Clayton Kershaw dejó a 29 equipos de las Grandes Ligas con la boca hecha agua.

Lejos de salirse de su pacto con Dodgers de Los Angeles, al cual le quedaban dos temporadas más, lo que hizo fue firmar una extensión contractual que lo atará al club hasta el 2021 y le añadirá 22 millones de dólares a su cuenta bancaria.

El estelar zurdo, que ha jugado toda su carrera con los Dodgers, tenía una cláusula que le permitía salirse del contrato que firmó en el 2014 por siete campañas y 215 millones.

Según reseña la página Baseball-Reference.com, de ese acuerdo le restarían por cobrar 34.6 millones en el 2019 y 35.6 millones en el 2020.

Ahora esos 71 millones le suma otros 22, más incentivos, además de asegurarse un año más de trabajo.

¿Decepcionante?

Probablemente Kershaw podría haber conseguido en el mercado de agentes libres un contrato de unos 120 millones y hasta cinco campañas, que si bien promediaría un salario anual inferior a los 31 millones por temporada que ganará con los Dodgers, le garantizaría más tiempo.

Ese promedio de 31 millones por año empatará como el segundo más alto de todo el béisbol, al igual que Miguel Cabrera y David Price y sólo superado por los 34.4 que recibirá Zack Greinke con los Diamondbacks de Arizona hasta el 2021.

Irse incluso, le daría la posibilidad de buscar en otros aires el anillo de campeón que le ha sido esquivo desde que debutó en el 2008.

Pero el zurdo parece que será de esa especie en peligro de extinción que prefiere jugar toda su carrera con un solo uniforme y eso merece aplausos, en tiempos donde la palabra lealtad está siendo borrada del diccionario.

Y está también el tema de la salud, algo que ha afectado a Kershaw en los últimos años.

Luego de promediar 31 aperturas entre 2009 y 2015, el tres veces ganador del premio Cy Young ha iniciado una media de 24 partidos entre 2016, 2017 y 2018, con varias visitas a la lista de lesionados.

Aunque para cuando comience la próxima temporada apenas habrá cumplido 31 años, nadie conoce su cuerpo mejor que él mismo y quizás esté consciente de que cinco campañas pueden ser demasiadas para su dañada espalda.

Si de aquí a tres años ya veremos qué puede depararle el futuro, pero por ahora, Kershaw ha aplicado el refrán de que vale más pájaro en mano, que cien volando.

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El zurdo Clayton Kershaw tiene ahora poco menos de una semana para decidir si sigue por los próximos dos años con los Dodgers de Los Angeles o si se sale del contrato que todavía le garantizaría 70 millones de dólares para su bolsillo en el 2019 y 2020.

Luego de perder el último juego de la Serie Mundial, Kershaw podría irse a la agencia libre y conseguir un nuevo pacto con el mejor postor que le garantice no sólo más dinero, sino más tiempo de trabajo.

Esta no es una decisión que se toma a la ligera y lo más seguro es que sus representantes hayan tanteado el mercado por debajo de la mesa para aconsejar al zurdo el mejor paso que dar.

Con la escasez de serpentineros estelares que saldrán este invierno a la agencia libre, podría no ser tan difícil para Kershaw superar los 70 millones que le adeudan todavía los Dodgers.

"No he tomado una decisión aún. Tenemos tres días para hablar, entre nosotros y los Dodgers, para ver qué sucede. Y luego partiremos de ahí", expresó a los medios el zurdo, tras la derrota del domingo.

"Ahora tengo tres días para pensar acerca de todo esto antes de concretar algo. Serán tres días bien ajetreados para mí", agregó.

A sus 30 años de edad, no suena tan descabellado un nuevo acuerdo por entre 80 y 100 millones y cinco temporadas, a pesar de que viene de la campaña más pobre de sus últimas nueve, con récord de 9-5 en 26 aperturas, luego de perderse tiempo de juego por una lesión.

Kershaw ya no es el mismo que entre el 2011 y 2014 ganó tres premios Cy Young y quedó segundo en la votación en otra ocasión.

La recta le ha perdido unas cuantas millas por hora de velocidad y su cifra de ponches (155) es la menor desde que abanicó a 100 en su año de novato.

Pero ello no quiere decir que haya entrado ya en su declive, aunque está a las puertas de ello.

El zurdo está en una meseta de rendimiento que puede durarle tres, cuatro campañas más, en dependencia de su salud.

Esa es la palabra clave para el estelar serpentinero, tal vez el más talentoso de su generación: salud.

Hay que tener en cuenta que en el 2018 solamente pudo realizar 26 aperturas y por tercer año seguido y cuarto en los últimos cinco no consiguió 30 juegos iniciados.

Pero si consigue mantenerse entre las 25 y las 29 aperturas, con una efectividad habitual por debajo de tres carreras limpias por cada nueve entradas de actuación, estará justificando el salario, ya sea el de los Dodgers, si decide seguir en el contrato, o el que logre pactar si se va a la agencia libre.

Salirse del contrato parece bastante probable e incluso lógico, por su valor en el mercado.

Lo que podría suceder es que se salga del acuerdo y vuelva a firmar, como agente libre, con los Dodgers.

Dinero le sobra a la franquicia de Los Angeles y sus ejecutivos han demostrado no tener el codo duro cuando de gastar plata se trata, aunque hasta ahora sus inversiones no les hayan dado los resultados esperados.

También está la opción de completar sus dos temporadas pendientes con los Dodgers y salir al mercado con 32 años.

Su valor para entonces debería ser menor, pero ya tiene 70 millones del lado de acá y todo lo que consiga a partir de entonces es ganancia.

O tal vez el lanzador decida cambiar de aires, en busca del anillo que le ha sido esquivo en estos 11 años en Los Angeles.

Por cierto, Brian Cashman, el gerente general de los Yankees de Nueva York, dijo que la prioridad del equipo en el invierno era reforzar el pitcheo.

¿Qué tal Clayton Kershaw en uniforme de rayas?

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Clayton Kershaw podría ser un reloj de sol humano, proyectando su sombra predeciblemente sobre las horas de cada día con cada elemento de su preparación. Los sprints de máximo esfuerzo en los jardines, las sesiones de bullpen, la salida cronometrada del clubhouse para lanzar, todas las piezas de su incansable dedicación a su trabajo. Kershaw domina su calendario en la forma en que domina a los bateadores, y sus compañeros de equipo creen que el régimen es un arma poderosa para un lanzador que terminará su carrera siendo considerada como una de las mejores de la historia, y tal vez la mejor.

Kershaw estará en una posición de comando y control de nuevo este otoño, a medida que avanza a través de lo que podría llegar a ser la última situación contractual a largo plazo en su carrera como jugador. Kershaw tiene dos años restantes en su contrato actual, para 2019 y 2020, por alrededor de $ 35 millones anuales. Pero también tiene derecho a renunciar a su contrato, ventaja que podría usar para tratar de negociar un acuerdo a más largo plazo, o para mudarse, si tiene un destino alternativo en mente.

Sin embargo, si opta por no aceptar el contrato, también hay factores fuera de su control que podrían entrar en juego. Debido a su influencia en el juego y quizás en el próximo mercado de agentes libres, los ejecutivos y agentes rivales están especulando cada vez más sobre su futuro.

