Por segundo año consecutivo ha vuelto la danza de los millones a las Grandes Ligas.

Si en el invierno pasado, entre Mike Trout, Bryce Harper y Manny Machado se comprometieron 1,058 millones de dólares, esta vez entre siete peloteros ya se han invertido 1,154 millones.

A diferencia del año pasado, en esta ocasión el mercado se ha movido bastante rápido, sin esa angustiante espera con la que Harper y Machado tuvieron paralizados muchos negocios que dependían de sus respectivas firmas.

Gerrit Cole ($324 millones), Stephen Strasburg (245), Anthony Rendón (245), Zack Wheeler (118), Madison Bumgarner (85), Yasmani Grandal (73) y Mike Moustakas (64), son los peces gordos que se han llevado los mayores contratos.

Demasiado dinero, dirán algunos. Y sí, son muchos dólares que a los fanáticos les preocupan -con o sin razón- por lo que puedan significar en los precios que deberán pagar en los estadios.

Eso es lo de menos. La cuestión es que mientras algunos de estos contratos son altamente riesgosos, no sólo por las cifras involucradas, sino por la extensión en tiempo, algunos de ellos pueden ser redituables en títulos para las franquicias, mientras que otros son, a primera vista, dinero botado por nada.

Cole tendrá 38 años cuando termine su pacto de nueve campañas con los New York Yankees y lo más probable es que para ese entonces su efectividad esté al nivel de un simple mortal.

Los Yankees lo saben, pero si en ese lapso el mejor serpentinero del 2019 es capaz de darle a la franquicia al menos dos títulos de Serie Mundial, ya la inversión estará pagada.

Strasburg es un caso similar. Los Washington Nationals estaban obligados a hacer una gran inversión en uno de sus jugadores emblemáticos para tratar de defender con éxito -o al menos con decoro- su corona.

Esto le permitirá a Washington mantener su rotación junto a Max Scherzer, Patrick Corbin y el venezolano Aníbal Sánchez, aunque es imperativo para la gerencia seguir hurgando en el mercado para reforzar la ofensiva que perdió a Rendón, uno de sus pilares fundamentales.

Lo mismo pasa con Wheeler. Los Philadelphia Phillies siguen metiéndole dinero a la plantilla y hasta ahora han fracasado estrepitosamente.

Esos 118 millones no guardan proporción con los números mostrados hasta ahora por el lanzador a lo largo de su carrera, con 44-35 y efectividad de 3.77 en cinco temporadas y ninguna de ellas con 200 o más entradas.

Pero Wheeler estuvo saludable sus dos últimas con los New York Mets y los Phillies confían en que justo ahora entre en el pico de su rendimiento, para ayudar al equipo a rememorar las épocas gloriosas de Jimmy Rollins, Chase Utley, Cole Hamels, Jamie Moyer y Pat Burrell.

El cubano Grandal y Moustakas son piezas que van encajando en los rompecabezas de los Chicago White Sox y los Cincinnati Reds, respectivamente, equipos que han terminado sus procesos de reconstrucción y parecen listos para dar un salto en el 2020.

Pero los casos de Rendón, con Los Angeles Angels, y Bumgarner, con los Arizona Diamondbacks, carecen, a primera vista, de todo sentido.

Los Angels pueden ser mejores con el aporte que hará el antesalista por el cual pagaron $245 millones. Por supuesto. Cualquier equipo que tenga a Rendón será mejor que antes de tenerlo. Pero esa no es la interrogante a responder.

La pregunta es si esta nueva adición es lo que necesita el equipo para salir a competir en la dura división Oeste de la Liga Americana.

La respuesta es un no rotundo. Entre Rendón y Mike Trout, el dueño, Arte Moreno, ha comprometido 663 millones de dólares, pero ha olvidado reforzar el área de los lanzadores.

Sin pitcheo no hay paraíso. Tanto dinero invertido en tres hombres (no hay que olvidar los $240 millones de Albert Pujols, a quien le faltan por cobrar 59 millones hasta el 2021), ha hecho imposible cubrir otras áreas y "el otro equipo de Los Angeles" tiene más huecos que un queso suizo.

Y Bumgarner tampoco parece ser el hombre que cambie la suerte de los Arizona Diamondbacks.

No se entiende mucho la estrategia de un equipo que en un año sale de su mejor bateador (Paul Goldschmidt) y su mejor pitcher (Zack Greinke) y luego suelta $85 millones por un lanzador que si bien está más que probado en los grandes momentos, genera demasiadas dudas sobre su futuro.

El zurdo MadBum tiene 30 años, seis menos que Greinke, pero en las últimas tres campañas con los San Francisco Giants su salud no lo acompañó y sus números cayeron estruendosamente.

Entre el 2017, 2018 y 2019, Bumgarner tuvo récord de 19-25 y efectividad de 3.58 en 448.1 entradas de trabajo.

Luego de que entre el 2013 y 2016 tuviera cuatro años con efectividad inferior a las tres carreras limpias por cada nueve entradas, sus promedios fueron en ascenso, a ritmo de 3.32 en el 2017 hasta 3.90 en el 2019.

Este último año volvió a estar saludable y logró lanzar 207.2 entradas, pero permitió 90 carreras limpias y 30 jonrones, las mayores cifras de su carrera en esos departamentos.

Sus estadísticas todavía son bastante buenas, pero ya no son de élite. Su declive es gradual y todavía no resulta tan evidente, pero el tiempo se encargará de demostrar cuán equivocada estaba la gerencia de un equipo que ni siquiera se ve como un contendiente inmediato.

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A fin de cuentas, el béisbol es un negocio, en el que los jugadores se mueven como piezas de ajedrez, según mejor le convenga a las finanzas del equipo.

A menos que un conjunto esté metido de lleno en la carrera por la postemporada, los gerentes prefieren deshacerse de sus estrellas que estén a las puertas de la agencia libre y obtener a cambio prospectos que ayuden a largo plazo...hasta que se conviertan en agentes libres y así, el ciclo se repite una y otra vez.

He aquí seis peloteros que deberán cambiar de equipo, ya sea en el invierno o a mitad de la temporada del 2019.

Félix Hernández, Marineros de Seattle

¿Creíamos que el venezolano Félix Hernández se retiraría con el uniforme de los Marineros, equipo para el cual ha jugado desde su debut en el 2005?

Pues estábamos equivocados. El Rey Félix, en franco declive a pesar de que apenas tiene 32 años ya no es un puntal dentro de la organización de Seattle.

En dependencia de cómo le vaya en la primera mitad del 2019, la gerencia puede intentar moverlo para que vaya a reforzar, ya el pitcheo abridor, ya el bullpen, de algún equipo con aspiraciones de ir a la postemporada.

