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La Minerva espera...

Aunque parezca contradictorio festejar un título de Concacaf cuando es el penúltimo en la tabla general del campeonato, Chivas debe hacerlo. Un equipo llamado "grande" está para eso: ganar trofeos, levantarlos en todo lo alto, festejarlo con su pueblo, colocarlo en la vitrina y ver siempre hacia adelante. Al mismo tiempo, aparece una pregunta sin respuesta en el horizonte: ¿Cuál es la realidad de Chivas?

LOS ANGELES, CA.- Parece, la de este miércoles, otra noche ideal para ir a bañarse a La Minerva, pero la tabla general indica otro claro y crudo contexto. ¿Cuál es la realidad de Chivas? ¿La felicidad que debe provocar la obtención de un trofeo internacional con un preciado boleto al Mundial de Clubes o la irrefutable posición de decimoséptimo en la tabla, penúltimo en la general, apenas sólo mejor, por unos puntos, que el descendido Lobos BUAP? Ayer, cuando intentaba defender la postura de que un llamado "equipo grande" debe levantar trofeos a como dé lugar, alguien me increpo con un dato revelador: si el torneo mexicano se jugara en el sistema de temporadas largas como en Europa, con tres descensos, Chivas habría perdido la categoría. Pero... ¿Cual es la realidad de Chivas? Nos la pasamos, casi todo el campeonato, afirmando que sus números no eran el reflejo verdadero de lo que hacía e intentaba en el campo de juego. Ha ganado, sin embargo, sólo 3 juegos de 16 disputados, con una escandalosa cifra de 22 goles en contra y 14 a favor. Por otro lado, ha tenido un afortunado paso por el torneo de la Concacaf, cuyo nivel siempre ha sido colocado en entredicho. Es verdad que le tuvo que ganar a un equipo dominicano -el Cibao- que no significó ninguna oposición, pero después eliminó a dos clubes regulares de la MLS -el Seattle Sounders y el Nueva York Red Bulls- antes de lograr su máxima exhibición del año: la victoria de 2 goles a 1 en territorio canadiense sobre el Toronto, el campeón de la MLS que había dejado en el camino a Tigres y al América. Ganar la Concacaf estaba dentro de los planes primarios del Guadalajara, pero el torneo de Liga siempre tiene un aliciente especial para los equipos mexicanos. Existe una poderosa cultura doméstica por el futbol en México que es difícil de combatir. La contradicción de la noche de este miércoles radica en bañarse en La Minerva comprendiendo que el torneo local ha sido un completo desastre. Pero Chivas lo tiene que hacer. Los equipos grandes fueron hechos para coleccionar trofeos, aun en épocas buenas, malas, inciertas o contradictorias como esta. Chivas debe ganar, festejar, colocar el trofeo en sus vitrinas y ver para adelante.

@Faitelson_ESPN