Factor No.1: Su salud. Kershaw y los Dodgers no proporcionan muchos detalles sobre las lesiones que lo han obligado a estar en la lista de lesionados en los últimos años, lo que es totalmente su prerrogativa (y la de ellos, pero sobre todo la de él). Eso dejará al resto de la industria para acumular los restos de información y especular, a menos que resuelva salirse de su contrato y sus registros médicos sean entregados a los equipos.

Dada la entrega, el tamaño y la intensidad de trabajo inusuales y potentes de Kershaw, los oficiales rivales se preguntan sobre -sin ningún orden en particular- su espalda, su cadera derecha y su hombro izquierdo. Cuando llegó a la lista de lesionados recientemente con lo que el equipo denominó tendinitis del bíceps izquierdo, los profesionales de la atención médica reflexionaron sobre ese diagnóstico e intentaron descifrar su significado.

"Si desarrolló un problema de hombro, entonces optar por salir podría no ser lo mejor", dijo un evaluador de otro equipo.

Una breve temporada en la lista de lesionados y otro año fuerte en el montículo desviarán las preocupaciones.

Factor No.2: ¿Qué quiere Kershaw? ¿Quiere quedarse con los Dodgers por el resto de su carrera, en igualdad de condiciones, en la forma en que lo hizo Justin Turner? ¿Prefiere volver a su Texas natal para lanzar sus últimos años y estar más cerca de la familia? ¿O tiene otro equipo o circunstancia preferible, como Kevin Durant, que se unió a un equipo de campeonato en Golden State para jugar con otros campeones?

Incluso si Kershaw conoce la respuesta a esa pregunta ahora, le convendría mantenerlo para sí mismo y así mantener el misterio y la mayor influencia posible.

Factor No.3: Detrás de las puertas cerradas, ¿qué quieren los Dodgers? ¿Cuál es su evaluación de la información médica de Kershaw, sea lo que sea? ¿Qué es lo que ven en él como lanzador, y si él decide no participar, cómo evalúan su valor y el riesgo asociado a través de un acuerdo a largo plazo?

Mientras los Dodgers trabajaban para hacerse cargo de una nómina que aumentaba vertiginosamente en los inviernos recientes, mantuvieron la línea de las negociaciones de Zack Greinke, y lo vieron firmar con los Diamondbacks por un año más, y mucho más dinero. L.A. mantuvo a Turner, Kenley Jansen y Rich Hill en acuerdos multianuales, pero por contratos de cuatro, cinco y tres años.

Factor No.4: ¿Cuánto vale el legado? Hubo muchos casos en que un equipo se excedió para retener a una estrella que envejece, con Tom Brady quizás siendo el mejor ejemplo actual. También hubo equipos que dijeron no a jugadores del calibre del Salón de la Fama: los Packers a Brett Favre, los Cardenales a Albert Pujols.

En un mundo perfecto en el que el dinero no es un factor y todos viven felices para siempre, la estrella se queda, se retira en armonía con sus empleadores y regresa todos los años para saludar a las multitudes que una vez aplaudieron sus hazañas. Pero en este mundo complicado, eso no siempre sucede.

Kershaw es un heredero eventual del legado de Sandy Koufax, pero ¿cuánto pagarán los Dodgers por eso? Casey Close, agente de Kershaw, también representó a Derek Jeter, y cuando el contrato de 10 años de Jeter expiró y Close propuso una costosa extensión por valor de $ 100 millones, el gerente general de los Yankees, Brian Cashman, animó a Close y Jeter a probar el mercado, porque él no creía que un viejo campocorto tenía ese tipo de valor. Al final, el legado significó algo para Jeter, quien dejó en claro que no tenía intención de irse, y para Hal Steinbrenner, quien aceptó pagarle a Jeter un salario más alto de lo que su producción hubiera obtenido en el mercado.

Factor No.5: ¿Qué nivel de responsabilidad tendrá Kershaw para perseguir los mayores dólares, en nombre de la asociación de jugadores? Han sido un par de años ásperos para el sindicato, con muchos veteranos aparentemente perdiendo influencia en el mercado debido a problemas de oferta y demanda, y debido a la creciente cautela entre los equipos para invertir en jugadores mayores de 30 años. Kershaw acaba de cumplir 30, y porque ha sido el mejor en su posición y debido a su poder de estrella, podría tener el poder de presionar los topes salariales.

Kershaw es conocido como un excelente compañero de equipo, y aunque creo que poco le importa el dinero y la riqueza más allá del potencial de la caridad, sin duda es consciente de su estatura en el juego y su importancia para los compañeros.

Factor No. 6: ¿Cuánto tiempo más quiere lanzar? El Padre Tiempo le roba el juego incluso al más grande eventualmente, y algunos jugadores parecen estar perdidos en su retiro. Esto no será un problema para Kershaw, que tiene un gran círculo de amigos, así como familiar; él nunca se aburrirá. Mi suposición es que cuando Kershaw deje de disfrutar el béisbol, no tendrá problemas para irse y pasar a la siguiente fase de su vida.

Factor No. 7: ¿Qué ven otros equipos en Kershaw, y qué es lo que quieren? Esto es importante porque si Kershaw opta por salir de su acuerdo, Close podría necesitar conocer el interés de otros equipos para impulsar cualquier negociación.

Por ejemplo, si Kershaw realmente considera seriamente ir a los Rangers, ¿los Rangers querrían comprar a un precio superior? Están pasando por una etapa de reconstrucción ahora, y están programados para mudarse a un nuevo estadio en 2020. ¿Ayudaría la presencia de Kershaw a llenar los asientos? ¿O los asientos estarán llenos en su mayoría en los primeros años, incluso sin Kershaw? Los Rangers no volvieron a firmar a Yu Darvish, y cuando Jake Arrieta esperó y esperó durante el invierno, Texas no saltó y lo sacó del tablero. ¿Era eso parte de un plan más grande para la reconstrucción gradual? ¿Kershaw se ajusta a la línea de tiempo de los Rangers? ¿Cuán cautelosos serían de invertir mucho dinero en lo que podría ser la pendiente de su carrera? ¿O ven la contratación de un niño de la ciudad natal que se convirtió en una leyenda como el argumento de venta perfecto?

Factor No. 8: ¿Qué quiere la propiedad de los Dodgers? Porque las decisiones de este significado usualmente no las toma alguien que trabaja en operaciones de béisbol. Más bien, son los tipos cuyo valor se mide generalmente en una palabra que comienza con una "J".

Ha lanzado de manera combinada más de 2,000 entradas entre temporada regular y postemporada, ganó casi el 70 por ciento de sus decisiones y terminó entre los tres primeros en la votación de Cy Young de la Liga Nacional en seis de las últimas siete temporadas. Y podría ser que el pequeño tamaño de la muestra de los próximos 4 meses y medio podría importarle a Clayton Kershaw, si él opta por salirse de su contrato.

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Que el dominicano Luis Severino y Stephen Strasburg aparezcan entre los finalistas al premio Cy Young de las ligas Americana y Nacional, respectivamente, es puro formalismo.

Sin restarle méritos a los logros de Severino con los Yankees de New York y de Strasburg con los Nacionales de Washington en el 2017, las posibilidades reales que ambos tienen de llevarse el galardón son nulas, cero, inexistentes, nada.

En ambos circuitos se trata de una lucha entre dos.