Todd Frazier, Mets de Nueva York

La división Este de la Liga Nacional será tan competitiva en el 2019, que los Mets no aparecen entre los aspirantes a ir a los playoffs. Simplemente las cosas no le están funcionando al otro equipo de Nueva York. El tercera base Todd Frazier será agente libre después de la próxima campaña y el equipo necesita una reconstrucción radical, que les permita planificar para la próxima década.

Tampoco es que por Frazier se puedan obtener prospectos demasiado valiosos o prometedores, pero definitivamente, este antesalista próximo a cumplir 33 años no forma parte del futuro.

José Abreu, Medias Blancas de Chicago

El cubano Abreu es uno de los mejores bateadores derechos que hay en las Grandes Ligas, pero a punto de cumplir 32 años comienzan a aparecer achaques que pueden limitar su tiempo de juego. Si los Medias Blancas pueden encontrar un comprador, no deben pensarlo dos veces.

Cualquier equipo estaría feliz de recibir a un hombre que en sus primeras cinco temporadas en las Mayores promedia 32 jonrones y 107 carreras impulsadas. Será agente libre después de la próxima temporada y difícilmente haya interés mutuo en continuar la relación laboral.

Sonny Gray, Yankees de Nueva York

Los Yankees buscarán lanzadores abridores en la agencia libre y entonces Sonny Gray no cabrá en el equipo. Además, ya demostró que el ilustre uniforme de rayas le quedó demasiado grande.

Quizás en un mercado más pequeño pueda retomar su carrera al nivel de cuando estaba con los Atléticos de Oakland Puede conseguirse buen acuerdo por un hombre que es joven (29 años) y en seis temporadas en las Mayores tiene un buen récord de 59-52 y efectividad de 3.66.

Madison Bumgarner, Gigantes de San Francisco

Los Gigantes no van a ningún lado por ahora, incluso si consiguen firmar a Bryce Harper. Es un equipo que se ha vuelto viejo y necesita un cambio drástico, prácticamente a partir de cero. A menos que San Francisco haga varias adiciones inesperadas, el intercambio de Bumgarner después de ejercer su opción por el último año de su contrato, es lo mejor para los negocios y para el futuro de la franquicia.

Luego de promediar 32.5 aperturas entre 2011 y 2016, el zurdo ha iniciado apenas 36 partidos entre el 2017 y 2018, pero la pasada campaña mostró estar recuperado y tiene apenas 29 años.

J.T. Realmuto, Marlins de Miami

Este es un caso diferente, pues no será agente libre hasta el 2021. Pero todo el mundo quiere hacerse de los servicios de quien posiblemente sea el cátcher más completo de todo el béisbol, bueno defensivamente, excelente bateador y una rareza como corredor veloz.

Realmuto no quiere seguir con el equipo, a pesar de que la gerencia le ha ofrecido una extensión contractual de entre 80 y 100 millones de dólares. No es fácil tener a un pelotero, por estelar que sea, disgustado dentro del clubhouse y a la larga, Derek Jeter y compañía terminarán cediendo a la tentación, pues es posiblemente el hombre por el que mejores piezas se puedan conseguir a cambio.

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Los Gigantes de San Francisco Giants jugaron tal y como lo indica el libreto escrito por su gerencia en la noche del lunes. Chris Stratton, quien se establece rápidamente como fuerza confiable dentro de la rotación, lanzó bien contra los Nacionales. Igualmente, el poder hizo acto de presencia, en esta ocasión gracias a Mac Williamson, quien chocó la pelota para llevarla a un sitio casi inalcanzable para los bateadores diestros en el AT&T Park.

Sin embargo, si no se producen muchos días buenos para los Gigantes antes de la fecha límite de cambios del 31 de julio (y si caen fuera de contención dentro de la División Oeste de la Liga Nacional), entonces el equipo debe hacer todo lo que esté en su poder para evitar caer en el abismo en el cual se hundieron los Filis de Filadelfia en temporadas recientes. Si los Gigantes confrontan dificultades en el próximo par de meses, deberían colocar a su leyenda de octubre Madison Bumgarner en el mercado de canjes.

Un evaluador rival charló sobre los Gigantes a principios de mes, discutiendo con respecto a la acumulación de jugadores que podrían encontrarse en la fase de declive de sus respectivas carreras. "Tienen que reiniciar y comenzar a pasar la página, pero no cuentan con muchas formas de hacerlo", indicó.

Pues, no las tienen. Si los Gigantes pasaran a ser vendedores, no conseguirán mucho a cambio de Andrew McCutchen, cuando le quedan pocos meses antes de convertirse en agente libre. El inicialista Brandon Belt acaba de cumplir 30 años recientemente y se le deben aproximadamente $65 millones hasta la temporada 2021. Entonces, como consecuencia de la saturación del mercado en cuanto a inicialistas, no tiene valor para formar parte de un pacto. Igualmente, San Francisco le debe al antesalista Evan Longoria, de 32 años, $60 millones. Incluso, si San Francisco ha pensado en canjearle, prácticamente no aportaría valor para servir como carnada de cambio.

El campocorto Brandon Crawford podría aportar algo a cambio en un potencial pacto, pero se le deben cerca de $55 millones hasta 2021 y es prácticamente un producto muy especializado dentro de un mercado limitado, debido a los activos con los que ya cuentan otros contendores en su posición: los Astros tienen a Carlos Correa, los Angelinos disponen de Andrelton Simmons, los Yankees cuentan con Didi Gregorius, los Medias Rojas, con Xander Bogaerts; los Cardenales acaban de firmar a Paul DeJong a un pacto a largo plazo; los Mets tienen a Amed Rosario; los Nacionales, a Trea Turner y los Dodgers a Corey Seager (y ciertamente los Dodgers y Gigantes no considerarán seriamente hacer un cambio).

La idea que permanece firme dentro del resto de los equipos es que los Gigantes jamás negociarán a su estelar receptor Buster Posey, porque es un pelotero que representa un legado dentro de la franquicia y su contrato a largo plazo podría concluir con el fin de su carrera. Johnny Cueto y Jeff Samardzija no aportarían mucho a cambio en una tentativa negociación, debido a los altos montos que se les deben.

Pero. ¿y Madison Bumgarner? ¿El Paul Bunyan de la postemporada? ¿El hombre que lanzó el doble de entradas de cualquier otro pitcher en aquel octubre en el cual los Gigantes ganaron por última vez la Serie Mundial?

El zurdo se convertiría en el objetivo más cotizado del béisbol a la hora de plantear cambios (quizás sería una de las piezas más ansiadas en el mercado veraniego en la historia del béisbol) si los Gigantes deciden hacerlo disponible, y probablemente traería a cambio por lo menos dos prospectos de alto nivel a una organización que no cuenta con amplitud de talentos en Ligas Menores. "Posiblemente, dos chicos de primer nivel y otros dos de segunda categoría", dice un evaluador. "Quiero decir, si algún equipo decide negociar para hacerse con los servicios de Bumgarner, es porque quiere (moverse a fin de) ganar la Serie Mundial".

