Mientras un astrónomo nos diría que el invierno comenzó hace apenas dos semanas, el invierno del béisbol se demarca por el final de la Serie Mundial y la apertura de los campos de entrenamiento primaveral en vez del solsticio de invierno y el equinoccio de primavera. Es posible que quizás tengan por delante muchos días de palear nieve dependiendo de donde estén ubicados, pero el deshielo primaveral del béisbol se acerca a pasos agitantados. Después de todo, lanzadores y receptores deberán reportarse en poco más de un mes. Con la lentitud y la pobreza en calidad del mercado de agentes libres - gracias en parte a la incertidumbre que rodeó el proceso de negociación del nuevo pacto laboral - hay muchos jugadores que todavía no tienen contratos para el 2017.

Y no estamos hablando de jugadores como Stephen Drew o Kendrys Morales que se encuentren a sí mismo en un limbo debido a una pobre decisión de no haber aceptado una oferta calificada. De los 197 jugadores que solicitaron entrar a la agencia libre de MLB por una razón u otra (incluyendo los dejados en libertad), 118 siguen sin empleo. Estoy utilizando aquí el Seguidor de Agentes Libres de ESPN, y aunque pueden ver que esos números fluctúan deendiendo de quien cuente, no se puede negar que hay muchos jugadores de Grandes Ligas allá afuera.

De hecho, hay tantos que puedes hacer un roster completo de 25 jugadores con los agentes libres que no han firmado - con un montón de extras para también llenar un equipo imaginario de Triple A. Pero ¿qué tan competitivo sería este equipo? ¿Podría vencer a los Cerveceros o los Padres si se lanzara al terreno en el 2017?

LANZADORES ABRIDORES

A menos que hayan cambiado calladamente las reglas del béisbol durante las reuniones invernales sin habernos notificado, vamos a necesitar una rotación. Y ya que esa rotación parece que será la parte más débil de nuestro equipo -- Jeremy Hellickson entró a la temporada baja con la mejor proyección a cinco años en el sistema ZiPS de cualquier lanzador abridor - es mejor que saquemos el dolor del medio primero. Las proyecciones entre paréntesis son las proyecciones para el 2017 para los jugadores en un estadio/liga neutral, dado el hecho de que no tenemos un estadio específico para nuestro ejercicio.

Jason Hammel (4.23 ERA, 96 ERA+, 142.2 IP, 1.7 WAR)
Tyson Ross (4.35 ERA, 93 ERA+, 124.0 IP, 1.3 WAR)
Jorge De La Rosa (4.48 ERA, 90 ERA+, 136.2 IP, 1.2 WAR)
Colby Lewis (4.49 ERA, 90 ERA+, 130.1 IP, 1.1 WAR)
Doug Fister (4.56 ERA, 89 ERA+, 130.1 IP, 1.0 WAR)
Rubby De La Rosa (4.59 ERA, 88 ERA+, 117.2 IP, 0.9 WAR)
Jake Peavy (4.65 ERA, 87 ERA+, 122.0 IP, 0.8 WAR)

A primera vista, no me preocuparía por comenzar a hacer planes de viaje para octubre. Cada lanzador abridor que sigue disponible en el mercado tiene varias interrogantes sobre él: en algunos casos rendimiento, en otros casos lesiones, y en otros ambas cosas. Ya que no tenemos prospectos, tenemos que firmar extras si vamos a rellenar este equipo de los agentes libres que quedan disponibles. Muchos de estos chicos son proyectos de reclamo interesantes, tales como Ross, un sorpresivamente dejado en libertad por los Padres, y quizás De La Rosa, si al final del camino no necesita una cirugía de codo.

El sistema ZiPS proyecta esta rotación como ligeramente mejor que la de los Padres. ¡Hemos comenzado con el pie derecho... más o menos!

