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Y "El Piojo" volvió a Coapa...

Lo hace justo en el momento apropiado, cuando algunos gritos, bailes y celebraciones extrañas llegan desde el cercano Ángel de la Independencia, el sitio donde históricamente el América suele festejar su campeonatos. Herrera vuelve cuando Chivas se pasea y alardea con el trofeo de Campeón. Algunas cosas son distintas, otras nunca cambian en el América. El principal reto será encabezar una época sin Ricardo Peláez y reconstruir un equipo que viene de fracasar con el propio “maestro” futbolístico de Miguel Herrera. No será sencillo, pero si alguien lo puede hacer ese es “El Piojo”...

CIUDAD DE MEXICO.- Los “grandes” reaccionan a lo que hagan los “grandes”. Y la primera reacción a la coronación, a la fiesta y al jolgorio futbolístico y pasional de Chivas, ha ocurrido este martes, aquí, en el sureño barrio en Coapa.

Miguel “El Piojo” Herrera regresa al América. Lo hace, hoy, de manera distinta a cómo había llegado al club en el 2012 con un contrato, prácticamente, a destajo, a la condición de probar seis meses para ver si él se adaptaba al América y si el América se adaptaba a él. Al final, las cosas resultaron mejor de lo que muchos expertos vaticinaban. Herrera puso al América en el nivel protagónico que merece su historia y lo llevó a ganar un inolvidable campeonato en mayo del 2013, ante uno de sus acérrimos rivales, el Cruz Azul, en una noche épica que el americanismo jamás olvidará.

Algunas cosas han cambiado en Coapa, aunque sigue siendo el mismo club añejado en el misterio y en el capricho, en las luchas internas, en las traiciones de sus directivos, ejecutivos de la televisora, que rodean al equipo de futbol,. Algunos de ellos, tipos pensantes y preparados, como Yon de Luisa, y otros más que están ahí por el único hecho de ser amigos del dueño de la empresa. Así es el América y así ha sido siempre, pero la principal diferencia que encontrara “El Piojo” es la ausencia de Ricardo Peláez, el directivo que lo trajo la primera vez al club y que lo arropó y le mostró las esencias y los límites que necesitas tener en la banca de un club de estas dimensiones. Herrera fue un atlantista de cepa, identificado a los colores y al estilo de un club que nada tiene que ver con el América.

“El Piojo” esta de vuelta en Coapa y esta vez nadie espera que sorprenda y haga una buena temporada. Esta vez llega con la garantía de lo que significó su primera etapa, su trabajo en la selección, en el Mundial del 2014 y hasta lo que logró en el modesto Tijuana en las ultimas dos temporadas. La gente, el “pueblo americanista” espera que los coloque inmediatamente en un sitio de preponderancia y que vaya por el campeonato, justo hoy que su más enconado rival, el Guadalajara, ha levantado el trofeo de campeón en sus propios narices.

Herrera hereda un equipo sin mucha profundidad en su plantel y cuya solidez se pone en entredicho luego del fracaso de Ricardo La Volpe, que tras haber llegado la final en diciembre, se quedó fuera de la liguilla en el reciente campeonato, algo que un equipo como el América no puede permitirse. Lo siguiente será reconstruir quirúrgicamente la alineación, tema que “El Piojo” domina. Buscar a los futbolistas exactos, que muchas veces no son los más renombrados o famosos, pero que terminan haciendo el trabajo que necesita el entrenador.

En un martes brumoso, con algo de sol, amenaza de lluvia y contaminación ambiental, “El Piojo” volvió a Coapa. Lo hace como “el salvador”, casi un “redentor” de la urgente necesidad del América por regresar al protagonismo y sobre todo, como una reacción inmediata a los gritos, vítores y bailes de “extraños” que llegaban desde el no muy lejano Ángel de la Independencia, el sitio donde el americanismo suele festejar su títulos de Liga.

@Faitelson_ESPN