Claro. Porque Bumgarner es experto en ganar en postemporadas. En 16 apariciones en octubre, tiene efectividad de 2.11, con los Gigantes ganando todos los compromisos en los cuales se ha puesto en la lomita, con la excepción de tres.

El verano pasado, la industria del béisbol mostró alto interés en Justin Verlander, pero la capacidad que tenían los Tigres para hacerlo atractivo a los ojos del mercado se complicó debido a todo lo que estaba atado a él: la cláusula de veto a cambios de la que dispone el diestro, los $56 millones a pagarle entre 2019 y 2020 y su edad de 35 años.

Bumgarner cumplirá 29 años el día posterior a la fecha límite para hacer cambios. Antes de que sufriera esa extraña lesión en su dedo meñique con un batazo de línea a finales de los entrenamientos primaverales, los miembros del cuerpo de lanzadores de los Gigantes indicaban que Bumgarner estaba lanzando tan bien o mejor de lo que siempre ha mostrado, con su velocidad rozando las 94 millas por hora. No posee ninguna prerrogativa para vetar cambios dentro de los términos del contrato que firmó siendo muy joven. Bumgarner ganará $12 millones este año, y los Gigantes tienen una opción del equipo para 2019 por $12 millones, la cual lo convierte en pieza de increíble valor.

Se podría argumentar, de forma muy razonable, que los Gigantes deberían hacer todo lo que puedan a fin de atar a Bumgarner mediante una extensión contractual durante este verano para luego construir un futuro inmediato con él y Stratton como bases fundamentales, mientras se reconstruye al sistema de granjas. Ambos abridores podrían servir como vehículo que ayude a la transición de los Gigantes para avanzar más allá del núcleo de los años en los cuales fueron campeones entre 2010 y 2014.

Sin embargo, si los Gigantes deciden ir por esa ruta, podrían entonces caer en la misma trampa ante la cual sucumbieron los Filis, cuando la generación campeona conformada por Ryan Howard, Chase Utley y Jimmy Rollins comenzó a envejecer y, por ende, a decaer en desempeño. Al esperar demasiado tiempo para remozar su roster, los Filis se condenaron a sufrir una sequía competitiva que lleva ya casi la misma cantidad de tiempo que sus años de gloria. Los Filis no han tenido una temporada ganadora desde 2011 y durante las tres campañas anteriores, sumaron 63, 71 y 67 victorias. Este año, Filadelfia ha logrado revertir esa tendencia.

Si los Gigantes hacen un canje y despachan a Bumgarner este verano o el próximo invierno, evitarán también lidiar con el dilema y los riesgos inherentes a pagarle a un lanzador durante el ocaso de su carrera. Bumgarner podría exigir, de forma razonable, un pacto por siete temporadas y $245 millones, considerando su hoja de vida y los contratos firmados por Clayton Kershaw, Zack Greinke y otros pitchers. Ocasionalmente, esos mega contratos para un abridor de élite con edad cercana a los 30 años pueden funcionar (como ha sido el caso de los Nacionales y Max Scherzer). Pero en su mayoría, no es así. Si los Gigantes deciden invertir grandes sumas de dinero en una extensión a Bumgarner, deberán entonces asumir el riesgo sin aprovechar el valor que éste podría atraer en el mercado de cambios. Los Gigantes, una de las organizaciones más acaudaladas del béisbol, podrían aspirar a hacer lo mismo que los Yankees lograron con Aroldis Chapman: negociarlo a cambio de prospectos y luego repescarlo cuando se convierta en agente libre.

Los Gigantes en su versión 2018 podrían terminar siendo mejor de lo que han mostrado en este comienzo de temporada y eso podría cambiar todo el contexto alrededor de Bumgarner. Pero si no logran hacerlo, entonces San Francisco haría bien en pensar con respecto a cómo sería su equipo en 2021 y 2022. Para ese momento, ese equipo parece requerir de muchísima ayuda y los Gigantes podrían conseguirla si están dispuestos a escuchar ofertas a cambio de un pitcher deseable para cualquier contendor por el título.

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Si eres un lector atento notarás que el título que encabeza este blog dice "béisbol de playoff". Realmente todavía no es béisbol de postemporada, pero se siente como si lo fuera.

Los partidos del sábado en San Luis, San Francisco, Filadelfia, Seattle, Nueva York y Boston fueron sin duda llenos de tensión y drama. Cuatro de esos seis partidos se decidieron en la octava entrada o más tarde. El otro presentaba un novato haciendo su segunda apertura en su carrera venciendo a Clayton Kershaw. Los Mets aseguraron, y los Marineros fueron eliminados (la sequía más larga de playoffs en las mayores continúa).

Ahora tenemos que hacer todo de nuevo el domingo. Todavía hay esperanza de que sean necesarios criterios de desempate en ambas ligas, incluyendo un triple empate en la Liga Americana. (Tan apretadas como han estado estas carreras durante todo el mes, los dioses del béisbol es mejor que nos recompensen con al menos un partido 163).

De todos modos, la versión corta: Si los Azulejos, Orioles y Gigantes ganan, ellos clasifican, y los juegos de comodín serían Baltimore en Toronto y San Francisco en Nueva York. Aquí está la guía domingo, con todos los juegos comenzando a las 3:05 o 3:10 ET.

Azulejos vs Medias Rojas (en Boston), Aaron Sánchez versus David Price

Lo que está en juego: Los Azulejos tenían una ventaja de 3½-juego en el inicio de la semana, pero ahora se ven obligados a abrir con Sánchez en lugar de salvarlo para el juego de comodín. Ganan y clasifican, además recibirán el juego de comodín no importa lo que hagan los Orioles; pierden y todavía están en la postemporada; si pierden y los Tigres ganan van a tener que esperar y ver lo que hacen los Tigres el lunes. Sánchez tiene una efectividad de 5.19 en tres aperturas contra los Medias Rojas, quienes han hecho un buen trabajo siendo pacientes contra él, consiguiendo 10 boletos en 17S entradas. Price, que lanzó para Toronto en la postemporada del año pasado, tiene una efectividad de 2.66 en tres aperturas contra los Azulejos.

Los Medias Rojas siguen jugando por la siembra No. 2 y la ventaja de jugar en casa contra los Indios. Están a medio juego detrás, pero si ganan y pierden los Indios, van a jugar en casa no importa lo que hagan los Indios el lunes en un potencial juego de maquillaje. Si los Medias Rojas pierden necesitarían que los Indios pierdan el domingo y el lunes para conseguir la sede en el Juego 1 de la Serie Divisional.