RELEVISTAS

Joe Blanton (3.67 ERA, 110 ERA+, 68.2 IP, 0.6 WAR)
Sergio Romo (3.43 ERA, 118 ERA+, 44.2 IP, 0.5 WAR)
Santiago Casilla (3.71 ERA, 109 ERA+, 51.0 IP, 0.4 WAR)
Drew Storen (3.79 ERA, 107 ERA+, 54.2 IP, 0.4 WAR) (Nota del editor: Storen acordó un contrato con los Rojos el martes)
Luke Hochevar (3.70 ERA, 109 ERA+, 41.1 IP, 0.3 WAR)
Jonathan Papelbon (3.77 ERA, 107 ERA+, 45.1 IP, 0.3 WAR)
Boone Logan (3.79 ERA, 107 ERA+, 38.0 IP, 0.2 WAR)
David Hernández (4.10 ERA, 99 ERA+, 52.2 IP, 0.1 WAR)
J.P. Howell (4.06 ERA, 100 ERA+, 44.1 IP, 0.1 WAR)

Como podemos ver en las proyecciones disponibles, los remanentes en el mercado de agentes libres no son tan malos cuando hablamos de los relevistas. Un bullpen promedio en Grandes Ligas suele tener una ERA+ de alrededor de 108 (las rotaciones alrededor de 96) y hay algunos lanzadores legítimamente interesantes aquí. Romo es una buena adición si está saludable, y Casilla es mejor que lo que demostró en el montículo el año pasado. Incluso si debiéramos estar preocupados por el montaje del bullpen de los Gigantes en 2016, los méndigos no pueden ser selectivos. Tanto Storen como Papelbon son proyectos de reclamo interesantes, y en el caso de este último, nuestro equipo no va a tener talentos jóvenes para que Papelbon intente ahogarlos.

ALINEACIÓN TITULAR

C - Matt Wieters (249/304/405, 348 PA, 95 OPS+, 1.5 WAR)
1B - Mike Napoli (233/331/433, 489 PA, 111 OPS+, 1.5 WAR)
2B - Chase Utley (235/304/364, 454 PA, 85 OPS+, 0.9 WAR)
SS - Stephen Drew (221/294/408), 290 PA, 93 OPS+, 0.5 WAR)
3B - Luis Valbuena (240/334/424), 405 PA, 109 OPS+, 1.7 WAR)
LF - Michael Saunders (249/332/440), 421 PA, 112 OPS+, 1.5 WAR)
CF - Rajai Davis (250/297/384), 406 PA, 88 OPS+, 1.3 WAR)
RF - José Bautista (248/367/469, 506 PA, 131 OPS+, 2.7 WAR)
DH - Mark Trumbo (247/305/471), 553 PA, 111 OPS+, 1.5 WAR)

RESERVAS

C - Chris Iannetta (221/326/360, 316 PA, 91 OPS+, 1.0 WAR)
1B/OF - Adam Lind (260/325/425, 426 PA, 107 OPS+, 0.6 WAR)
2B/SS - Munenori Kawasaki (232/302/277, 319 PA, 63 OPS+, 0.4 WAR)
OF - Colby Rasmus (230/305/422, 415 PA, 100 OPS+, 1.5 WAR)

Bautista se acerca al territorio de los bateadores designados, pero los jugadores del tipo de jardineros/primera base/bateador designado siguen siendo la fortaleza relativa de este mercado, y yo preferiría tener a Bautista jugando en el derecho en vez de pretender que lo haga Trumbo.

Rasmus es una opción riesgosa como jardinero central, pero por lo menos podemos intentar una especie de comité de Davis/Rasmus allá afuera, y Rasmus puede fungir como relleno en las esquinas cuando Davis esté jugando.

La situación del medio del cuadro interior es fea. Yo no quiero usar a Drew como torpedero, pero lo preferiría allí en vez de fantasear que Daniel Descalso es un campocorto o intentarlo con alguien como Alexei Ramírez. Kawasaki es probablemente el mejor sustituto disponible y es por lo menos pasable a la defensiva, lo que es más de lo que puedo decir de las otras opciones en el campocorto.

Jugando con los números de uso para llegar a las 6,000 apariciones en el plato, y combinando eso con los lanzadores, termino con un equipo de cerca de 28 en WAR. El estándar para un equipo de nivel reemplazo es 47.7 - un número que es extraño y que no es redondo, porque eso te daría un 1,000 en WAR en MLB por temporada - así que 28 victorias sobre reemplazo te coloca entre 75 y 76 victorias.