En la Americana, el derecho Corey Kluber, de los Indios de Cleveland, tuvo un cierre espectacular en septiembre, cuando ganó cinco juegos sin derrota y tuvo una efectividad de 0.84, para atrapar los liderazgos en ambos departamentos, con 18 y 2.25, respectivamente, aunque el de los triunfos lo compartió con su compañero de equipo Carlos Carrasco y Jason Vargas, de los Reales de Kansas City.

Asimismo, Kluber tuvo el mejor WHIP (hits y bases por bolas por inning), con apenas 0.87, completó cinco partidos y tiró tres blanqueadas, en tanto fue segundo en ponches propinados, con 265 en 203.2 episodios.

Ese acelerón en el mes final del calendario le permitió sacarle ventaja al zurdo de los Medias Rojas de Boston Chris Sale, quien se mantuvo al frente de la carrera casi toda la campaña, pero resbaló varias veces en septiembre y eso le costó.

De todos modos, a Sale no le faltan méritos, pues sus 308 ponches, cifra máxima en ambos circuitos, es un registro tan extraordinario que desde 1999 ningún serpentinero superaba los 300 en la Liga Americana, desde que lo hizo el dominicano Pedro Martínez, también con los Medias Rojas.

El zurdo de Boston fue además líder en entradas lanzadas, con 214.1, en tanto fue segundo en triunfos (17), en efectividad (2.90) y WHIP (0.97). Pero de ahí el problema, en cada uno de esos departamentos el que lo superó fue el propio Kluber.

Para rematar, para aquellos amantes de la sabermetría, el de los Indios tuvo un WAR de 8.0, mientras Sale logró 6.0.

Así que en este caso, hay coincidencias entre tradicionalistas y sabermétricos.

El derecho de Cleveland ya ganó el Cy Young en el 2014, mientras que Sale anda en busca de su primer pergamino.

Más cerrada aún está la pelea en la Liga Nacional, entre el zurdo Clayton Kershaw, de Dodgers de Los Angeles, y el diestro Max Scherzer, de los Nacionales.

Kershaw, que ganó el premio en el 2011, 2013 y 2014, fue el máximo ganador, con 18, a pesar de perderse cuatro aperturas y tuvo la mejor efectividad del circuito, con 2.31.

En 175 capítulos, el zurdo de los Dodgers ponchó a 202 rivales, 66 menos que el líder Scherzer y su WHIP fue de 0.95, renglón que también dominó el de Washington, con 0.90.

El lanzador de los ojos de diferentes colores tuvo la segunda mejor efectividad, detrás de Kershaw, con 2.51, consiguió 16 éxitos y es de los únicos seis que han ganado el Cy Young en ambas ligas, pues lo consiguió primero en la Americana en el 2013, cuando jugaba para los Tigres de Detroit, y luego el pasado año, ya con el uniforme de los capitalinos.

Mientras las cosas en la Americana parecen inclinarse hacia Kluber, no se ve tan claro el panorama entre Scherzer y Kershaw, con estadísticas bastante parejas.

Si los votantes se van por las estadísticas tradicionales, debe ganarlo Kershaw, con sus liderazgos en victorias y efectividad, pero si son los sabermétricos los que imponen su criterio, se lo llevará Scherzer, por un WAR de 7.3 sobre 4.6 el del zurdo, aunque la inmensa mayoría de los mortales de este mundo no tengan idea de qué se esconde detrás de esas tres letras que incitan a la guerra.

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HOUSTON -- Luego de cuatro partidos, la Serie Mundial de Grandes Ligas entre los Dodgers de Los Ángeles y los Astros de Houston se redujo a un 3-2, comenzando el domingo en Minute Maid Park y continuando el martes en el Dodger Stadium.

Los Ángeles anotó cinco carreras en la novena entrada para derrotar 6-2 a Houston, el sábado, en el juego 4 y empatar 2-2 la gran final de las ligas mayores.

''Nos gusta nuestra posición en la serie'', dijo Dave Roberts, el manager de los Dodgers. ''Vamos a disfrutar el triunfo de esta noche. Fue un juego muy peleado. Pero prometo que estaremos listos para buscar otra victoria mañana'', agregó Roberts.

El zurdo Clayton Kershaw, quien es considerado ampliamente como el mejor lanzador del planeta en estos tiempos, tendrá la magnífica oportunidad de acercar a los Dodgers a su primera corona desde 1988, cuando abra el domingo contra el también zurdo y estelar Dallas Keuchel y los Astros, que están buscando el primer campeonato de su historia.

''Bueno, sí, quiero decir que creo que todos quieren ser ese tipo para enderezar el barco, supongo. Entonces a veces recaerá sobre mí, seguro'', dijo Kershaw sobre la gran responsabilidad que tendrá en el juego del domingo.

En su carrera, Kershaw posee estadísticas de videojuegos: 144-64 (.692), efectividad de 2.36 y 2,120 ponches y 507 bases por bolas en 1,935.0 entradas. Posee tres premios Cy Young (ha quedado entre los primeros cinco en la votación por seis años seguidos y en 2017 es uno de los favoritos a ganar) con cinco lideratos de efectividad, cuatro de WHIP y tres de victorias, blanqueadas y ponches.

Entrando a la Serie Mundial, Kershaw había sido un buen lanzador de postemporada en las primeras seis entradas de sus salidas (3.01 de efectividad y un promedio de bateo de .199 permitido a la oposición en 95.2 IL) y uno exageradamente malo en el episodio siete (25.50 de efectividad en seis entradas).

En sentido general, el mejor lanzador del planeta en la actualidad tenía números de humano común y corriente en la postemporada: Marca de 6-7 y efectividad de 4.40 en 21 juegos y 4.34 en 17 aperturas. Pero esa tendencia cambió en los playoffs del 2017, alcanzando el punto más alto en su debut de Serie Mundial, cuando Kershaw pareció exactamente lo que es.

El zurdo lanzó siete entradas de una carrera, dos hits, 11 ponches y ninguna base por bolas en el triunfo de los Dodgers 3-1 el martes en Dodger Stadium. Los Astros no agotaron un soo turno con corridor en posición anotadora, apenas batearon fuerte dos pelotas (de acuerdo a ''Inside Edge'') y promediaron 3.6 pitcheos por aparición contra el abridor de Los Angeles.

Kershaw, quien venía de tirar seis innings de una carrera en el partido que otorgó el pase a los Dodgers a su primer clásico de otoño desde 1988, tiene foja de 3-0, efectividad de 2.96 y 27 ponches y cinco boletos en 24.1 entradas esta postemporada.

El domingo, contra Keuchel y los Astros locales, Los Angeles necesita la mejor versión del futuro miembro del Salón de la Fama de Cooperstown en el Minute Maid Park.

''No lo sé. Creo que cada vez que salgas, no vas a tener tu mejor repertorio. Creo que la mayoría de las veces va a haber algo que no funciona de la manera que quieres. Es por eso que pasas los cuatro días intermedios trabajando para la próxima salida'', dijo Kershaw.

''Te preparas, te preparas mentalmente, visualizas lo que vas a poder hacer, y en ese quinto día no estás pensando, solo estás compitiendo. Estás tratando de decir, no tienes que mostrarlo, 'pero soy mejor que ese bateador, lo dominaré con cada lanzamiento sin importar lo que pase'. Intenta vivir el momento tanto como puedas con cada lanzamiento, sin preocuparte por lo que sucedió después de que el pasado haya sucedido. ¿Tiene sentido? Más o menos'', agregó.