Orioles vs. Yankees (Nueva York), Kevin Gausman versus Luis Cessa

Lo que está en juego: Mire encima. Ganan y ellos están dentro. Pierden y muchas cosas pueden suceder. Quizás Buck Showalter usará a Zach Britton en este juego. Incluso si está empatado en la octava entrada. Gausman ha sido uno de los pitchers más encendidos en la liga pero ha permitido cuatro cuadrangulares en sus dos últimas aperturas.

Tigres vs. Bravos (en Atlanta), Justin Verlander versus Julio Teherán

Lo que está en juego: Los Tigres necesitan ganar y obtener algo de ayuda ya sea con una derrota de Azulejos o de los Orioles. Si eso pasa, ellos entonces jugarían el partido pendiente del lunes contra los Indios, necesitando una victoria para forzar un juego de desempate. Tienen al tipo indicado apostando a Verlander, quien ha permitido dos o menos carreras en siete de sus últimas ocho aperturas (y permitió tres en el otro partido). Los Bravos pueden estar en la última posición, pero este no será un partido fácil: ellos lideran las mayores en OPS en septiembre y son terceros en carreras anotadas, y tendrán en la loma a su mejor abridor, el colombiano Julio Teherán.

Dodgers vs. Gigantes (en San Francisco), Kenta Maeda versus Matt Moore

Lo que está en juego: Con una victoria los Gigantes pueden reservar su boleto para volar a Nueva York donde Madison Bumgarner enfrentaría a Noah Syndergaard en el que sería el mejor partido, por mucho, entre comodines. Si ellos pierden y los Cardenales ganan el juego de desempate sería el lunes en San Luis y probablemente se enfrentarían Jeff Samardzija contra Mike Leake. Los Gigantes abrieron con Ty Blach el domingo porque los Dodgers tienen el peor OPS en las mayores contra zurdos y usarán otro zurdo con Moore, aunque él permitió siete hits y seis carreras en un inning contra los Dodgers hace dos aperturas.

Piratas vs. Cardenales (en San Luis), Ryan Vogelsong versus Adam Wainwright

Lo que está en juego: Los Cardenales tienen que ganar y los Gigantes perder para forzar un juego 163. El último choque de desempate se desarrolló en 2013 en la Liga Americana, cuando Price tiró un juego completo para los Rays sobre los Rangers. Wainwright ha ido a menos con 13 carreras y seis jonrones permitidos en 16T entradas en sus últimas tres aperturas.

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LOS ANGELES - Los Dodgers de Los Angeles no pueden batearle a los zurdos, o por lo menos esa ha sido su historia en la segunda mitad, y esa debilidad queda magnificada bajo el microscópio de su pelea por el banderín divisional.

Los Dodgers sí lograron anotar nueve carreras en su derrota ante Arizona el domingo cuando el zurdo Robbie Ray era el abridor, así que hay algo de razones para esperanza, pero los números aparentan reflejan los problemas de los Dodgers. Ellos están últimos en promedio de bateo y OPS en todo el béisbol ante los zurdos, y aun así han logrado una gran ventaja en el Oeste LN restando dos semanas de temporada, y los jugadores de los Dodgers se están cansando de que les recuerden esto.

Cuando los Dodgers perdieron ante el zurdo de los Yankees CC Sabathia en Nueva York el pasado martes, a Justin Turner se le preguntó cómo los Dodgers podían evitar que los problemas ante los zurdos les afectaran.

"No parándonos frente a nuestros casilleros y respondiendo preguntas luego de un partido", dijo un molesto Turner. "Convirtiendo eso en un problema más grande del que es. Nosotros sabemos que hay zurdos en nuestra división y tenemos que ganar partidos".

Hay zurdos en la división. Gran cantidad de ellos.

Y mirando a uno de esos zurdos en el Oeste LN arroja algo de luz sobre la forma alocada que ha sido esta temporada para los Dodgers.

Los Dodgers batean para un miserable promedio de .213 ante los zurdos, con OPS de .626, pero han tenido éxito esta temporada ante el as de los Gigantes de San Francisco Madison Bumgarner. Este es el mismo Bumgarner al que se medirán este lunes en la noche en el primero de una serie clave de tres partidos ante los Gigantes. Clayton Kershaw será el lanzador por los Dodgers.

Los Dodgers se han enfrentado a Bumgarner en tres ocasiones esta temporada y han ganado los tres partidos. Lo vencieron en par de ocasiones en abril y una en agosto, así que no es como que se aprovecharon de una buena racha ofensiva o de alguna mala racha de Bumgarner.

Los Dodgers han conectado para .311 con slugging de .514 en 16 entradas ante Bumgarner esta temporada. De los cuatro equipos que Bumgarner ha enfrentado en por lo menos tres ocasiones esta temporada - todos contrarios del Oeste LN - los números de los Dodgers son fácilmente los mayores.

En la semana inicial de la temporada, Kershaw se midió a Bumgarner en un duelo de lanzadores y los Dodgers ganaron un partido cerrado luego que los relevistas de cada novena se hicieran cargo. Una semana después en el Dodger Stadium, Enrique Hernández lideró un despiadado ataque ofensivo con par de cuadrangulares como primer bate.

Y cuando Bumgarner fue vapuleado por los Dodgers el 23 de agosto, Rob Segedin ayudó a liderar la ofensiva en lo que ha sido el mejor día de su vida. No solo le conectó cuadrangular a Bumgarner, sino que corrió al hospital poco antes de que concluyera el partido para presenciar el nacimiento de su primer hijo.

Así que, ¿qué tienen guardados los Dodgers para Bumgarner en esta ocasión? Para empezar, esperen ver a Hernández como primer bate, probablemente como jardinero central. Hernández, que es un súperutility que ha recibido tiempo esporádico de juego, tiene siete partidos con más de un hit esta temporada - y tres de ellos han sido en juegos donde Bumgarner era el abridor contrario.

Segedin también podría jugar, aunque su tiempo de juego ha sido más esporádico que el de Hernández. Segedin tiene un hit desde el 31 de agosto, un sencillo el martes en el Yankee Stadium.

En cambio, las oportunidades de Dodgers el lunes podrían venir de un colaborador más tradicional. Kershaw hará su cuarta salida de la temporada ante los Gigantes, viniendo de una salida impresionante en la que lanzó cinco entradas en cero ante los Yankees.

Incluso en medio de una brutal segunda mitad para los Gigantes y Kershaw todavía recuperandose luego de perderse 75 días por una lesión en la espalda baja, el duelo Kershaw-Bumgarner sigue causando expectativas. Es una invitación a ver algo que valga la pena.