Ese es un equipo que podría llegar a la postemporada si muchas cosas les salen bien, un equipo con una oportunidad de playoffs de entre 5 a 8 por ciento, dependiendo de la división en la que lo coloquemos. Además es un equipo sin muchas ventajas; los jugadores son demasiado conocidos en sus carencias para predecir alguna temporada de 93 victorias en ellos.

Y lo peor de todo, este sería un equipo caro de 75 o 76 victorias. Al pagar el valor al por menor en la agencia libre, incluso con la posibilidad de que los precios de algunos de estos jugadores bajen a niveles de negociación, probablemente tengamos en nuestras manos un equipo de $200 millones sin una sola estrella bonafide.

Que esto nos sirva de lección: Los amigos no dejan que los amigos construyan equipos en la agencia libre.
Los campeones defensores de la Liga Americana Indios de Cleveland hicieron lo que tenían que hacer para tener oportunidad legítima de volver a la Serie Mundial al firmar a Edwin Encarnación con un contrato de tres años y $60 millones con una opción de un cuarto año el jueves. Combinen eso con la esperanza de tener a Michael Brantley, Danny Salazar y Carlos Carrasco de vuelta al 100 por ciento y tendrás un equipo muy mejorado, en especial si sus jugadores jóvenes siguen desarrollándose.

El plan inicial de los Indios era solo mantener su equipo intacto mientras intentaban firmar de vuelta a Mike Napoli, pero cuando ambas partes no pudieron llegar a un acuerdo en dólares y centavos, los Indios comenzaron a monitorear el mercado por Encarnación, el que inexplicablemente se derrumbó tras rechazar una oferta de cuatro años y $80 millones de los Azulejos. Cuando las ofertas no pasaron de esas cifras, los Indios se convirtieron en oportunistas. Ellos pudieron darse el lujo de serlo, gracias a sus grandes ganancias en la postemporada, un aumento en las ventas de abonos de temporada completa, nuevos acuerdos publicitarios, y la repartición de ganancias de la liga. Todo eso les permitió dar el paso adelante y robarse uno de los mejores bateadores del medio de la alineación en el deporte.

Ahora que los mejores bateadores en la agencia libre han sido firmados, incluyendo a Yoenis Céspedes con los Mets, Encarnación con los Indios, Dexter Fowler con los Cardenales, Justin Turner con los Dodgers y Ian Desmond con los Rockies, ahora es momento para que el siguiente nivel de bateadores en la agencia libre encuentre empleo. Este grupo incluye cuatro toleteros: Mike Napoli, anteriormente con los Indios; Mark Trumbo, anteriormente con los Orioles; José Bautista, anteriormente con los Azulejos; y Matt Wieters, otro ex miembro de los Orioles.

Mike Napoli

La firma de Encarnación terminó de inmediato con la carrera de Napoli en Cleveland, lo que significa que la "Fiesta en Casa de Napoli" tendrá que encontrar una nueva ciudad. Los Vigilantes de Texas son los candidatos favoritos para firmarlo. Aunque los Vigilantes no quieren gastar mucho más de lo que ya tienen comprometido, ellos se dan cuenta que si ellos logran conseguir a Napoli con una tasa de descuento, sería grande para ellos porque la primera base y el puesto de designado son sus mayores interrogantes entre los jugadores de posición. Napoli bateó 34 jonrones el año pasado con más de 100 impulsadas y fue compañero favorito de muchos cuando jugó por última vez con los Vigilantes.

Mark Trumbo

Firmar a Trumbo haría sentido para muchos equipos, incluyendo a los Marineros, Rockies y Marlins, pero los Orioles siguen siendo su mejor destino. Trumbo sería una gran mejoría en la primera base para los Marineros quien al presente piensan que un comité compuesto de Dan Vogelbach y Danny Valencia será suficiente - y no lo va a ser. El tremendo poder de Trumbo en el sexto puesto en la alineación de los Marineros sería una gran diferencia para ellos.