El nativo de Dallas, ciudad vecina y mayor rival deportiva de Houston, tiene efectividad de 2.25 y 64 ponches en 60.0 entradas en nueve aperturas (incluyendo la Serie Mundial) contra los Astros en su carrera. En el Minute Maid Park tiene 1-1, 3-19 y 33 ponches en 31.0 innings en cinco salidas. En sus últimas dos apariciones contra Houston, Kershaw tiene 21 ponches, 0 boleto y dos carreras permitidas en 15 episodios.

''Aparte de enfrentar nuevamente al mismo equipo en un parque de la Liga Americana e intentar descubrir qué cambiar, qué no cambiar, cómo cambiar enfoques, cosas así, aparte de eso, la mentalidad es casi la misma'', dijo el as de Los Ángeles.

''Será un quinto juego divertido'', dijo Keuchel, quien cargó con la derrota en el duelo contra Kershaw el martes. ''Basado en que los enfrenté hace apenas cinco días, veremos qué clase de ajustes ellos han contra mí y que clase de ajustes hago yo contra ellos'', agregó Keuchel, quien tiene marca de 2-2, efectividad de 3.00, 28 ponches y seis boletos en 24.0 entradas en sus cuatro salidas de la actual postemporada .

De las 44 veces que la Serie Mundial ha estado empatada 2-2 después de cuatro partidos, el ganador del quinto choque ha terminado celebrando la obtención de la corona en 29, para un 65%. Los Dodgers solamente han ganado tres (1955, 1965 y 1981) de las nueve ediciones de la Serie Mundial en que estuvieron 2-2 tras cuatro juegos.

Esta es la cuarta vez (y primera en la gran final) que los Astros se encuentran 2-2 en un playoff al mejor de siete juegos. En la Serie de Campeonato de 1986 contra los Mets de Nueva York perdieron el quinto juego y la serie en seis, en el 2005 contra los Cardenales de San Luis ganaron el juego #5 pero perdieron la serie en siete y en la Serie de Campeonato de este año perdieron el quinto, pero vencieron a los Yankees de Nueva York en siete cotejos.

''El juego de eliminación o sin eliminación, no debería cambiar tu forma de pensar. Obviamente, agrega presión si se trata de un juego de eliminación. Pero no debería cambiar ninguna forma de pensar, seguro que no'', dijo Kershaw.

Los Dodgers ganaron 104 partidos y lideraron su división durante 113 días, pero entre la última semana de agosto y las primeras dos de septiembre, perdieron 16 de 18 encuentros, su primer real mal momento de todo el año. Del 26 de agosto al 20 de septiembre, Los Ángeles tuvo marca de 5-20.

''Creo que sí, aprendí que, obviamente, podíamos recuperarnos durante el tramo que pasamos. Pero creo que incluso en este nivel micro, tenemos una gran capacidad para reenfocarnos. Y los últimos dos juegos nos quedamos cortos'', dijo Roberts.

''Creo que estamos preparados, tenemos la razón, y la confianza sigue ahí. Sabemos que somos un buen equipo de béisbol, y tenemos que salir y probarlo, así que sí'', agregó el capataz.

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Supongo que hay dos maneras de mirar la temporada de los Dodgers de Los Angeles si eres fanático de ese equipo:

1. 92-51 sigue siendo el mejor record en el béisbol.

2. 1-15 en sus últimos 16 juegos, lo que significa que... QUÉ ESTÁ PASANDO EN ESTE MUNDO, ESTO NO HACE SENTIDO, EL EQUIPO ENTERO APESTA Y LA TEMPORADA SE ACABÓ Y ODIO EL BÉISBOL.

Los Rockies de Colorado vencieron a los Dodgers 8-1 el domingo, propinándoles su 10ª derrota en fila. El partido estaba 2-0 hasta que los Rockies abrieron el marcador con cinco anotaciones en la octava entrada y los Dodgers rompieron la blanqueada en la parte baja de la novena con el primer cuadrangular en Grandes Ligas para Alex Verdugo. El manager de los Rockies Bud Black esperaba tener tres entradas de su abridor Tyler Chatwood, quien principalmente había sido utilizado como relevista últimamente, pero la ofensiva de los Dodgers ha sido tan inepta que Chatwood logró trabajar cinco entradas en blanco.

No se sorprenderían al saber que los Dodgers son el primer equipo en ganar 15 de 16 juegos y perder 15 de 16 juegos en la misma temporada. Rayos, solo otros dos equipos en los últimos cinco años han perdido 15 de 16 juegos - los Bravos en 2015, quienes terminaron con marca de 65-97, y los Astros de 2013, quienes perdieron sus últimos 15 juegos en camino a terminar con 111 derrotas. Ningún equipo ha perdido 10 juegos seguidos y ha logrado llegar a la Serie Mundial - los Yankees de 1953 perdieron nueve en fila, la mayor cantidad para un campeón de Serie Mundial.

Por lo tanto, eso hace difícil entender las razones para esta mala racha. Los Dodgers habían ganado 52 de 61 juegos para darse a sí mismos la oportunidad de intentar conseguir el record de victorias en una temporada. Ahora llevan más de dos semanas como el peor equipo en el béisbol. El análisis lógico nos dice que miremos al escenario grande y veamos este resbalón de 16 juegos como una aberración - de seguro, una que es única - porque si hay algo que nos han enseñado los sabermétricos, es a no reaccionar de más ante una muestra pequeña.

También sabemos que los Dodgers tienen los mismos jugadores que estuvieron en las buenas rachas. Al mismo tiempo, el lado emocional de nuestro cerebro no puede observar lo que ha ocurrido recientemente y descartar 15 derrotas en 16 juegos como algo simplemente irrelevante. Si ganar 52 de 61 juegos nos dice algo sobre la grandeza de este equipo, el perder 15 de 16 nos dice por lo menos algo también.

La cosa es que, ellos se ganaron este record. Han lucido mal en cada faceta del juego. Veamos lo que les ha salido mal es esta racha de miseria.

Ofensiva

Panorama: .200/.266/.319, 2.4 carreras por juego

¡Fo!. Echemos un vistazo a los culpables mayores.

  • Corey Seager, .231/.231/.269: Seager no ha jugado mucho durante estos 16 juegos con apenas 26 turnos mientras batalla con molestias en el codo derecho. Conectó un doble el pasado viernes, su primer extrabase desde el 15 de agosto. Obviamente, ellos necesitan que él esté saludable.
  • Cody Bellinger, .213/.260/.447: Se perdió los primeros partidos de la racha por una torcedura en un tobillo, y probablemente ya le tocaba una mala racha de todos modos. No creo que esto sea por fatiga - tuvo slugging de .615 en agosto - pero luego de mejorar su tasa de boletos a ponches en julio y agosto, ha caído atrás con dos boletos y 13 ponches en septiembre.
  • Chris Taylor, .217/.230/.350: Claramente ya le tocaba un retroceso luego de tener un BABIP por encima de los .400 durante gran parte de la temporada.
  • Yasmani Grandal, .143/.178/.214: Uno siempre se preocupa por el choque de los receptores contra la pared en la recta final, pero en realidad Grandal terminó el año pasado con fuerza. Los Dodgers aman sus habilidad para el enmarcado de pitcheos, así que parece poco probable que le vayan a dar de repente su puesto titular a Austin Barnes.
  • Logan Forsythe, .132/.250/.237: Más allá de su buena tasa de boletos, ha sido una gran decepción toda la temporada, con promedio de .228 y apenas cinco jonrones, tras conseguir 37 en las últimas dos temporadas para Tampa Bay.
  • Curtis Granderson, .085/.204/.149: Con los problemas ofensivos de Joc Pederson, los Dodgers adquirieron a Granderson el 19 de agosto. Hizo sentido la movida. Desde mayo hasta el momento del cambio, Granderson había sido uno de los mejores bateadores en el béisbol (luego de un feo mes de abril). Pero desde que llegó a los Dodgers apenas batea para .114 en 70 turnos.

