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Americanistas: no se confundan ni se mareen...

Percibo un ambiente festivo anormal por un trofeo que no tiene una legitimidad futbolística. Ganar la Copa del Campeón de Campeones significa más una cuestión semántica que de un valor real deportivo. El triunfo del América empieza a confundirse desde el aparato publicitario que tiene siempre a su alrededor y a su servicio y que nos vende más un producto televisivo que un acontecimiento futbolístico. Sí, para los llamados ‘equipos grandes’, se trata de ganar, de sumar trofeos, pero nosotros tenemos la obligación de decirles de qué tamaño y de qué peso es el trofeo. No todos los trofeos son iguales...

CIUDAD DE MÉXICO -- No se confundan ni se mareen. Es un título que contiene más un valor semántico que futbolístico. Es un trofeo que se juega a un partido, en plena pretemporada, cuando las piernas y los corazones están fríos, cuando no estamos tan seguros y convencidos del rendimiento que tendrán los equipos en el venidero certamen. El campeón vigente del futbol mexicano es Tigres y el mejor equipo de la época también es Tigres. El América es el ‘Campeón de Campeones’.

El trofeo no vale lo mismo ni tampoco es capaz de establecer quien es realmente el mejor club del futbol mexicano. Es una copa que debes ganar como ‘equipo grande’, llevártela a tus vitrinas y utilizarla como motivación, pero hasta ahí nada más. No ofrece un parámetro exacto sobre quién es mejor de los dos últimos dos clubes que conquistaron el campeonato ni tampoco sobre quien comanda la época. Es más un partido de carácter comercial y televisivo, propiedad, intelectual y económica, por cierto, de la misma empresa que es propietaria del América.

Si se trata de sumar trofeos por sumar y de vender por vender, yo le pregunto a los americanistas: ¿Con el Campeón de Campeones, están satisfechos y contentos por el resto de la temporada? No, es un trofeo, una nominación que se ha distorsionado con el paso del tiempo. En la antigüedad, comenzó enfrentando a los monarcas de Liga y de Copa de los calendarios largos y ahora se ha transformado más en un evento concebido para efectos televisivos. La Liga entrega una noche antes los ‘Balones de Oro’, como un tributo individual y colectivo a sus más recientes campeones.

Los resultados de los últimos 10 años mantienen a Tigres como el equipo más regular del futbol mexicano. El América también tiene números que muestran una salud deportiva acorde a su impetuosa necesidad de competir por todo lo que tiene enfrente. Definir a un solo juego quien es mejor no es recomendable ni posible. La única realidad es que se ha generado una rivalidad muy profunda en la que el único ganador es el aficionado al futbol.

Tigres y América ejemplifican a la perfección los tiempos modernos del futbol mexicano. Cuadros armados con base a fuertes inversiones, decisiones inteligentes y un ímpetu competitivo arraigado y profundo. Lo tiene el América por una esencia de naturaleza y lo tiene Tigres por la profunda pasión que emerge sobre sus aficionados. Los dos están obligados a ganar trofeos y nosotros a decirles cuál es el verdadero valor de ese trofeo...

@Faitelson_ESPN