En las dos semanas finales de la temporada regular, los Dodgers y los Gigantes tienen seis juegos entre ellos. No hay otra manera de comenzar esta recta final con dos de los mejores brazos en todo el béisbol.

Pero este juego podría ser el anticipo de lo que podría ser una joya real dentro de 11 días. Con los Dodgers y los Gigantes chocando varias veces en la recta final (ellos tendrán su último día libre el 26 de septiembre), el duelo Kershaw-Bumgarner se espera que vuelva a ver el 30 de septiembre para el primer partido de la última serie de la temporada en San Francisco.

Los Dodgers saben que ellos necesitan mejorar su actuación ante los zurdos a medida que se acerque la postemporada. Seguro que ellos han logrado vencer a Bumgarner tres veces, pero el zurdo tendrá dos oportunidades más para vengarse. Y los Dodgers probablemente tendrán que medirse también al zurdo de los Gigantes Matt Moore dos veces más, incluyendo el último día de la temporada. Todo lo que Moore hizo la última vez que se midió a los Dodgers fue quedarse a un out de un juego sin hits antes de que Corey Seager le conectara un sencillo.

A los Dodgers les restarán más pruebas ante zurdos si los Dodgers logran pasar a la postemporada. Los mejores contendientes de la Liga Nacional tienen un zurdo esperando por hacer daño. Los Cachorros de Chicago tienen a Jon Lester, mientras los Nacionales de Washington tienen a Gio González. Los Gigantes tienen a Bumgarner y Moore.

El veterano Adrián González, quien conectó un doble de tres carreras para empatar el juego ante un zurdo el domingo, está practicando más paciencia que Turner con el asunto de los problemas del equipo antelos zurdos, pero él sabe que ese momento de demostrar lo que tienen se acerca.

"Cuando llegue el momento, tendremos que encontrar la forma de batearles [a los zurdos]", dijo González. "No voy a pensar mucho sobre eso ahora mismo, pero tendremos que hacer un mejor trabajo cuando lleguemos a los playoffs. Eso es todo. Nosotros sabemos que lo podemos hacer. Espero que lo hagamos cuando cuente".

Quizás la motivación de Turner sea sofocar todo el debate sobre los problemas con los zurdos y que no se conviertan en algo que los jugadores jóvenes tengan que afrontar. O quizás su frustración esté enraizada en sus propios problemas ante los zurdos este año, aunque él se encuentra en medio de su mejor temporada ofensiva.

Ha sido ese tipo de temporada enrevesada para los Dodgers cuando el estar abajo (en la lista de lesionados) ha significado estar arriba (en la tabla de posiciones). Cuando los zurdos no siempre han sido derechos. Cuando una organización conocida por sus lanzadores abridores ha sido liderada por la ofensiva y el bullpen.

"Yo solo pienso que para nosotros, la ofensiva ha ido y venido", dijo el manager Dave Roberts. "Heos sido buenos, y luego no hemos lucido tan bueno. Hemos jugado gran defensa. Pienso que ahora tenemos buen pitcheo abridor con el regreso de Clayton y [Rich] Hill y Kenta [Maeda], pienso que los chicos jóvenes realmente se han logrado sostener. El enfoque ofensivo del equipo, para mí, ha sido un poco más consistente".

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Algunas veces es dficíl decidir que es más impresionante en lo que hace Madison Bumgarner, si como lanzador o como bateador.

Al llegar al partido del jueves ante los Bravos de Atlanta como uno de los lanzadores más calientes en las Grandes Ligas, Bumgarner conectó cuadrangular en la quinta entrada, encendiendo la chispa para un ramillete de seis carreras que llevó a los Gigantes a la victoria 6-0.

El cuadrangular de Bumgarner fue su segundo de la temporada. Noah Syndergaard de los Mets de Nueva York es el único otro lanzador en las mayores con más de un cuadrangular en 2016. Solo otros dos jugadores en los Bravos tienen más jonrones en esta temporada.

Contexto histórico

Mirando al contexto del equipo de Bumgarner y de todo el béisbol, él ha sido uno de los lanzadores bateadores de cuadrangulares más prolíficos.

Se encuentra empatado en el tercer puesto con la mayor cantidad de jonrones por un lanzador en la era divisional, que comenzó en 1969.

Desde el inicio de la temporada 2012, Bumgarner tiene 13 cuadrangulares. La siguiente mayor cantidad para un lanzador en ese periodo es siete (Travis Wood). Bumgarner ha remolcado 39 carreras desde el inicio del 2012; la siguiente mayor cantidad de un lanzador es 24, por Adam Wainwright.

Bumgarner se encuentra a distancia alcanzable del record de jonrones para un lanzador en la franquicia de los Gigantes. La investigación del Elias Sports Bureau muestra que Hal Schumacher y Johnny Antonelli, con 15 cada uno, lideran la franquicia en esa categoría.

Entre los lanzadores que han conectado por lo menos 10 cuadrangulares. Bumgarner tiene el tercer mejor porcentaje de jonrones (2.8 por ciento). El líder es Clint Hartung (1947-52) con 3.5 por ciento, y segundo está Carlos Zambrano (2001-12) con 3.2 por ciento. (Hartung, quien jugó para los Gigantes, dividió su tiempo entre el montículo y los jardines; tuvo 72 aperturas como lanzador y fue titular 41 veces en los jardines.)

Lo hizo también en el montículo

Bumgarner ponchó a 11 Bravos, permitió cuatro hits y dos boletos, en 7 2/3 entradas. Fue su terer partido en el que conectó cuadrangular y ponchó por lo menos 10 rivales.

La investigación de Elias muestra que está detrás solo de Steve Carlton (cinco juegos como esos) en la era divisional logrando dichas marcas.

El partido del jueves fue el noveno en la carrera de Bumgarner en el que logró por lo menos 10 ponches y no permitió carreras. Esa la cuarta mayor cantidad de salidas como esas en las mayores desde el inicio del 2011, detrás de Clayton Kershaw (18) and Max Scherzer y Yu Darvish, quienes tiene 10 cada uno.

Bumgarner logró nueve abanicadas y falladas y seis ponches con su recta, ambas cifras máximas en su temporada. Permitió elevados en el 18 por ciento de sus pelotas en juego - cifra mínima de la temporada - y produjó elevados débiles en el 18 por ciento de las pelotas en juego - cifra máxima de la temporada.

Desde el 25 de abril, la efectividad de Bumgarner es de 1.11, la mejor de las Grandes Ligas. Tiene marca de 6-0 en ese periodo.

Una extraña quinta entrada

El jonrón de Bumgarner fue el primero de tres que los Gigantes conectaron en la quinta entrada. Eso luego de un boleto otorgado a Gregor Blanco.