Incluso mirando al escenario completo, este equipo no es una potencia ofensiva. Los Dodgers están empatados en el quinto puesto en la Liga Nacional en carreras por juego y la ofensiva ha sido impulsada de alguna manera por dos chicos (Bellinger y Taylor) que probablemente están jugando muy por encima de su nivel. Las mayores preocupaciones aquí son Seager (lesión), Taylor (simplemente jugando fuera de su cabeza por cuatro meses) y Granderson (bateador de rachas en las profundidades de una gran mala racha).

Pitcheo

Panorama: 139.1 EL, 145 H, 63 BB, 173 K, 26 HR, 5.81 ERA

Aquí, hagamos un "antes" del derrumbe y "durante" el derrumbe.

Lo más interesante aquí es que la tasa de ponches en realidad ha aumentado durante la mala racha del equipo de 1-15. Todo lo demás ha empeorado. Algo de esto es retroceso esperado, siendo lo más notable la insostenible racha de dejados en base de casi 80 por ciento. El BABIP permitido de .341 sugiere que ha habido algo de mala suerte en las pelotas en juego.

Dicho esto, hay algunas preocupaciones legítimas sobre varios miembros clave del cuerpo de lanzadores:

  • Clayton Kershaw: Una buena salida, y una mala desde su regreso de la lista de lesionados. Probablemente va a estar bien.
  • Alex Wood: Tiene efectividad de 5.10 en sus últimas ocho aperturas. Considerando que lanzó 119 entradas en 2015 y apenas 60 el año pasado y que lleva 134 este año, ciertamente es posible que haya algo de fatiga, aunque los Dodgers lo han manejado de forma cuidadosa.
  • Yu Darvish: Simplemente no ha sido impresionante, con efectividad de 5.34 en seis aperturas con los Dodgers, y eso incluye su salida dominante de debut ante los Mets. Todo se trata de su falta de comando: En su última salida, hizo 90 pitcheos en apenas 4? entradas y en la apertura anterior a esa hizo 88 lanzamientos en apenas tres entradas. No se puede descartar la presión sobre él: No solo está lanzando en búsqueda de un gran contrato como agente libre, sino que también es visto como la última pieza del rompecabezas.
  • Pedro Báez: El manager Dave Roberts criticó a los fanáticos luego que estos abuchearan a Báez la otra noche, citando la efectividad del lanzador de 2.53 en lo que va de temporada. Esa efectividad es básicamente una casualidad: Ha logrado un FIP de 4.63 mientras ha otorgado 25 boletos en 57 entradas y ha permitido nueve jonrones. Esos problemas finalmente lo alcanzaron.

¿Qué significa todo esto? Es importante mencionar que no hay una fuerte relación entre el record en septiembre y lo que ocurre en octubre. Hay información que he recopilado sobre los equipos de playoffs desde 2006. Dos de los equipos más "calientes" en septiembre ganaron la Serie Mundial: los Filis de 2008 y los Gigantes de 2012. Y uno de los más "fríos" ganó la Serie Mundial: los Cardenales de 2006 jugaron para 12-17 en el mes final de la temporada.

Por otro lado, el único otro ganador de Serie Mundial desde 2006 en terminar por debajo de los .500 en el mes final de la campaña fueron los Reales en 2015, quienes jugaron para 15-17. Seis de los 11 ganadores tuvieron mejor porcentaje de victorias en septiembre que en el resto de la temporada (uno tuvo el mismo). En general, los 11 ganadores de Series Mundiales en ese periodo jugaron para .597 en el mes final, ligeramente mejor que el resto de la temporada.

Les mencioné esto el otro día, pero el mejor ejemplo de haber terminado mal y luego ganarlo todo fueron los Yankees en el 2000, quienes perdieron 15 de sus últimos 18 partidos, incluyendo los últimos siete (esa mala racha incluyó derrotas de 15-4, 11-1, 11-3, 13-2 y 9-1). De todos modos, uno no quisiera entrar a los playoffs jugando de esa forma.

Si hay alguna buena noticia para los Dodgers, es que todavía les quedan 19 partidos en la temporada regular. Los fanáticos de los Dodgers tienen un mensaje simple para esos 19 juegos: Hagan que amemos de nuevo el béisbol.

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El mejor ascenso de septiembre de 2017 estará en el montículo el viernes para los Dodgers de Los Angeles en San Diego, y si no están contentos con ver a Clayton Kershaw de vuelta a la acción probablemente no les gusten ni los cachorritos ni el helado. Han pasado 40 días desde que Kershaw salió de su apertura el 23 de julio luego de dos entradas de labor por molestias en la espalda.

¿Qué podemos esperar en su regreso? Kershaw hizo una apertura de rehabilitación con el Oklahoma City, lanzando 64 pitcheos en cinco entradas. Más allá de permitir un cuadrangular, lució sólido, permitiendo un solo hit adicional mientras ponchaba ocho rivales sin boletos. "Todo se sintió saludable y bien, así que estoy listo para lo que venga", dijo Kershaw luego del partido.

Se espera, con razón, que el manager Dave Roberts tenga un poco de cuidado con el conteo de pitcheos de Kershaw. Cuando Kershaw se perdió más de dos meses en el 2016 con otra lesión de espalda, hizo 66 lanzamientos en su primera apertura de regreso. Sin embargo, su salida en Oklahoma City sugiere que está adelantado a dónde estaba hace un año, cuando también hizo una salida de rehabilitación pero apenas hizo 34 lanzamientos. Roberts le dijo a los reporteros de los Dodgers el jueves que Kershaw tendrá un límite no tan rígido de cinco entradas y 75 lanzamientos.

Kershaw, según recordarán, estaba en el medio de uno de los periodos más dominantes de su carrera cuando fue inactivado - una corrida bastante asombrosa dado el hecho que tiene efectividad de 1.90 en las pasadas cinco temporadas y podría unirse a Sandy Koufax como los únicos abridores en la era de la pelota viva con efectividad por debajo de 2.00 en cinco temporadas. En sus seis salidas finales antes de aterrizar en la lista de lesionados, incluyendo la abreviada apertura ante los Bravos, Kershaw compiló marca de 5-0 y ERA de 0.47 con 53 ponches en 38 entradas.

A esa racha le siguió una salida donde permitió cuatro jonrones ante los Mets, un partido que culminó unas extrañas primeras 15 aperturas para Kershaw. Tuvo marca de 10-2 luego de ganar ese partido y tuvo efectividad de 2.61, pero permitió 17 jonrones en 103 S entradas - que ya era la cifra máxima en su carrera. Algo de eso fue mala suerte, algo de eso fue localización de pitcheos, y algo de eso fue ciertamente relacionado a las pelotas alteradas, pero otro factor fue un slider que fue un poco menos asertivo que lo normal:

Primeras nueve aperturas: promedio de bateo permitido de .273, tasa de abanicadas y falladas de 36 por ciento

Próximas 12 aperturas: promedio de bateo permitido de .105, tasa de abanicadas y falladas de 49 por ciento

Así que estén atentos al slider ante los Padres. Si ese pitcheo es efectivo, eso significa que Kershaw probablemente volverá a ser Kershaw y los Dodgers tendrán a su as de vuelta. Si él puede lanzar al menos cinco entradas y obtiene la victoria también estaría estableciendo un record personal con 12 decisiones victoriosas consecutivas. Considerando que ha permitido una carrera limpia o menos en cada una de sus pasadas seis aperturas ante los Padres, existen buenas posibilidades de que eso ocurra.

