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La desfachatez de Baños y del "Piojo"

ESPN

Defender el negocio de un futbolista e ignorar la responsabilidad social de un club como el América y de la empresa que esta detrás del América. Renato Ibarra fue un "mal negocio" y punto. Debe mantenerse lo más lejos posible del club, de sus ideales, de su historia, de sus niños. El dinero no está por encima de los valores en el futbol, aunque a veces, haya desvergonzados que opinen lo contrario.

SAN DIEGO, California. - Hay cosas que el América no puede darse el lujo de hacer, por ser, simplemente, el América. Una de ellas, solapar a un golpeador de mujeres por el frívolo hecho de que significa un negocio.

"El América no va a perder dinero con Renato Ibarra". La frase de Miguel Herrera fija también la postura del popular equipo mexicano. La realidad es que, para información del "Piojo", el América podría perder mucho más que dinero si sigue ignorando el fondo del mensaje que envía al no desligarse por completo del futbolista ecuatoriano.

Ibarra cometió un terrible error, cruzó una línea que no tiene regreso y que, para un club del abolengo y la grandeza del América, más, hay que sumarle, el tamaño y la trascendencia de la empresa que está detrás del América, no hay forma de esconder o de disfrazar. Es el América por lo que vale y significa para nuestros aficionados y para nuestra cultura popular. Es la empresa que es propietaria del América porque no hace ni cemento, ni cerveza, ni bebidas embotelladas, es una empresa ligada directamente a la sociedad mexicana, a su educación, a sus valores y a sus compromisos históricos.

Renato Ibarra era el mejor futbolista del América, en condiciones y también en las repercusiones futbolísticas que generaba de mediocampo hacía arriba. Un problema personal se ha hecho público, y no es la época, tampoco la tendencia, ni se trata de una moda, es un atropello directo contra los derechos de una mujer en un país tradicionalmente acusado de machista y misógino.

La forma de resolverlo es muy sencilla: el América debe poner a la venta a Ibarra para que regrese a su país o que vaya a cualquier otro futbol en el mundo. No puede tener cabida en ningún club del futbol de México y mucho menos en uno del nivel deportivo y social del América. Si pierde dinero, no pasa nada. Hay negocios que en el futbol se estropean por un tema de baja futbolística, de lesión y en este caso, se trata de algo todavía mucho más grave. La doble moral de Santiago Baños y de Miguel Herrera. Permitirle regresar al club porque es un activo del mismo. Me parece un descaro, una desfachatez, un hecho que avergüenza la historia del América, de sus grandes héroes de la cancha y de sus millones de aficionados.