Los Rockies lo han considerado firmar para que juegue en la primera base, moviendo a Ian Desmond de vuelta a los jardineros si logran hacer un gran cambio por un lanzador abridor. Rumores de un cambio de David Dahl a Tampa Bay por Chris Archer fueron desmentidos rápidamente, pero ver a los Rockies siguiendo esa línea de pensamiento ciertamente haría algo de sentido. Sin embargo, también inclinaría la alineación de los Rockies demasiado a la derecha. Los Marlins también harían algo de sentido, ya que Trumbo sería una gran mejoría sobre Justin Bour, pero el precio y el pensamiento de tener que ceder una selección en el sorteo cierran esa puerta.

Eso nos lleva de vuelta a los Orioles, quienes siguen siendo el mejor destino para Trumbo. Si los Orioles ponen de nuevo la oferta sobre la mesa, él debería aprovecharla y citar a una conferencia de prensa.

José Bautista

Bautista está teniendo una agencia libre realmente difícil y él ya está comprendiendo que probablemente tenga que firmar un acuerdo de una temporada para recuperar su valor, y que ciertamente nadie le va a dar algún contrato de más de dos años. Volver a los Azulejos sigue siendo su mejor alternativa, ya que de otro modo tendría que firmar con un equipo no contendiente como los Atléticos de Oakland o los Rays de Tampa Bay y esperar ser cambiado a un equipo contendiente al llegar la fecha límite de traspasos directos.

Matt Wieters

Wieters terminará firmando en enero, con los Nacionales de Washington, Rockies de Colorado y Bravos de Atlanta representando las mejores opciones para él. Los Nacionales están preparados para irse con los recién adquiridos Derek Norris y José Lobaton en la receptoría, pero si logran atrapar a Wieters con un contrato de un año para restrablecer su valor, ellos tendrían que considerarlo por lo que él les daría a ellos como mejora ofensiva. En contraste, los Bravos siguen en necesidad de una respuesta a largo plazo en la receptoría, y con Wieters siendo del área, a él le encantaría decir que Atlanta es su casa.

Sin embargo, el lugar que más me gusta para él son los Rockies de Colorado. Los Rockies son un equipo en ascenso y un receptor que tiene en su historia un Guante de Oro como Wieters podría ser la pieza pieza para devolverlos a la postemporada. Su poder ambidiestro se beneficiaría de jugar la mitad de sus partidos en el Coors Field, lo que le daría su mejor oportunidad de conseguir un contrato parecido al de Russell Martin la próxima temporada baja, algo que no va a conseguir en esta ocasión. Wieters también podría ayudar al desarrollo de algunos de los abridores jóvenes de los Rockies mientras él podría beneficiarse de jugar bajo Bud Black, el nuevo manager de los Rockies.

En cuanto a los equipos ahora en el centro del escenario tras el acuerdo de Encarnación, todos deberían observar a los Azulejos. Ellos van a renovar sus jardines y si no firman de vuelta a Bautista ellos va a tener que mirar a un nivel más bajo de agentes libres, jugadores como Ángel Pagán, Brandon Moss o Michael Saunders. O van a tener que considerar conseguir en cambio a un jugador como m Jay Bruce, Curtis Granderson o Charlie Blackmon. Ellos ciertamente necesitan hacer una movida y ahora son el equipo en turno para hacerlo.
Hace un año, Dave Dombrowski identificó las principales necesidades de los Medias Rojas de Boston -- un cerrador, un cuarto jardinero, un abridor No. 1, ayuda para el bullpen - y entonces llenar el equipo con otros elementos al conseguir en cambio a Craig Kimbrel, firmar a los agentes libres Chris Young y David Price, y conseguir en cambio a Carson Smith.

Hecho. Hecho. Hecho. Y Hecho.

Dombrowski lo hizo parecer fácil en su primera temporada baja como presidente de operaciones deportivas de los Medias Rojas. Llevó a cabo su plan tal y como lo planificó, sin desviarse del boceto original, al adquirir su primera selección en cada posición, y lo hizo antes de la Navidad.

Pero en muy raras ocasiones sucede de esa forma. Usualmente los equipos deben adaptarse sobre la marcha a medida que su estrategia para construir su roster se altera por las fuerzas del mercado que sacan a los jugadores del pizarrón con unos términos que exceden lo precvisto. Y al abrirse las reuniones invernales en un suburbio de Washington, D.C., está claro que la segunda temporada baja de Dombrowski al mando de los Medias Rojas no va a ser tan fácil como la primera.