De hecho, con un fuerte final, no descarten a Kershaw en la contienda por el Cy Young de la Liga Nacional. Tiene marca de 15-2 con efectividad de 2.04. Max Scherzer era el claro favorito hasta que se perdió algunas salidas por problemas en el cuello. Tiene marca de 13-5 con efectividad de 2.21 y ha trabajado 26 entradas más que Kershaw, pero si Kershaw termina con marca de 20-2 o 19-2 y si Scherzer tiene una o dos malas salidas, podría ser una votación cerrada.

Por supuesto, el gran escenario es cómo Roberts maneje a Kershaw y el resto de la rotación durante el mes final de la temporada. En cinco aperturas luego de volver la temporada pasada, Kershaw no pasó de los 91 lanzamientos. Entonces pasó a tirar 101 pitcheos en su primera apertura en playoffs y 110 en la segunda, cuando trabajó con tres días de descanso. En ese juego reapareció el viejo némesis de Kershaw en playoffs: la séptima entrada. Los Dodgers tenían ventaja 5-2, pero Kershaw permitió dos hits y un boleto y salió con las bases llenas y el bullpen permitió que entraran las tres anotaciones. En su carrera en postemporada desde 2013 (los años pico de Kershaw), tiene efectividad de 2.78 en las entradas 1-6, pero la misma se infla a 25.20 en la séptima entrada (permitiendo 14 carreras en cinco entradas).

Eso nos lleva a cómo Roberts debe manejar a su as en septiembre. Podría ser algo astuto el dejar que pase de algunos lanzamientos por encima de los 100, en caso que quieran que esté listo para la postemporada. Por otro lado, dado su historial en postemporada, quizás podamos considerarlo como un lanzador de seis entradas con un tope de todos modos de alrededor de 100 lanzamientos.

Dada la profundidad de la rotación de los Dodgers, Roberts también podría utilizar una rotación de seis abridores en septiembre para ahorrarles desgaste a todos. Al mismo tiempo, no vas a utilizar una rotación de seis lanzadores, así que es posible que quieras tener a los chicos que sí vas a utilizar -- probablemente Kershaw, Yu Darvish, Rich Hill y Alex Wood en algún orden - haciendo algunas aperturas con cuatro días de descanso, solo para que no se sientan demasiado cómodos lanzando con demasiados días libres. O quizás eso no importe.

A pesar de todo, es casi seguro que los Dodgers no van a utilizar a Kershaw con poco descanso en esta postemporada. A pesar de lo tentador que puede ser eso en la serie divisional, cuando utilizas a tu abridor del Juego 1 con poco descanso en el Juego 4 y entonces al abridor del Juego 2 con descanso regular en el Juego 5, eso es algo que no le ha sido de beneficio a Kershaw en el pasado. Esta es la mejor rotación que los Dodgers han tenido en la era de Kershaw, así que ellos tienen que poner su fe en ella.

Tendremos mucho tiempo para discutir todo eso. Por ahora, Kershaw está de vuelta y eso es algo asombroso. Y justo a tiempo: Los Dodgers de repente han resbalado con una racha de cinco derrotas en fila.

ESPN Datos colaboró con esta historia.

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Si tal como se espera los Marlins de Miami se deshacen del venezolano Martín Prado en este proceso de canjes, necesitarán una tercera base nueva para el año próximo, pues Derek Dietrich es una solución temporal, incapaz de asumir, tanto a la ofensiva, como en la defensa, la responsabilidad del juego diario.

La solución podría estar más cerca de lo que parece, aunque haya que recorrer miles de kilómetros para dar con ella.

Cerca, por la conexión inmediata que se haría con la comunidad miamense. Lejos, porque hay que buscarla en Japón.

Hablamos del cubano Alex Guerrero.

Buen bateador, siempre lo ha sido, y si sus estadísticas en Grandes Ligas no lo reflejan así, es porque los números son demasiado fríos y Dodgers de Los Angeles no supieron manejar el talento de alguien recién llegado de una cultura muy diferente, de las más profundas zonas rurales de un país de por sí profundo, aislado del mundo real.

Luego de tomar apenas 13 turnos en el 2013, tuvo un arranque explosivo en el 2014. Pocos bateadores tenían el bate tan caliente en el mes de abril.

Luego, inexplicablemente, fue relegado a la banca, con alguna que otra aparición como emergente, hasta que se enfrió por completo.

Por esas y otras razones, entre las que se incluyeron lesiones recurrentes, Guerrero se vio sin trabajo en junio del 2016, cuando los Dodgers lo despidieron, por lo que hizo las maletas y se fue a jugar a Japón.

En el lejano oriente, el cubano ha renacido con todo su brillo y a estas alturas es líder absoluto de cuadrangulares, con 27 bambinazos, en tanto fue invitado al Juego de las Estrellas que al estilo de las Mayores en Estados Unidos, enfrenta a los mejores peloteros de la Liga Central y la Liga del Pacífico.

Guerrero juega para los Dragones de Chunichi, donde también militan sus compatriotas Dayán Viciedo y Raúl Valdés, otros que tras su paso por Grandes Ligas, han resurgido en Japón.

Bateador de gran poder, el cubano ha compartido su tiempo con los Dragones entre la antesala y el jardín izquierdo, con un promedio de fildeo de .976, con cuatro errores, tres en el cuadro y uno en las praderas, en 166 oportunidades.

Si bien la defensa no es su fuerte, Guerrero compensa con su ataque. En 317 turnos con los Dragones, suma 89 imparables, para average de .281, 43 extrabases (12 dobles, tres triples y 27 vuelacercas) y slugging de .596, el más alto entre todos los peloteros de aquella liga.

Vamos por partes. La NPB es la segunda liga más fuerte de todo el mundo, sólo superada (por muchísima distancia) por la MLB.

La diferencia de nivel es tal, que solo muy pocos que han brillado en la tierra del sol naciente han conseguido hacerlo aquí.

Entre jugadores de posición, sólo Ichiro Suzuki, en grado superlativo, e Hideki Matsui, en un buen nivel, aunque no extraordinario, han conseguido imponerse en Estados Unidos.

Los demás han sido del montón, sin penas, ni glorias, sin dejar huellas, mientras que los serpentineros tampoco han sido cosa de otro planeta.

Apenas dos lanzadores, Hideo Nomo y Tomokazu Okha, consiguieron mantenerse por diez o más temporadas, el primero con algunos años muy buenos, el segundo a fuerza de corazón pero números mediocres.

Los otros, cuando más, han sido estrellas fugaces, y otros actuales como Yu Darvish y Masahiro Tanaka nunca han justificado al 100 por ciento las expectativas y el dinero que se ha pagado por ellos.

Pero eso no quiere decir que Guerrero no pueda soñar con regresar a las Grandes Ligas y hacerlo bien.

