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El futbolista perfecto...

ESPN Digital

Nuestra generación ha sido afortunada. Ver, a todo color, a Maradona y a Messi no ha dado una idea aproximada de lo que sería el futbolista perfecto. Un poco de ahí, otro tanto de allá, el corazón de uno, la inteligencia del otro, la calentura de este '10' con la frialdad del otro '10', la profundidad de él, la pierna zurda del él y listo, lo tenemos, un jugador ideal, provisto de todas las condiciones posibles. Compararlos es casi un sacrilegio, muchas veces inútil y atacarse --de Diego para Lionel, porque al revés sería imposible-- me parece un desperdicio. Dos argentinos que se aproximan a la perfección futbolística. Juntos, claro...

SAN DIEGO, CA -- Unos minutos bastaron para ofrecer un punto de vista diferente sobre el mismo tema y la misma persona. Es el Diego Armando Maradona que lucha contra una terrible enfermedad que algún tipo de secuela tuvo que dejar en su convulsionada cabeza y sus siempre activas neuronas.

A Lionel Messi lo consintió y respeto durante una entrevista pregrabada el viernes. Un par de horas después, en una emisión en vivo, dijo todo lo contrario sobre el futbolista del Barcelona.

Maradona es Maradona... Messi es Messi...

Compararlos es tan inevitable como fantástico y peligroso.

Pedirle congruencia a Maradona es imposible. Nunca lo fue, ni siquiera cuando llevaba magistralmente el balón pegado a los pies. Es parte de su ser, de su personalidad, de una vida afectada por todas las turbulencias que han ocurrido a su alrededor. La gente que lo escucha hoy susurrar a través de la televisión, que muchas veces no alcanza a entender lo que dice, debe comprender que son el resultado de años y años de excesos y que algún tipo de consecuencia, finalmente, iba a manifestarse. "De las drogas aprendí mucho", dice Maradona. "Lo más importante es que no debo meterme con ellas...".

Messi se ha quitado casi todas las 'marcaciones' de su carrera. De la única que no ha podido desaprenderse, para su total infortunio, es la de Maradona. La opinión pública lo compara con él siempre que pueda, porque Maradona jugaba más con el corazón que con las piernas y Messi ha sido en lo general un tipo más cerebral que temperamental. He ahí la diferencia entre dos jugadores que deben estar entre los cinco mejores de su profesión en la historia.

El futbolista perfecto no existe, pero sería uno que tenga la habilidad de Maradona para jugar y la inteligencia de Messi para actuar. Podemos vivir con la mejor parte de cada uno de ellos y no desgastarnos demasiado en la muchas veces inútil desesperación de compararlos. Maradona es lo que es y lo que fue; Messi tiene su propio horizonte. Decir cuál de los dos es el mejor es como confrontar una obra de arte o a dos artistas. A usted le puede gustar Van Gogh, pero yo creo que Da Vinci fue mejor. Y así, seguramente, será difícil ponernos de acuerdo.

Ciertamente, hemos sido afortunados: ver jugar a Maradona o a Messi ha sido parte de generación y es algo incomparable, porque si juntamos algunas partes de uno con la del otro, le quitamos aquí y le ponemos allá, casi, tendremos, al futbolista perfecto.

@Faitelson_ESPN