Luego del cuadrangular de Bumgarner, Denard Span recibió boleto. Y Joe Panik le siguió con otro bambinazo de dos carreras.

Matt Duffy entonces recibió un pelotazo, y Buster Posey conectó el tercer cuadrangular de dos carreras de la entrada.

Fue la segunda entrada con tres cuadrangulares en esta temporada para los Gigantes (lo lograron también el 4 de abril visitando a los Cerveceros de Milwaukee). Los Rojos de Cincinnati, Mets de Nueva York y los Orioles de Baltimore son los únicos otros equipos con más de una entrada de por lo menos tres jonrones en esta temporada.

¿Sabías qué...?

Los Gigantes juegan para 10-3 cuando Bumgarner conecta cuadrangular.

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Dos de los mejores lanzadores zurdos en todo el béisbol se medirán este viernes en la noche por segunda vez en menos de una semana.

El tres veces campeón de la Serie Mundial Madison Bumgarner se enfrentará al tres veces ganador del Cy Young Clayton Kershaw en lo que ha sido el choque de lanzadores abridores más común desde el inicio de la temporada pasada (seis juegos), de acuerdo con la investigación del Elías Sports Bureau.

Elías además indica que este choque, que será el noveno en general entre Bumgarner y Kershaw convertirá el mismo en el más común en la rivalidad entre los Gigantes de San Francisco y los Dodgers de Los Angeles desde el periodo 1973-78, cuando Jim Barry y Doug Rau se midieron en nueve ocasiones.

Dentro del choque

Kershaw ha lanzado mejor que Bumgarner en el transcurso de sus enfrentamientos en su carrera, pero han sido los Gigantes quienes han ganado cinco de los ocho partidos, parcialmente gracias a la increíble racha de bateo de Bumgarner ante Kershaw.

Las notas de Elías indican que es uno de tres lanzadores con más de un cuadrangular ante un ex ganador del Cy Young. Los otros ejemplos son Walt Terrell ante Ferguson Jenkins en 1983 y Don Drysdale ante Warren Spahn en 1965.

Actuaciones memorables

20 de agosto de 2012: Bumgarner se midió a Kershaw por segunda vez, y luego de una primera salida para el olvido ante el as de los Dodgers, Bumgarner chocó contra Kershaw por espacio de ocho entradas. Los 10 ponches de Bumgarner siguen siendo su mayor cantidad ante los Dodgers en su carrera.

21 de mayo: Kershaw dominó sin problemas a los primeros ocho bateadores de los Gigantes, enfrentándose al mínimo de rivales antes de que Bumgarner llegara a la caja de bateo en la tercera entrada. Kershaw trató de engañarlo con una recta en su primer lanzamiento pero Bumgarner la depositó en las gradas del jardín izquierdo para darle a los Gigantes la ventaja que no perdieron jamás.

29 de septiembre: Kershaw llevaba marca de 0-4 en sus anteriores cinco aperturas cuando se midió a Bumgarner para entonces lograr una de sus mejores actuaciones hasta la fecha. Kershaw dominó a los Gigantes, permitiendo apenas un imparable con 13 ponches.

9 de abril: Bumgarner conectó el segundo jonrón de su carrera ante Kershaw. Kershaw no ha permitido cuadrangulares a ningún otro lanzador en su carrera.

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El aparentemente imposible campeonato de Gigantes de San Francisco el año pasado comenzó a forjarse el 23 de septiembre, según cree Jake Peavy, en una noche en que Madison Bumgarner se enfrentó a Zack Greinke, dos lanzadores estelares que volverán a verse las caras esta noche, con San Francisco necesitando imperiosamente una victoria después de su caída del lunes después de 14 innings.

La historia ahora es casi leyenda entre los jugadores de los Gigantes. San Francisco se quedó atrás en aquel juego, y Bumgarner generó las únicas carreras en los primeros innings al pegar un jonrón. Bumgarner estaba en turno en la parte superior de la octava entrada, y el manager de los Gigantes, Bruce Bochy, pretendió colocar un bateador emergente por él. Bochy se acercó el zurdo, quien insistió en quedarse al bate argumentando que él era quien había generado las carreras.

"Lo sé, lo sé", respondió Bochy, más de una vez.

Finalmente, Bumgarner - competitivo, pero en un tono respetuoso- le dijo a Bochy con su acento de Carolina del Norte: "usted no está hablándome como usted sabe".

Con eso, Bochy se retractó y permitió batear a Bumgarner. Él se ponchó, pero Peavy recuerda aquel como un momento decisivo para Bumgarner y el equipo, ya que Bochy transmitió completa confianza en su as y Bumgarner pasaría a llevar a los Gigantes a octubre en una forma que ningún lanzador ha logrado. Un boleto de comodín puede estar fuera del alcance de los Gigantes y Dodgers, dado el dominio de los equipos de la División Central, lo que aumenta la importancia de ganar el Oeste de la Nacional, y con San Francisco ahora con cinco juegos por detrás de Los Angeles en la columna de derrotas, hay un nivel de desesperación en el partido de esta noche.

Los Gigantes tienen seis partidos por jugar contra los Dodgers y deben hacer daño en los juegos entre ellos y tratar de ganar al menos cuatro, en un momento en que cada alineación diaria de San Francisco está destrozada por las lesiones.

Al igual que con el enfrentamiento Bumgarner-Greinke del año pasado, el partido de esta noche podría llegar a ser un punto de inflexión. Esto podría llegar a ser la noche en que los Gigantes pierden con su as en la lomita y sepan, en sus corazones, que 2015 fue una temporada que no pudieron vencer. O, tal vez, ésta podría ser la noche, cuando todo empezó a cambiar.

Esta será la segunda vez en su carrera que Bumgarner y Greinke estarán frente a frente; Greinke y los Dodgers vencieron a Bumgarner y los Gigantes 4-2, en ese duelo del 23 de septiembre de 2014.

Greinke superó a Bumgarner, pero Bumgarner ganó la batalla en el plato, golpeando un jonrón de dos carreras -las únicas dos carreras que Greinke permitió en el juego en ocho entradas de trabajo.

Bumgarner permitió tres jonrones (y cuatro carreras limpias) en ese juego en sus 7 y un tercio de entradas trabajadas.

Bumgarner sigue siendo el único lanzador en conectarle un jonrón a Greinke desde que este se unió a los Dodgers en 2013, mientras que ningún lanzador nunca le ha pegado un cuadrangular a Bumgarner. En cuanto a la noche del lunes, los Dodgers ganaron en la parte inferior de la 14ta entrada, gracias a un batazo de Adrián González.