Hay precedentes y uno de ellos lo estamos viendo ahora mismo: Eric Thames es candidato seguro al premio Regreso del Año y ha sido pieza clave del buen desempeño de los Cerveceros de Milwaukee.

Thames tuvo una pasantía mediocre en Grandes Ligas entre 2011 y 2012 con los Azulejos de Toronto y los Marineros de Seattle y cuando nadie lo quiso aquí, se fue a Asia.

Ni siquiera lo hizo en Japón. Sus años de renacimiento los vivió en Corea, cuya liga tiene un nivel más bajo.

Luego de despachar 124 cuadrangulares en tres campañas en la KBO, los Cerveceros le dieron una oportunidad en las Mayores y no la desaprovechó.

El dominicano Julio Franco fue otro que, en lo que parecía el ocaso de su carrera, se fue a jugar pelota a Japón (dos veces) y a Corea.

El eterno Julio volvió a las Mayores a los 40 años y estuvo jugando hasta los 48.

Entonces, la vuelta a Guerrero, ahora con 30 años, a Estados Unidos no es una utopía. Menos con un agente como Scott Boras, el hombre que mejor sabe promocionar a sus clientes en la búsqueda de buenos contratos.

La combinación de Guerrero, Boras y Miami suena más que atractiva, sobre todo en momentos en que los Marlins están a las puertas de una sacudida monumental por la venta del equipo.

Habrá que ver cómo y dónde queda en ese terremoto el manager Don Mattingly, el hombre que dirigió a Guerrero en Los Dodgers y que de manera inexplicable, obstaculizó su desarrollo cuando apenas iniciaba un despegue prometedor.

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Como el chiste del gran humorista cubano Guillermo Álvarez Guedes, siempre hay un león sordo que echa a perder el concierto de violín en medio de la selva.

Los Astros de Houston, en la Liga Americana, y Dodgers de Los Angeles, en la Nacional, han cabalgado cómodamente en la cima de su división hasta esta altura de la temporada, rumbo a los playoffs.

Pero las lesiones de dos jugadores claves en la última semana vienen a ser el león sordo del cuento de Alvarez Guedes, que podría descarrilar, o al menos hacer tambalear el dominio impuesto por los dos equipos.

El campocorto puertorriqueño Carlos Correa estará ausente entre seis u ocho semanas, tras someterse a una operación del pulgar izquierdo, lo cual abre un hueco inmenso en el medio de la alineación de los Astros.

El zurdo Clayton Kershaw, algo tan simple como el mejor lanzador de todo el béisbol, fue colocado en la lista de lesionados tras abandonar el juego del domingo en el segundo inning por molestias en la espalda y desde ya se sabe que no regresará en principio de aquí a un mes o mes y medio.

La pregunta es ¿cuál ausencia tendrá un impacto mayor? ¿La de Correa con Houston o la de Kershaw con Los Angeles?

En 84 partidos, el boricua estaba en una temporada de MVP, con average de .320, 20 cuadrangulares, 67 carreras impulsadas, 39 extrabases entre sus 104 hits y un promedio de embasamiento de .400.

Su proyección hasta el momento de lesionarse lo llevaba a paso de 33 cuadrangulares, 111 remolques y máximas en todos sus indicadores ofensivos.

Perder de pronto al principal motor en el ataque puede resultar grave, independientemente de que la alineación tenga a otras piezas poderosas como el venezolano José Altuve, George Springer, el debutante cubano Yuli Gurriel o el suplemente de lujo Marwin González, inmerso en su campaña consagratoria.

De hecho, es el versátil González quien ha asumido el papel de torpedero de todos los días mientras dure la ausencia del titular de la posición.

Marwin, un bateador de .257 en sus primeras cinco campañas, ha explotado en el 2017, con un average de .320, 18 bambinazos y 58 impulsadas, cifras que ya constituyen una máxima en su carrera.

Tal ha sido su mejoría que el manager A.J. Hinch se ha visto obligado a colocarlo, día tras día, en la alineación, ya como defensor del cuadro, ya en los jardines, por aquello de que "el que batea tiene que jugar".

Ahora le tocará a Hinch encontrar a quien asuma la función de cuarto palo y ya ha experimentado con el veteranísimo Carlos Beltrán, con Evan Gattis y con Gurriel.

Si la ausencia de Correa se va a sentir en los Astros, más se extrañará a Kershaw en los Dodgers. Pueden apostarlo.

El zurdo es líder en victorias (15) y efectividad (2.04) de todas las Grandes Ligas y andaba camino a su cuarto premio Cy Young en el viejo circuito.

Su lesión le haría perderse entre seis a ocho aperturas, demasiadas para una rotación que con la excepción del también zurdo Alex Wood, no ha sido para nada extraordinaria.

Y el propio Wood, invicto en sus primeras 14 aperturas, se derrumbó en su más reciente salida, al ser castigado con siete limpias en 4.2 episodios por los Bravos de Atlanta.

Seamos honestos. En sus primeros cuatro años en las Mayores, Wood fue un lanzador promedio, sin penas, ni glorias.

Hay que ver si esas 11 victorias consecutivas antes de su primera derrota es el inicio de una consistencia que lo lleve a un nivel superior en su carrera o si es simplemente fruto de una buena racha, como le ha ocurrido a muchos serpentineros a lo largo de la historia.

¿Podrá Wood asumir el liderazgo de un cuerpo de pitcheo que ha perdido a su macho alfa? No es lo mismo trabajar a la sombra de un astro que dar un paso adelante y decir aquí estoy yo.

Peor aún. ¿Cuán seria es la lesión de Kershaw, que ni el mismo manager Dave Roberts se atreve a poner una fecha para su posible regreso?

Si bien la falta de Correa es importante, la de Kershaw podría tener proporciones devastadoras.

Ojalá pueda regresar a tiempo para los playoffs, aunque, sin querer ser ave de mal agüero, les recuerdo que el calvario del difunto José Fernández que lo obligó a perderse más de un año de acción comenzó en el 2014 con dolores similares en la espalda, después de haber sido bateado libremente el 9 de mayo en un partido ante los Padres en San Diego.

Una semana más tarde era sometido a una operación Tommy John para repararle los ligamentos del codo y no pudo regresar hasta el 3 de julio del 2015.

Lo demás es historia.

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Las batallas clave para seguir la próxima semana:

Justin Turner contra cualquier pitcher de los Cubs

Los 13 pitcheos de Max Scherzer frente a Turner en el Juego 5 fueron una encrucijada en el camino por dos razones: ralentizó el momento de Scherzer y aceleró su declive. Y éste no fue el caso de un bateador defendiéndose en la caja de bateo. Scherzer estaba tirando a 96-97 millas por hora, con un gran cambio y slider, pero la situación se le complicó ante el tercera base de los Dodgers.

Cuando comenzó su turno al bat, Scherzer tenía el juego bajo control y al final del turno, Scherzer y los Nacionales habían sufrido el daño, y fue Turner quien dio el gran hit tarde en el juego, un doble productor de dos carreras contra Shawn Kelley.

Turner está bateando para .400 en esta postemporada, con porcentaje de embasamiento de .591 y .733 de slugging. Tiene promedio de bateo de .444 y 1.295 de OPS en su carrera en playoffs y la mitad de sus 16 imparables en esta instancia de la temporada son extra base.