Comencemos con el hecho de que el agente libre de 39 años Carlos Beltrán acordó el sábado un contrato de una temporada y $16 millones con los Astros de Houston. Beltrán encajaba bien en el puesto de bateador designado para sustituir al retirado toletero e ícono de los Medias Rojas David Ortiz. En cambio, Beltrán se une al receptor Brian McCann y al jardinero Josh Reddick en una renovación de temporada baja que prueba que los Astros vienen en serio con sus intenciones de ser contendientes luego de fallar en entrar a la postemporada este año.

Matt Holliday era el potencial Plan B. Pero llegó a un acuerdo el domingo en la noche con los Yankees de Nueva York con un acuerdo según reportado de $13 millones por una temporada. Así que Dombrowski deberá tachar otro nombre de su lista en su búsqueda de un bate del medio de la alineación para reemplazar la producción de Ortiz.

Si Ortiz estuviera a cargo, él le habría dado un contrato de cuatro o cinco años a su amigo Edwin Encarnación y seguiría atendiendo las otras necesidades de los Medias Rojas, principalmente un preparador para la octava entrada.

"Cuando tienes a un tipo como Edwin haciendo lo que él hace, él puede pedir lo que quiera", dijo Ortiz el viernes en su evento caritativo de golf en República Dominicana. "No todo el mundo batea 40 jonrones en las Grandes Ligas y hace lo que él está haciendo. Si vas a reclutar a un tipo como ese, es mejor que traigas buen dinero contigo".

Pero Ortiz todavía no tiene trabajo con los Medias Rojas. (En algún punto, él dijo que le gustaría participar en algún rol, quizás como asesor, parecido a Pedro Martínez.) E incluso el propio Ortiz sabe que los Medias Rojas tienen otras consideraciones financieras, incluyendo la posibilidad de discutir el asegurar a sus estrellas jóvenes Mookie Betts y Xander Bogaerts con extensiones a largo plazo.

Como resultado, Dombrowski aparenta tener poco apetito para firmar otro agente libre en un contrato a largo plazo, a pesar del hecho de que Encarnación ha promediado 39 jonrones y 110 impulsadas en las últimas cinco temporadas y cumplirá 34 años en enero.

Así que, si no es Encarnación, ¿entonces quién?

Beltrán y Holliday no eran las únicas opciones a corto plazo para el puesto de designado. Los Medias Rojas podrían intentar fichar a los agentes libres Mike Napoli o Pedro Álvarez. Napoli, de 35 años, tuvo uno de sus mejores años para los Indios de Cleveland pero quizás no logre conseguir algo más allá de dos años garantizados. Álvarez, bateador zurdo, tiene potencial en el medio de una alineación de los Medias Rojas que se inclina más a la derecha que el Congreso. Además conectó 22 jonrones y tuvo slugging de .504 a tiempo parcial con los Orioles de Baltimore la pasada temporada.

Y entonces está José Bautista, cuyo valor en el mercado cayó luego de una pobre temporada con los Azulejos de Toronto. Pero no hace mucho Bautista, de 36 años, llegó entre los primeros 10 en las votaciones del JMV de la LA en dos temporadas seguidas. Si termina aceptando un acuerdo a corto plazo para recuperar su valor, los Medias Rojas podrían aprovecharse.

"Siendo agente libre, uno tiene que estar abierto a todas las posibilidades", dijo Bautista, invitado en el evento de Ortiz en el fin de semana. "Yo no sé lo que me va a deparar el futuro. Pero sí estoy emocionado por ver como se desarrollarán las cosas".

Los Medias Rojas podrían recurrir al mercado de cambios para conseguir producción del lado izquierdo. Los Mets de Nueva York, en particular, están intentando mover a Jay Bruce o Curtis Granderson, ya que ambos están firmados solo hasta el 2017. Bruce se ganará $13 millones la siguiente temporada, mientras que Granderson recibirá $15 millones.

El jardinero central de los Orioles Adam Jones tuvo otra idea para resolver el problema de los Medias Rojas con su vacante en el puesto de designado.