De ESPN Stats & Information: Con una duración de cinco horas y 29 minutos, el partido del lunes fue el tercero más largo jugado en la historia del Dodger Stadium. El segundo más largo fue en septiembre pasado, una historia de 14 innings contra los Nacionales que tardó cinco horas y 34 minutos. El juego más largo en tiempo cinco horas y 42 minutos el 24 de mayo de 1973, cuando los Dodgers perdieron un juego de 19 innings ante los Mets.

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Solo tres lanzadores han logrado dar el out final en el Juego 7 de una Serie Mundial con la carrera del empate en tercera base. Harry Brecheen lo hizo para los Cardenales en 1946. Ralph Terry de los Yankees provocó la famosa línea de Willie McCovey en 1962. El zurdo de los Gigantes Madison Bumgarner se convirtió en el tercero cuando hizo que Salvador Pérez de los Reales conectara un débil elevado en el 2014 -- el momento final y legendario en lo que probablemente haya sido la mejor actuación en postemporada de todos los tiempos.

Bumgarner retiró más bateadores en este pasado mes de octubre que cualquier otro lanzador en una postemporada. Su corrida comenzó con el juego de comodines de San Francisco el 1 de octubre, cuando lanzó una blanqueada -- con 10 ponches -- ante los Piratas. Lanzó otra blanqueada en el Juego 5 de la Serie Mundial, y luego volvió dos días más tarde para lanzar cinco entradas en blanco en relevo en la victoria de los Gigantes 3-2, llevándose el salvamento. En resumen, lanzó 52 2/3 entradas en octubre y permitió siete carreras (seis limpias) para efectividad de 1.03. Los contrario apenas le conectaron para .153.

El último lanzador en tirar 50 entradas en un mes calendario fue Cliff Lee en junio del 2010. El último lanzador en tirar más que las 52 2/3 entradas en octubre que lanzó Bumgarner en un mes calendario fue Liván Hernández en mayo del 2004. El último lanzador en tirar 50 entradas en un mes y tener una efectividad menor a la de Bumgarner fue Roger Clemens en agosto de 1998.

Pero Bumgarner lo hizo en los juegos más grandes de la temporada. ¿Algo legendario? Absolutamente.

Así que ¿cómo fue que lo hizo? Él ciertamente ha sido un muy buen lanzador en la temporada regular, aunque no necesariamente ha sido un lanzador que cualquiera fuera de San Francisco se refiera a él como el mejor en el juego. Tuvo marca de 18-10 con efectividad de 2.98 en 2014, y, aunque terminó cuarto en la votación del Cy Young, esa efectividad lo ubicó en el puesto 14 en la Liga Nacional. Él ha sido consistente y confiable desde que llegó a las mayores, llegando a las 200 entradas en las cuatro temporadas que ha trabajado. Su reputación se engrandeció con sus actuaciones en las Series Mundiales de 2010, 2012 y 2014. Además lanza sus partidos locales en un estadio que ayuda a los lanzadores; las métricas avanzadas toman esto en cuenta, así que él nunca ha sido considerado uno de los 10 mejores lanzadores en el deporte de acuerdo al WAR de Baseball-Reference o al de FanGraphs

2014: 21º (Baseball-Reference), 20º (FanGraphs)
2013: 26º, 28º
2012: 71º, 34º
2011: 67º, 16º

Eso podría ser sorpresivo. Probablemente Bumgarner es subestimado en algún grado por los números. Si los gerentes de Grandes Ligas hicieran un sorteo de lanzadores abridores hoy, yo pienso que Bumgarner sería seleccionado entre los primeros 10.

De todas formas, el punto es que: Bumgarner levantó su juego en octubre. Los Gigantes gustan de decir que a nadie le gusta más ganar que a Bumgarner. Pero, de nuevo, eso no explica como permitió un promedio de bateo a los contrarios de .153 en la postemporada. Así que escarbemos en algunos de los números -- incluso aunque el propio Bumgarner no le guste andar revisando números. Tim Hudson bromeó durante la Serie Mundial de que él no tendría éxito solo intentando que Bumgarner mire un video.

Abajo les mostramos una explicación del porcentaje de cada tipo de lanzamiento que Bumgarner tiró en la temporada regular en comparación con la postemporada. Catalogué un lanzamiento como una recta cortada porque así fue que Bumgarner lo llamó. Algunos dicen que fue un slider. "Él lo lanza en un par de formas diferentes, así que se puede catalogar de ambas formas", dijo el receptor Buster Posey durante la Serie Mundial. Bumgarner dijo que solamente le cambia la velocidad al pitcheo. "Yo digo que es una recta cortada, pero yo siento que está en medio de los dos", le dijo a Eno Sarris de FanGraphs a finales de la temporada pasada. "Pienso que la gente lo llama de diferentes formas porque le cambio la velocidad. Pero yo lo tiro igual".

Obviamente, vemos un patrón diferente aquí: Bumgarner lanzó más rectas (lanzó una recta de cuatro costuras) en octubre y en gran medida dejó de usar el cambio. En realidad esta forma de lanzar viene desde la temporada regular; lanzó más del 50 por ciento de rectas en agosto y septiembre también.

Aquí les presentamos los resultados en apariciones en el plato que terminaron en cada tipo de pitcheo, utilizando el método de wOBA (weighted on-base average):

Como uno podría esperar, los bateadores lucieron peor ante todos sus lanzamientos (ese promedio de .000 ante su cambio es solo en una aparición en el plato) en la postemporada. Sin embargo, todo el éxito se deriva de la recta de Bumgarner. Nuestro colega en ESPN Curt Schilling suele decir que todo se trata de la recta de un lanzador y la localización de dicha recta. Bumgarner lanza su recta de cuatro costuras en la parte alta de la zona, pero miren su localización en la temporada regular en comparación con la postemporada:

La velocidad de su recta aumentó un poco -- 92.8 mph en la postemporada versus 92.0 en la temporada regular -- pero su localización fue más precisa. Con mayor frecuencia en octubre, puso la pelota más alta y adentro a los bateadores derechos, territorio donde tienen más dificultad extendiendo sus brazos. En la temporada regular, los bateadores derechos conectaron para .231/.282/.410 ante su recta; en la postemporada, ellos batearon para .115 (7-en-61).

¿Y ese turno final ante Pérez para acabar la Serie Mundial? Seis rectas... a pesar de que Pérez había conectado de cuadrangular ante una recta temprano en la Serie Mundial. Bumgarner no se iba a desviar de su nueva mejor arma.

Quizás la localización mejorada haya sido producto de un mejor enfoque y concentración -- o no. Como reportó Sarris, Bumgarner se movió más cerca al lado de tercera base de la goma de lanzar en julio. Eso le ayudó a poner más adentro su recta ante los bateadores derechos -- y quizás explica la razón por la que la lanzó con mayor frecuencia en la recta final.