El sábado, es el problema de Jon Lester y los otros pitchers de los Cubs. Será un agente libre en pocas semanas y hará mucho dinero.

El apoyo de la rotación de Indios ante su contraparte de Azulejos

Si Danny Salazar y Carlos Carrasco se mantienen sanos, los Indios mantendrán la ventaja en esta serie en lo que respecta al pitcheo abridor. Pero, como se ven las cosas ahora, Cleveland iniciará con Trevor Bauer en el Juego 2, Josh Tomlin en el Juego 3 y Mike Clevinger en el Juego 4, contra J.A. Happ, Marcus Stroman y Aaron Sanchez, respectivamente. Si se tratara de votar por el Premio Cy Young sería un duelo disparejo por la estatura y experiencia de los abridores de Toronto. Pero en un día indicado, Bauer es capaz de contener un lineup, tiene diez aperturas con ninguna o una carrera admitida durante la temporada regular y Tomlin tiene esta habilidad para competir con sus cambios de velocidad, ha permitido siete carreras limpias en sus últimas cinco aperturas.

Pero Tomlin es mejor contra los bateadores zurdos que contra los derechos, los diestros tienen .845 de OPS contra él esta temporada, pero Bauer es capaz de dar batalla también y nadie tiene una idea real de cómo puede responder Clevinger. El manager de los Indios, Terry Francona, ha dicho que el zurdo Clevinger estará disponible para trabajar en el bullpen y que eso le ayudará a tomar el pulso de la postemporada -ha lanzado dos tercios de inning en los pasados 17 días- y experimentar la adrenalina del beisbol de octubre.

La apertura de Corey Kluber hoy por los Indios es aún más importante por la situación de la rotación, escribe Paul Hoynes.

Los Dodgers contra la fatiga

Los mejores jugadores de los Dodgers ganaron el Juego 5 contra Washington, desde el trabajo de Turner en el plato hasta los 51 lanzamientos de Kenley Jansen en 2.1 entradas y el relevo de Clayton Kershaw dos días después del enorme esfuerzo hecho en el Juego 4 en Los Ángeles que ganaron para sobrevivir. Los Dodgers aún se están recuperando.

Kershaw podría lanzar en el Juego 2 el domingo, pero la duración y disponibilidad de Jansen será una de las preguntas que Dave Roberts tenga que enfrentar antes del Juego 1 en el Wrigley Field el sábado. Mientras tanto, los Cubs no han jugado en unos días, así que han tenido suficiente descanso y han recargado energías.

Del Elias Sport Bureau: Kershaw es el tercer abridor en la historia de Postemporada que salva un juego con solo un día o ninguno de descanso, récord en el que se une a Derek Lowe (Serie Divisional de la Liga Americana, 2003) y Grover Alexander (Serie Mundial, 1926).

Los relevistas zurdos de los Cubs contra los bateadores zurdos de los Dodgers

Presumiblemente, los Dodgers continuarán buscando el mayor número de ventajas posibles, utilizando bateadores designados y a toda su artillería constantemente. Los relevistas zurdos de los Nacionales hacen buen trabajo, generalmente, después del mal séptimo inning en el Juego 5 y, ahora, la responsabilidad estará en los relevistas de los Cubs, Travis Wood, Mike Montgomery y Aroldis Chapman para tomar ventaja sobre los zurdos del lineup de Los Ángeles, así como también los designados diestros vendrán de la banca.

Los bateadores derechos de los Azulejos contra los muchos pitchers derechos de Cleveland

Jose Bautista es bateador derecho como Edwin Encarnacion, Troy Tulowitzki y Josh Donaldson, Russell Martin, Kevin Pillar, etc. El bullpen de Cleveland está recargado con relevistas derechos -- Cody Allen, Bryan Shaw, Dan Otero, etcétera -- y el zurdo Andrew Miller domina a los bateadores derechos, conteniéndolos con un promedio de bateo de .153 durante la temporada regular.Los Azulejos tienen claro a su pitcheo abridor en el papel en esta serie, pero Cleveland está bien cubierto hacia los últimos innings de los juegos con un bullpen que enfrentará a los duros derechos del lineup de Toronto.

El relevista de Dodgers Joe Blanton contra el bateador de Cubs Kris Bryant

El relevista de los Dodgers ha revitalizado su carrera con un efectivo slider y, al lado de Kenley Jansen, es la pieza más importante en el bullpen de Los Ángeles. Podemos asumir que el manager Dave Roberts utilizará los pitcheos rompientes de Blandon como una encrucijada contra Bryant, quien es el mejor bateador derecho de los Cubs.

Josh Donaldson contra el pitcheo de los Indios

Está descansado y viene de una gran serie contra los Rangers en la que terminó de 18-9, con cinco dobles, y simplemente ha destrozado a los pitchers de Cleveland. Sus números contra el staff de los Indios son:

Contra Kluber: De 16-6, con tres bases por bolas.

Dan Otero: De 5-3, con un doble y dos jonrones.

Bryan Shaw: De 7-3, con un triple.

Cody Allen: De 8-2, con dos boletos.

Bauer: De 5-2, con dos pasaportes.

Tomlin: De 5-2, con un base por bolas.

Contra Miller terminó de 3-o, con dos ponches.

Clayton Kershaw contra su conteo

El zurdo todavía es el mejor pitcher del planeta, su rescate en el Juego 5 y su actuación en el Juego 4 contra los Nacionales fue muestra de la línea de su pitcheo. La costumbre de Kershaw es atacar la zona de strike e irse arriba en la cuenta, poner a los bateadores a la defensiva. Los Cubs necesitan extender sus turnos al bat, de una u otra forma, dar hits y recibir bases por bolas para poner presión sobre Kershaw y sacarlo del juego. Dexter Fowler tiene una gran historia contra Kershaw, con 18 imparables en 44 turnos al bat y cuatro pasaportes. Anthony Rizzo y Bryant tienen jonrones, cada uno, contra el zurdo.

La defensa de los Azulejos contra los corredores de Cleveland

Hay una amplia evidencia de lo buenos que han sido los Indios corriendo las bases agresivamente este año, tomando los 90 pies siguientes siempre que les es posible; los Medias Rojas fueron sorprendidos por el intenso esfuerzo de los Indios en la Serie Divisional. El cathcer Robert Perez fue tocado en home tras un elevado al izquierdo, una decisión en un momento crucial, con una carrera pivote para tomar ventaja, a pesar de ello, Mike Napoli robó una base y, oportunidad tras oportunidad, los Indios desafían el fuerte brazo del jardinero Jackie Bradley Jr.

Los scouts de los Azulejos tomaron notas, así que el catcher Russell Martin, los pitchers y el resto de los fildeadores están advertidos de que los Indios buscan constantemente oportunidades por alcanzar un extra base.

Russell Martin dijo que no está preocupado de que los Indios quieran correr contra él.

Anthony Rizzo contra los zurdos de Dodgers y la recta cortada de Jansen

A lo largo de su carrera, Rizzo ha mejorado dramáticamente contra los pitchers zurdos, moviendo el plato, tomando ventaja de la esquina interna del home. Pero su OPS contra zurdos todavía está casi 150 puntos debajo de lo que se encuentra contra derechos, así que probablemente lo veremos contra los zurdos de Dodgers como Luis Avilan, Grant Dayton y Julio Urias, así como Kershaw y Rich Hill.

Los Cubs esperan más bateo en esta serie de sus mejores hombres.

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