"¿Qué tal si Boston decide hablar con Ortiz y decirle, 'Papi, aceptarías un año más por $28 millones?'", dijo Jones el viernes.

Bueno, Big Papi, ¿qué crees de eso?

"Creo que ya he sido bastante claro, ¿sabes?", dijo Ortiz. "No se trata del dinero. Es como uno se siente. Yo ya estoy viejo. Ya estoy acabado".

Así que la búsqueda de los Medias Rojas para un nuevo bateador designado tendrá que seguir. Es hora de traer a la mesa el Plan C, algo que Dombrowski nunca necesitó explorar el año pasado.

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Cada vez que parece que los Medias Rojas de Boston han finalmente tocado fondo, encuentran nuevas formas de caer más bajo, en una oscuridad sin precedents. Ellos estaban jugando terrible, y entonces Wade Miley el jueves se tiró una rabieta en el dugout de Boston luego que el manager John Farrell tuvo la valentía de quitarle la pelota en respuesta a su actuación, en la que permitió nueve hits y cinco carreras en cuatro entradas.

Entonces el viernes, luego que Farrell de forma políticamente correcta y amable lidiara con el incidente de Miley al decir que lo que hizo el zurdo fue inaceptable, los Medias Rojas desperdiciaron una ventaja de siete carreras ante los Azulejos de Toronto -- y en el Fenway Park, donde los fanáticos expresaron su sentimiento ruidosamente por el colapso. En la séptima entrada del viernes, según escribe Tim Britton, murió la temporada de Boston.

Yo no estoy de acuerdo con ese diagnóstico. Los frágiles Yankees fueron apaleados en Baltimore esa misma noche, así que el déficit de Boston en la débil División Este de la Liga Americana se mantiene en siete juegos. Una buena semana de béisbol podría poner en pie nuevamente a los Medias Rojas.

Pero hemos visto pocas señales de que estos Medias Rojas, tal y como están construídos en la actuales, sean capaces de tener una buena corrida de juego fuerte, y el incidente de Miley sugiere que existen malas vibras internas. ¿Cómo un jugador se va a sentir cómodo al demostrar ese tipo de comportamiento frente a sus compañeros? ¿Acaso otros compañeros dieron un paso al frente y le dijeron a Miley que estuvo mal lo que hizo? Porque como diría cualquier manager, un mensaje de un compañero puede ser más efectivo que de parte de un manager o un coach.

Los Medias Rojas necesitan hacer cambios tan pronto como sea posible para comenzar a ganar partidos de béisbol, un concepto tan simple que muchas veces pasa por alto.

El otro día en el camerino de los Gigantes, a Matt Duffy se le preguntó por su promoción a ser el antesalista regular del equipo, y él explicó que se había enterado del descenso del anterior abridor Casey McGehee del propio McGehee. El veterano llevó a Duffy a un costado del camerino y le dijo que lo estaban sacando del roster, y McGehee le explicó que él había tenido una experiencia similar temprano en su carrera en Milwaukee, donde él reemplazó a Bill Hall. Por demasiado tiempo, dijo McGehee, él se sintió mal por haber reemplazado a Hall, y McGehee quería asegurarse de que a Duffy no le pasara lo mismo.

McGehee está de vuelta en Grandes Ligas con los Gigantes, pero Duffy sigue siendo el antesalista regular, y recibiendo consejos en su labor por parte de McGehee, al mantenerse apegado a la devoción tradicional del equipo de ganar partidos. Barry Zito, el jugador mejor pagado del equipo en el 2010, fue sacado del roster y no se quejó; en cambio, apoyó a sus compañeros. El año pasado, Sergio Romo fue sacado del rol de cerrador y lo manejó con gracia antes de firmar de vuelta con los Gigantes en la temporada baja como agente libre. En el otoño pasado, Tim Lincecum, un dos veces ganador del Cy Young, fue movido al bullpen de San Francisco y no mostró ni un ápice de descontento porque él entendió que la decisión estaba basada en su rendimiento y en lo que le daba la mejor oportunidad de ganar a los Gigantes.

