puerto Rico, de donde tuvo la fortuna de salir un día antes de que golpeara el huracán".

"No podría estar mas contento por alguien más que por Kike", dijo el tercera base de los Dodgers Justin Turner. "Es un gran pelotero, pero mejor persona aún en todos los aspectos. Todos los días viene a trabajar tan duro como nadie y siempre con esa alegría y motivación. Hoy fue su noche y mucho tuvo que ver con que fuera la noche de todos nosotros".

A partir del martes, Hernandez cerrará su año deportivo en su estadio, frente a su gente y tratando de llevar más alegría a su isla y a los cientos de miles de fans de los Dodgers, que han aguantado la sequía mas larga de campeonatos en su historia.

"La última vez que llegaron a la Serie MUndial yo no había ni nacido", señaló Kike. "Este equipo lo ha hecho todo el año y no hay por qué no hacerlo otra vez".

"Nosotros no vamos a nadar para morir en la orilla", añadió. "Nosotros vamos a seguir hasta que quedemos campeones mundiales y entonces la celebración va a ser buena de verdad".

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