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'Lavarse las manos'

Eso ha hecho el futbol mexicano ante los graves actos de violencia o terror que se vivieron el domingo en Monterrey previo al Clásico. Ni la Liga MX, ni la FMF, ni Tigres, ni Rayados parecen determinados a tomar decisiones drásticas ante un escenario verdaderamente drástico. El futbol mexicano prefiere 'lavarse las manos' y afirmar que la situación ocurrió lejos del Estadio. Bonilla, de Luisa, Miguel Ángel Garza y José González Ornelas han turado el balón a las autoridades.

SAN DIEGO, CA - Lavarse las manos. Esa fue la postura del futbol mexicano ante los actos de violencia --terror o barbarie, serian calificativos más indicados-- que propuso la jornada del domingo previo al Clásico entre Tigres y Rayados.

La primera reacción consiste en taparse, esconderse, lavarse las manos. Enrique Bonilla, el presidente de la Liga MX, dice que no habrá sanciones contra Tigres y Rayados. "Son pandilleros que se ponen las playeras de nuestros clubes. Fue a kilómetros del estadio".

Impresentables las palabras del señor Bonilla. La Liga MX tendría que estar preocupada e interesada en el tema. Con lo que se vio ayer en Monterrey... ¿Quién se acercará con su familia a un estadio del futbol mexicano? ¿Qué imagen da el futbol mexicano hacia el mundo?

Un escueto boletín de los dos clubes. ¿Eso es lo único que piensan hacer Miguel Angel Garza y José González Orenelas?

Claro que tendrían que existir sanciones. Sanciones radicales a partir de un incidente radical. Lo primero que tendría que hacer la FMF es reevaluar si en verdad vale la pena llevar el juego de la Selección Mexicana ante Costa Rica a Monterrey y luego, quitarle los puntos que ganaron el domingo Tigres y Rayados. Ninguno de los dos clubes se los merece.

Amanecer el lunes en terapia intensiva por un simple juego de futbol... esa sí que es una estupidez.

La violencia en México no la genera el futbol. La violencia existe en la calle, en el barrio, en el metro, el autobús, pero el futbol ha consentido --y lo sigue haciendo-- con ciertas conductas y situaciones que han permitido que lleguemos a escenarios de caos y de terrorismo como ocurrió el domingo por la tarde en los alrededores del Estadio Universitario de Monterrey. El futbol mexicano no ha hecho lo necesario para contener y erradicar a esos grupos de animación que se hacen llamar barras. La mayor parte de los clubes patrocina, alienta y hasta utiliza a esos grupos de vándalos, vagos, sinvergüenzas, irresponsables y buenos para nada. Esos mismos que bajo los nombres de 'Libres y Locos' o de 'La adicción' terminan transformando a las tribunas y a las calles del futbol en escenarios de guerra y de barbarie. Llegó el momento de erradicarlos. ¿Para qué necesita el futbol a las barras?

Recuerdo aquellos domingos de sol en el estadio, con familias, abuelos, papas, niños siendo parte de la fiesta. Han desaparecido. Algunos explican que es parte de un fenómeno social que nada o poco tiene que ver con el futbol. Y está bien, aceptémoselo así, hay un deterioro social, pero los clubes tienen el derecho y también la obligación de cuidar y hasta de educar a través de un espectáculo, de que se respeten los reglamentos y de que no se confunda la pasión con el fanatismo.

Hace tiempo que los brotes de violencia aparecen en diferentes escenarios del futbol mexicano. Hace tiempo que se minimizan o que se permuta la responsabilidad a otros. La imagen del futbol mexicano no puede ser la de un muchacho joven --un ser humano-- tirado en la calle, desnudo, con marcas de apuñalamiento en las costillas y un charco de sangre a su alrededor.

Los clubes necesitan ponerse a trabajar, con la misma profundidad y ahínco que utilizan para reforzar un plantel, contratar un futbolista o un entrenador. Hay que generar consciencia, educar, hablar con los aficionados, convencer a los pseudo aficionados. Su labor es prevenir situaciones como las que ocurrieron el domingo en Monterrey.

Las barras pueden y deben desaparecer. Ya lo hizo Jorge Vergara en Chivas y no pasó nada. A raíz de que lo hizo el equipo más popular del futbol mexicano, lo pueden hacer lo demás. El futbol es un entretenimiento, un juego, algo lúdico, trivial, divertido. No un campo de batalla, donde te a vas a jugar la vida vestido con la camiseta de tu equipo favorito.

El futbol mexicano renuncia a su responsabilidad de tomar decisiones, Ha sido cómodo, pasivo, timorato y ha dejado el balón en los pies de las autoridades.

@Faitelson_ESPN