Los Medias Rojas deben tratar de ponerse en este lugar, nuevamente, tal y como les pasó en el 2013. Y hay algunos pasos necesarios que deben tomar:

1. El dueño John Henry necesita sentarse con David Ortiz para discutir su rol.

Ortiz es una figura histórica en los Medias Rojas cuyo legado comenzó a tomar forma muchísimo antes de que Ben Cherington fuese el gerente y John Farrell el manager. Es por esta razón que Henry y el presidente del equipo Larry Lucchino deberían pautar una cena con Ortiz y asegurarle: "David, tu eres una parte importante del pasado del equipo y una parte importante del futuro del equipo, alguien que va a ser recordado aquí por muchísimo tiempo luego de que finalice tu carrera, y tenemos que hablar sobre tu lugar en este equipo en el 2015..."

El rendimiento de Ortiz ante los lanzadores zurdos se ha convertido en un gran problema. Su porcentaje de embasamiento es de .123 ante ellos, el peor de cualquier bateador en las mayores con por lo menos 50 apariciones ante los zurdos en esta temporada. Esta situación ha sido una granada emocional para Farrell debido al orgullo y la estatura que tiene Ortiz, y por todo lo antes mencionado, sería mejor para Henry el manejar esto de Ortiz de forma directa, con todo el peso del respeto de la organización hacia él. Henry, Ortiz, Cherington y Farrell pueden concretar un plan, y las posibilidades de Ortiz dentro del equipo podrían ser mejores si es parte del proceso.

La temporada pasada, los Yankees pretendieron todo el año que Derek Jeter era lo suficientemente bueno para batear en la parte superior de su alineación y que fuera su torpedero regular, siendo uno de los peores a la defensiva en las mayores, estadísticamente hablando. Nunca sabremos si esto pudo haber hecho la diferencia para que los Yankees llegaran a la postemporada, pero no les ayudó el hecho de que siguieran pretendiendo que Jeter era una especie de Mago de Oz en vez de un mero mortal detrás de un cortina de problemas. Los Medias Rojas no deben cometer ese mismo error.

2. Los Medias Rojas necesitan decidir por cuanto tiempo van a esperar para que Mike Napoli comience a batear.

Napoli está bateando .200, con un OPS por debajo de los .700 mientras maneja una posición importante a la ofensiva (primera base). Boston se ubica en el puesto 29 en producción de OPS desde el puesto de primera base y está en el puesto 26 en remolcadas. Los Medias Rojas tienen que mejorar aquí. Napoli está en el último año de su acuerdo de dos temporadas, y los Medias Rojas tienen la flexibilidad de moverse, e identificar un reemplazo, ya sea interno o de afuera de la organización.

3. Los Medias Rojas deben flexionar su profundidad.

Si llegan a unas decisiones sobre Ortiz y Napoli, entonces la oficina central y Farrell estarán en posición de simplemente seleccionar los mejores pareos para un día en particular. Quizás eso incluya el ascenso de Jackie Bradley Jr., quien, junto con Mookie Betts y Rusney Castillo, podrían darle a Boston unos excelentes jardineros a la defensiva. Quizás eso signifique mover a bateadores diferentes a lugares poco conocidos en la alineación.

4. Se debe aplicar el estándar más básico para la toma de decisiones.

Cuando los equipos suben a jugadores de liga menor, con frecuencia los managers recitan una versión de esta oración: Este es el chico que el cuerpo de entrenadores de liga menor piensa que nos puede dar la mayor oportunidad de ganar.

Los Medias Rojas necesitan adherirse a este mantra con su cuerpo de lanzadores. ¿Acaso es Miley - y su efectividad de 5.07 - en realidad uno de los cinco mejores abridores de la organización? ¿Hay alguien más en las menores que lo pueda hacer mejor?

Boston tenía un plan de pitcheo concreto al entrar a la temporada, y ese plan no ha funcionado. Ahora se tienen que hacer todos los ajustes necesarios - y tan pronto como sea posible. La temporada de los Medias Rojas no ha muerto; todavía les queda algo de pulso restándoles exactamente 100 partidos en el calendario. Pero a menos que Boston juegue mejor, se corren el riesgo de convertirse pronto en irrelevantes en la contienda por los playoffs en el Este de la LA.

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