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Confederaciones: el 'hambre' marca diferencia

Y México lo tiene. Tiene un futbol urgido de escenarios como que se presenta en Rusia a partir de este sábado. Lucir, mostrar avances, competir, 'morder' a un poderoso son algunos de los motivos que le dan una motivación diferente a la de algunos otros participantes en la justa.

MOSCU, Rusia.- Las grandes diferencias en el futbol tienen que ver, más allá de la calidad, con el hambre. Y México es un país que, futbolísticamente hablando, esta hambriento.

A diferencia de "otros", el futbol de México tiene prohibido expresar o sentir cierta apatía o desidia por lo que significa la Copa Confederaciones. Al contrario, para el futbol mexicano el evento es una oportunidad para encontrarse en el nivel de competencia que tanto ha anhelado su historia. Medirse ante las grandes potencias y mostrar los avances que aparentemente ha cultivado y cosechado en los últimos tiempos. A eso viene aquí el futbol de México, Juan Carlos Osorio y sus futbolistas.

Entiendo que para Alemania, el consagrado campeón del mundo, potencia de potencias en el futbol, el título que se juega en territorio ruso no signifique demasiado para sus ambiciones. Aun así, Alemania es Alemania. Y cuando se trata de cuidar su reputación, su historia, su abolengo, son los mejores. Yo jamás apostaría contra ellos.

Le sigue Portugal, primero, porque es el campeón de Europa, legitimo campeón de la zona geográfica del mundo donde mejor se juega al futbol y segundo, aunque podría ser primero, porque tiene a Cristiano Ronaldo, un futbolista excepcional, maravilloso y ganador. Eso le da a los portugueses una categoría distinta. Su futbol no ha alcanzado todavía el nivel de las grandes potencias, pero está cerca. Su triunfo del verano anterior en Saint Denis ante la selección de Francia constato las sospechas que todos teníamos del potencial luso para poder jugar de manera armoniosa y efectiva sobre la cancha de futbol.

El tercer escalafón de "grandes candidatos" para ganar la Confederaciones es Chile. El campeón de Sudamérica es el "culpable" directo de que Lionel Messi no este hoy, aquí, en Moscú. Tiene jugadores de gran valía: Alexis Sánchez (si se recupera), Vidal, Vargas. Cuidado con Chile (que si lo sabrá México).

Enseguida, hay tres equipos que podrían estar en el mismo nivel de competencia: México, Camerún y el anfitrión Rusia. La condición atlética de los africanos y su irrupción individual a nivel de clubes en el futbol europeo les da las armas siempre para convertirse en una "sorpresa". Rusia es el país de casa y gran parte de la apuesta emocional y económica del evento está depositada en ellos. Hoy tiene un equipo que no es garantía de nada, que fracasó en la Eurocopa de naciones del año pasado y que tras probar con entrenadores del tamaño de Guus Hididnk y Fabio Capello, se han decidido por un hombre local y por jugadores que tiene poca experiencia en las grandes ligas del futbol europeo. Con FIFA, con Putin a la expectativa, nunca se sabe. Si los rusos necesitan de un "empujoncito", lo tendrán. Ellos, los cameruneses, al igual que México y que Rusia están ávidos de resultados. La Copa Confederaciones no les viene, de ninguna manera, mal.

El último peldaño de candidatos coloca a dos equipos oceánicos, uno representando al contiene asiático como Australia y el otro es Nueva Zelanda. Ninguno parece tener posibilidades de alcanzar la ronda de las semifinales del evento.

El "hambre" puede establecer una diferencia. Para un futbol como el mexicano la motivación es distinta. La Confederaciones está llena de sueños para una selección mexicana que necesita acercarse a los grandes candidatos y aparecer en la escena internacional.

@Faitelson_ESPN