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En junio deja de ser temprano en MLB, especialmente para Boston y Yankees

Getty Images

ORLANDO, Florida -- Se fueron abril y mayo y para la comunidad de las Grandes Ligas eso significa que oficialmente queda prohibida la frase "aún es muy temprano" para justificar la inacción o los baches individuales y/o colectivos. ¡Bienvenido junio!

Entrando al tercer mes de la temporada regular, Medias Rojas de Boston, Indios de Cleveland, Astros de Houston, Bravos de Atlanta, Cerveceros de Milwaukee y Rockies de Colorado lideran sus respectivas divisiones.

De acuerdo a la gran Sarah Lang, del extraordinario departamento de Stats & Info de ESPN, desde 1996 el 58% (76 de 132) de los equipos que terminaron ganando sus divisiones, estaban en primer lugar entrando al primero de junio.

Esa es una muy buena noticia para los clubes en posesión de un puesto a playoffs actualmente, sobretodo para los Medias Rojas y los Yankees, la primera pareja con porcentajes de ganados y perdidos de .650 o mejor entrando a junio desde el 2007.

Boston (39-18, .684) lidera la División Este de la Liga Americana por 1.5 juegos sobre Nueva York (35-17, .673), pero el tercero (Rays de Tampa Bay) ¡está a 10 juegos! Los Yankees tienen una ventaja de 3.0 juegos sobre los Mariners de Seattle en la batalla por el primer comodín del circuito para la primera ronda de los playoffs.

De acuerdo a Elias Sports Bureau, esta es la segunda vez que los dos grandes rivales tienen porcentajes de ganados y perdidos superior a .650 entrando al tercer mes de la campaña. También courrió en el 2002, cuando Boston jugaba para .706 y Nueva York para .655. Ese año, los Yankees terminaron con la mejor marca de MLB (103-58, .640) y los Medias Rojas (93-69, .574) fallaron en pasar a playoffs.

"Esta es una competencia fuerte que se mantendrá todo el camino", dijo el relevista cubano de los Yankees, Aroldis Chapman. "Nosotros estamos enfocados en seguir ganando cada serie y mantenernos cerca, para cuando juguemos con Boston, tener la oportunidad de quedarnos con la división", dijo.

Pero incluso los mejores equipos saben que podrían necesitar hacer movimientos y tomar decisiones importantes para mejorar sus posibilidades de alcanzar la postemporada y llegar a la tierra prometida de la Serie Mundial. Y que el calendario marque junio significa que ya es hora de comezar a ejecutar y poner menos excusas, sobretodo para Boston y Nueva York.

Boston comenzó la semana pasada sacando de su roster al inicialista y bateador designado Hanley Ramírez, al que pagarán $15 millones de dólares por los últimos cuatro meses para que juegue con otro club. Desde el punto de vista del gerente general David Dombrowski y el manager Alex Cora, el club es más flexible sin el dominicano, uno de los bateadores más importante del béisbol desde el 2006.

"Sentimos que, donde estábamos en el roster, somos mucho más flexibles con los muchachos que tenemos ahora. Obviamente, el papel de Mitch Moreland va a crecer. Tenemos un Todos Estrellas en primera base en este momento", dijo Cora.

"No es nada en contra de Hanley, pero él necesita turnos al bate diarios para poder producir como jugador, lo que ya no era posible en Boston con el regreso de Dustin Pedroia y el ascenso de Moreland", agregó.

Cora, el primer latino que dirige a los Medias Rojas, tiene muy claro que su predecesor, John Farrell, no sobrevivió en el cargo a pesar de que ganó el título divisional en los dos años anteriores y la Serie Mundial del 2013. Las expectativas son extraordinariamente altas y la única forma de cumplirlas es teniendo mucho de todo.

Mientras Boston, que lidera las ligas mayores en promedio de bateo (.267) y carreras anotadas (303), hizo un movimiento ofensivo, Nueva York podría verse obligado a tomar algunas decisiones con un hombre clave de su rotación abridora: El derecho Sonny Gray.

Gray, adquirido desde los Oakland Athletics en el mercado de julio del año pasado, no ha sido exactamente el caballo que fue en 2014-15 (cuando ganó 14 juegos, lanzó dos blanqueadas y promedió 32 salidas y 200 entradas por año en la bahía). Desde que se puso el uniforme con rayas, Gray tiene foja de 4-7 y efectividad de 4.70. Nada impresionante.

Peor aún, este año el derecho tiene 3-4 y efectividad de 5.98 en 10 salidas y sin importar quien sea el catcher, Gary Sánchez, quien es el regular y no gusta al pitcher, o Austine Romine, el sustituto y el que prefiere el lanzador, Gray ha permitido cinco o más carreras en el 40% de sus aperturas. No bueno.

El manager Aaron Boone se ha pasado cuatro meses diciendo "aún es muy temprano" para apretar el botón del pánico y buscar un abridor en el mercado.

Bueno, ya estamos en junio y no es temprano. Si Gray no mejora extraordinariamente en sus próximas dos salidas, es casi seguro que Nueva York tendrá que sacrificar al prospecto Clint Frazier o a quien sea para adquirir un abridor en el mercado de mitad de temporada.

El staff de lanzadores de los Yankees posee la cuarta mejor efectividad (3.83) de su liga (Boston es segundo con 3.58), pero los abridores se combinan para 4.12. Mientras Luis Severino (8-1), Masahiro Tanaka (6-2) y CC Sabathia se combinaron para 16-4, Gray es la nota discordante del grupo.

Todos en la directiva de los Yankees saben que para ganar la primera Serie Mundial desde el 2009 es casi seguro que se necesitará contar con al menos un tercer lanzador confiable. Y también saben que no lo tienen ahora mismo.

Y fuera de las reales necesidades, es muy probable que tanto Boston como Yankees sean mencionados en las conversaciones alrededor del futuro del torpedero y antesalista dominicano Manny Machado, quien juega los últimos partidos de su carrera como miembro de los Orioles de Baltimore.

Machado, quien batea .324 con 16 jonrones, 15 dobles y 45 carreras impulsadas en su último año de contrato, será una de las piezas más atractivas en el mercado de mitad de temporada. Incluso si Boston y Nueva York tuvieran otras necesidades (o ninguna, de todos modos), un jugador de la talla de Machado es la cura a muchos problemas, incluso para los que no existen.

Es junio, se acabó el tiempo para las excusas y postergar movimientos, especialmente para equipos como Boston y Nueva York.