Y esas son noticias aterradoras para los fanáticos de los Gigantes. Es posible que Bumgarner no solo levante su juego en octubre. Él podría haber desarrollado una forma de lanzar que levante también su juego de abril a septiembre.

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Cambiamos de año y vale la pena recordar algunas historias que nos emocionaron, otras tantas que nos sorprendieron y alguna más que hizo ambas cosas en Major League Baseball. Del 2014 me quedo con cinco historias especiales que aquí resumo en orden de importancia hasta llegar a la más notable, la despedida de una leyenda.

Royals
Royals

LOS INEXPLICABLES ROYALS
Kansas City dejó de ser relevante en el béisbol de grandes ligas a mediados de los 80 cuando consiguió su única Serie Mundial venciendo a los Cardinals en siete juegos. Después de llegar a lo más alto en 1985, los Royals se ausentaron de la postemporada durante 29 años y volvieron a ella en 2014 de una manera poco común. Después de comenzar la temporada en medio de un slump colectivo con el bate, Kansas se convirtió en el line-up más oportuno del béisbol. Perdiendo por cuatro carreras el juego de Playoff entre comodines y a seis outs de ver a los A's avanzar a la serie divisional, los Royals desataron su ofensiva y terminaron ganando 9-8 en 12 episodios con un imparable decisivo del receptor venezolano Salvador Pérez. De ahí en más parecía que nadie los podría parar. Barrieron a los Angels de Mike Trout a punta de jonrones y batazos oportunos, sacaron la escoba también ante los Orioles a los que superaron en cuatro juegos con una extraordinaria actuación de su relevo. Solo los enrachados Giants pudieron frenar el sueño de Kansas venciéndoles en una electrizante Serie Mundial que llegó a siete juegos y que se decidió gracias al dominio de Madison Bumgarner.

Bumgarner
Bumgarner

BUMGARNER; HISTÓRICA SERIE
Lo de Madison Bumgarner fue sencillamente surreal. Su postemporada arrancó con una blanqueada sobre Pittsburgh que puso a San Francisco en la Serie Divisional ante Washington. Los Nationals fueron el único equipo capaz de vencerle en los playoffs, pero los Giants superaron esa serie en cuatro juegos. Desde entonces San Francisco ganó todos los juegos en los que apareció Bumgarner incluyendo el séptimo de la Serie Mundial en el que el zurdo lanzó un relevo de cinco entradas solo dos días después de su segunda apertura de la serie en la que tiró 117 pitcheos. En 21 innings de labor durante el Clásico de Otoño, Bumgarner permitió apenas una carrera para una efectividad jamás vista de 0.25. El zurdo fue sencillamente imbateable y además llevó su rendimiento a límites impensados con 68 envíos en su relevo del juego siete. Nunca hubo un MVP tan lógico como el abridor de San Francisco.

Altuve
Altuve

JOSÉ ALTUVE: EL GIGANTE DISFRAZADO
José Altuve podrá medir menos de un 1.70mts. pero su talento con el bate es inmenso. En 2014 el segunda base venezolano terminó como líder de MLB en promedio al bate con .341 e imparables conectados con 225, una cifra que solo había conseguido Ichiro Suzuki en los últimos catorce años. Jugando para una franquicia perdedora como los Astros, Altuve terminó en el Top 10 de once categorías ofensivas y además comandó la Liga Americana con 56 bases robadas. Para entender el significado de la cifra de hits que el nacido en Maracay conectó en 2014 vale la pena destacar que con sus 225 imparables, Altuve pegó 34 hits más que Miguel Cabrera y 52 más que el MVP de la Americana, Mike Trout. Con solo 24 años y tres temporadas completas en las mayores, José Altuve es ya el líder de unos Astros que esperan competir por un lugar en los Playoffs en 2015.

Stanton
Stanton

GIANCARLO Y SUS 325 MILLONES
Los días en los que nos escandalizamos con los dos contratos de más de 250 millones de dólares que firmó Alex Rodríguez con Rangers y Yankees han quedado atrás. En noviembre de este año los Marlins dieron de qué hablar mucho más que en toda la temporada cuando finalizaron un contrato de 325 millones con Giancarlo Stanton. El pelotero con la mayor fuerza bruta de todas las Grandes Ligas, se convirtió en el poseedor del contrato deportivo más grande la historia. Su temporada de .288 con 37 jonrones y 105 empujadas indicó que el jardinero de 25 años aún no había llegado a su pico. Stanton finalizará su contrato con Miami a los 37 años si es que lo completa. Sobre su espalada pesará ahora una presión inmensa. La mayoría de los peloteros que han firmado contratos de al menos 10 años o por lo menos 150 millones han desmejorado su rendimiento en el primer tercio de sus nuevos pactos. Alex Rodríguez, Albert Pujols, Prince Fielder y Joe Mauer son algunos ejemplos. Stanton puede llevar a Miami a la gloria o a la bancarrota de la mano de su swing en la próxima década.

Jeter
Jeter

ADIÓS AL GRAN CAPITÁN
Debo empezar con la verdad. Derek Jeter no es el mejor shortstop de la historia, ni ofensiva ni defensivamente hablando. Pero Jeter ha sido a lo largo de su carrera mucho más que solo un shortstop. En la época de los contratos millonarios, de los agentes libres sobrepagados y los arbitrajes salariales, Jeter se convirtió en el símbolo irrefutable de la franquicia más famosa del beisbol. Y aunque parezca un cliché aquello de que "triunfar en Nueva York es triunfar dos veces", pregúntenle a Randy Johnson, Kevin Brown o Chuck Knoblauch si jugar en la "Gran Manzana" es lo mismo que en el resto de las ciudades. Jeter fue consistente en al menos 17 de sus 20 años de carrera con los Bombarderos del Bronx y no me refiero solo a su bate y su guante. Nunca una declaración altisonante o un desliz con la prensa. Aunque no lo estuviera pensando en cada momento, Derek siempre habló maravillas de la organización y puso los objetivos colectivos por encima de los individuales. Uno como él tenia que irse como lo hizo, reescribiendo el guión de la película que fue su juego de despedida en Nueva York. En su última aparición en el campocorto y ante 48.613 aficionados delirantes en Yankee Stadium, Jeter mandó la bola a la banda contraria para traer la carrera del triunfo en el noveno episodio y con un out en la pizarra ante los Orioles de Baltimore. Classic Jeter.

En su última temporada Derek Jeter alcanzó los 3.000 hits con un cuadrangular, fue aplaudido de pie en veinte estadios de las mayores (incluido Fenway Park en Boston) y dejó el beisbol como un héroe de otra época. No fue el más poderoso, el más rápido, ni el más ágil, pero supo hacerlo todo en el diamante y con más clase que ninguno.

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